Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 18 de enero de 2014
en Boulder, Colorado, Estados Unidos
Texto original: The Reformation
Escucha el audio original aquí (en inglés):
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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.
Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.
En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.
Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.
Claramente, debe haber una gran reforma en el mundo si este se va a preparar para el gran cambio que se avecina: el gran cambio medioambiental, económico y social y todos los peligros y oportunidades que esto implicará.
Claramente, debe haber una gran reforma si la humanidad quiere evitar el riesgo de guerra y conflicto permanentes sobre quién tendrá acceso a los recursos restantes en un mundo agotado.
Claramente, hay mucho que debe cambiar y que debe ser renovado, rehecho y restaurado. La interminable búsqueda de crecimiento y consumo por parte de la humanidad debe llegar a su fin, si quiere establecer alguna estabilidad verdadera en un mundo en declive. Y debe existir una gran cooperación entre las naciones y los pueblos para que se establezca aquí un cambio real: la gran reforma que debe tener lugar en el mundo.
La humanidad se encuentra en el umbral de un universo lleno de vida inteligente. Ya ha comenzado una Intervención con graves consecuencias. Es el acontecimiento más importante en la historia humana, pero la humanidad no es consciente y no está preparada.
Esta es la reforma exterior que tiene una importancia primordial. Es más importante que el arte o la cultura. Es más importante que los simples inventos para el placer de la humanidad. Es más importante que cualquier cosa que se te ocurra, sin duda alguna.
Pero esta reforma exterior debe ir acompañada de una reforma interior: un cambio de corazón, un cambio de enfoque y dirección, no solo para unas personas santas aquí y allá, porque ellas no tendrán la fuerza para alterar el curso de la humanidad. Esto debe suceder en la mente y el corazón de muchos; no de todo el mundo, porque eso no es posible, pero sí de muchos.
Por eso, Dios ha enviado una Nueva Revelación al mundo, para que esta reforma pueda ocurrir dentro de los individuos, para prepararlos para un futuro que será diferente al pasado, y para que puedan ser el gran poder del bien en el mundo tal como estaban destinados a ser, todos y cada uno de ellos.
Porque Dios obra en el mundo a través de los individuos, obrando desde dentro hacia fuera. Esta es la verdadera evidencia de la Presencia y el Poder Divinos. Porque Dios te ha dado, viviendo en Separación, la libertad de elegir tu curso y alterar tu mundo para bien o para mal. Dios no interferirá en esto, pero el Poder y la Presencia de Dios están disponibles para todos los que lo buscan sinceramente en un estado de humildad y verdadero servicio.
Sin embargo, esto requiere una reforma dentro del individuo —un cambio de corazón, un cambio de énfasis—, porque buscar la realización y la satisfacción personales en un mundo en declive es, en el mejor de los casos, una aventura sin esperanza y, sin duda alguna, una tragedia al final. Porque esto no producirá nada más que desesperación y desilusión.
Dios está rescatándote de una búsqueda desesperada y está dándote la base para vivir una vida más grande y realmente plena —plena para tu naturaleza más profunda, plena para tu propia alma—. Pero esta vida es para un propósito mayor en el mundo. Porque la felicidad, por sí sola, no puede ser tu meta; no si eres honesto, no si comprendes la naturaleza real de tu propósito mayor aquí.
La felicidad es un subproducto, una consecuencia de vivir una vida verdadera y auténtica. Y una vida verdadera y auténtica se basa en el propósito superior que has sido capaz de descubrir, aceptar y seguir. Por eso, Dios ha puesto una Inteligencia mayor dentro de ti, una Inteligencia que llamamos el Conocimiento.
Porque tú no puedes reformarte a ti mismo. Ni siquiera puedes reformar el mundo, porque no tienes el poder para hacerlo. Y ello solo conduciría a la confusión, la frustración y la decepción.
Es por esta razón que las personas se enfadan tanto con el mundo y se vuelven rebeldes y revolucionarias, pues no han podido encontrar y seguir el Conocimiento que Dios ha puesto en su interior para que lo sigan. Este Conocimiento trabaja en el cambio de una manera diferente: persona a persona, hablando a grupos de personas, nutriendo una conciencia más profunda, apoyando el surgimiento del Conocimiento en todos a su alrededor.
Porque es el Conocimiento lo que te dará el poder, la claridad y la humildad para llevar a cabo tu papel específico. Y este no se confundirá con la ambición personal o el agravio personal contra el mundo. No se corromperá por estas cosas, porque su motivo es puro. No se guía por la ira, la frustración o el resentimiento. No se guía por el intento de hacer que tu vida separada sea plena. Porque esta nunca puede ser realmente satisfactoria sin este poder y esta presencia contigo para guiarte, protegerte y conducirte hacia delante.
Así es como el Poder del Cielo comienza a trabajar a través de ti. Pero no puedes permanecer pasivo, porque esto te llamará a reformar tu vida: a cuestionar tus motivos, tus compromisos, tus obligaciones, tus metas, tus agravios, tus admoniciones. No pienses que entiendes lo que esto significa, porque tú solo puedes emprender este viaje. No puedes quedarte en su comienzo y entenderlo, o pensar que sabes lo que significa o lo que hará por ti y por otros.
Pues esta es una montaña que escalar. Aunque los filósofos puedan estar reunidos en la base de esta montaña, solo los que la escalen comprenderán lo que realmente requiere y significa. Este no es un compromiso ocioso, porque es una escalada, un ascenso. En este ascenso, comienzas a despojarte de esas cosas que son innecesarias y onerosas, cosas que no sirven a tu propósito ahora que asumes un Llamado mayor.
El Señor del universo ha proporcionado una antigua preparación a este mundo, una preparación que se ha proporcionado a innumerables mundos y razas antes de vosotros, razas que existieron incluso antes de que la humanidad estuviera presente en este mundo. Es antigua, tan antigua que ni siquiera puedes determinar su origen. Porque el Dios del universo tiene un Plan para salvar a todos los que viven en Separación, viviendo en millones y millones de razas diferentes en un vasto universo.
¿Cómo puede alguna persona entender esto? Es una tontería y una arrogancia asumir que tú puedes. Pero la gracia y poder de esto está contigo ahora, oculto y olvidado en las viejas enseñanzas de la antigüedad, excepto para los muy pocos que pudieron reconocerlo y recibir su desafío y su gran bendición.
Dios está llamando ahora a toda la humanidad a prepararse para el gran cambio que se avecina en el mundo, así como para su encuentro con la vida inteligente en el universo: los dos acontecimientos más grandes e importantes en toda la historia humana, ambos con poder para destruir la civilización humana, y también con poder para generar un mayor compromiso y un mayor futuro para la humanidad.
Es una serie de grandes decisiones, como ves, que deben tomarse en la mente y el corazón de suficientes personas. Porque los gobiernos no actuarán sin este gran cambio en las personas. Los gobiernos se servirán a sí mismos y a los intereses que los sustentan. Vivirán para el momento, haciendo todo según sea conveniente. Pero en esto no existe la preparación para el futuro. No hay consejo sabio. Solo se apuntalan las estructuras y los fundamentos que se están erosionando. No se construye un nuevo fundamento.
Por tanto, la gran reforma debe comenzar contigo y con otros como tú que están respondiendo al Nuevo Mensaje de Dios para el mundo. Pues solo este trae la verdadera claridad de lo que debe hacerse. Hablando en términos simples con gran clarificación y repetición, te brinda a ti y a todos los demás, en todas las naciones y tribus, la gran oportunidad de restaurar la dignidad y poder que es el derecho de nacimiento de cada persona.
Solo la Voluntad y el Poder del Cielo pueden hacer esto. Esto no se basa en la inteligencia o el ingenio humanos. Va incluso más allá de la noción de la inspiración. Porque, de hecho, es la Voluntad y el Poder del Cielo hablándote ahora directamente, en la Voz de la Revelación, preparándote para reformar tu vida de manera que puedas ser de mayor servicio en un mundo cuyas necesidades aumentan con cada día que pasa.
La necesidad es muy grande. La urgencia está creciendo. Puedes sentirla. Es tu inquietud. Es aquello que te llama a un servicio mayor. Es tu impaciencia con las cosas pequeñas y tontas, porque tu tiempo es precioso, tus decisiones son consecuentes, y el Cielo te pide ahora que dejes de lado las cosas pequeñas y tontas, los pequeños resentimientos y las búsquedas vanas que solo te llevarán por mal camino y desperdiciarán tu gran oportunidad de estar en el mundo en este momento, en estas circunstancias.
Ser llamado significa ser preparado. Ser preparado significa una gran reforma, no solo en tu vida exterior sino en tu experiencia de tu propia naturaleza y destino; un gran cambio desde vivir una vida de miedo, codicia, ambición y agravios constantes, a una vida con un propósito más profundo; un cambio en tu percepción, en la forma de ver todas las cosas, en la forma de responder a las dificultades y decepciones, en la forma en que reconoces los errores y los utilizas para tu propia sabiduría y preparación.
Este es el antídoto perfecto para la culpa, la vergüenza y el arrepentimiento interminable, porque solo con este mayor sentido de propósito puedes usar los años malgastados de tu vida y convertirlos en los ingredientes de una mayor sabiduría y, por tanto, en un mayor regalo para otros.
El Mensajero está en el mundo, aquel que ha pasado treinta años recibiendo la Revelación más grande y completa jamás dada a la familia humana. Es un hombre humilde; un hombre sencillo; un hombre sin pretensiones; un hombre sin una posición elevada en el mundo; un hombre que es fuerte, valiente y ético. Pero ahora es un hombre mayor, y deberías conocerlo si puedes y escuchar sus palabras. Porque parte de la Revelación está en él —aquello que solo él puede pronunciar, que solo él puede expresar, pues su vida en el mundo forma parte de la Revelación—.
Así que no arremetas contra el mundo. No te quejes sin cesar. No sacudas la cabeza sintiendo que todo se desmorona o se descontrola. No fuiste enviado aquí para condenar al mundo o ser su crítico. No fuiste enviado aquí para quejarte sin cesar de cada pequeña cosa, tú cuya vida ya está funcionando magníficamente en tantísimos aspectos. Esta queja, esta desesperación, esta angustia, esta ira, este resentimiento, deben transformarse en un mayor sentido de propósito y amor por las personas, coraje, compasión y paciencia.
Esta es la reforma, como ves. No puedes hacer esto por ti mismo, porque necesitas el poder del Conocimiento. Este te dará la fuerza, la dirección y la claridad para tomar las muchas decisiones que debes tomar y que te permitirán dar un giro real a tu vida.
Así es como Dios te rescata de una existencia vacía y sin esperanza aquí. Así es como Dios te encuentra cual mota en el océano, y te lleva a la orilla donde tu vida está realmente destinada a expresarse.
La redención ocurre desde dentro hacia fuera. La reforma ocurre desde dentro hacia fuera. El mundo es bendecido cuando eres capaz de reconciliarte con tu naturaleza real y haces un balance de dónde te encuentras ahora. Porque lo que tienes que dar al mundo es más importante que tus deseos, tus esperanzas, tus oraciones y tus palabras. Es la demostración de una vida mayor que es tuya para que la reclames y te prepares para ella.
Si lo haces, el Poder del Cielo podrá moverse a través de ti para inspirar a otros, alentarles y ser un antídoto y un contrapunto a la creciente desesperación, confusión e ira que está surgiendo ahora entre las personas de todas partes.
El miedo está creciendo en el mundo, porque en todas partes las personas están sintiendo que el futuro será grave a menos que sucedan grandes cosas, a menos que el curso de la humanidad pueda ser alterado, a menos que existan suficientes personas que hayan pasado por esta preparación para superar las tendencias de la humanidad hacia la lucha y la contienda consigo misma.
Aquí no buscas solo paz, pues la paz y el cambio no coexisten en el mismo momento. Porque el cambio es tumultuoso. Es retador. Es perturbador. Requiere coraje y verdadera autodisciplina. La paz es el resultado, pero el proceso para lograrla es tumultuoso. Por tanto, no demandes ni esperes paz; busca en cambio comprometerte a vivir la auténtica vida que fuiste enviado a vivir aquí. Esa es la reforma. Debe suceder dentro de ti y a tu alrededor.
No consiste en pasar veinte años perfeccionándote para luego poder hacer algo por el mundo. Porque haces algo por el mundo cada vez que reconoces y sigues al Conocimiento. Tú fortaleces el poder del Conocimiento en el mundo. Y tus acciones y tu autoexpresión bendecirán y armonizarán a otras personas que solo encuentran dolor, ansiedad y tensión en el mundo que las rodea.
Dios te está enviando a subir esta montaña para que puedas hablar al mundo, para que puedas tocar las mentes y los corazones de otros de tal manera que la reforma pueda comenzar en su interior. Esto sucederá a través de ti de forma natural, sin que tengas que crear un plan, una práctica o un proceso. Porque Dios ha provisto el camino a través de los Pasos al Conocimiento y la gran Enseñanza sobre la reforma, que está en el corazón mismo del nuevo regalo de Dios a la humanidad.
Se debe lograr un gran cambio a través de los esfuerzos de muchas personas. Una gran compasión debe impulsar sus esfuerzos: un gran propósito, un gran poder, una gran determinación, liberándolas de todo lo que las detuvo antes, liberándolas de la adicción y la desesperación, la confusión y el mal uso de su vida y de su precioso tiempo aquí en la Tierra. Ellas han sido redimidas a través de la reforma. Ahora están trabajando en concierto con el Cielo. Aquí no están entregando sus vidas a Dios, sino permitiendo que Dios las guíe a través del poder y la presencia del Conocimiento, un poder y una presencia que existen más allá del ámbito del intelecto y más allá de todo entendimiento humano. Aquí tu intelecto debe servir y no intentar ser una autoridad, porque nunca puede ser la autoridad.
Esta es la reforma que tiene el máximo poder. Piensa en la reforma que habló al Jesús, al Buda, al Mahoma y a muchos otros grandes maestros, y en cómo eso ha elevado a la humanidad y la ha protegido del desastre total a lo largo de la historia.
Aunque la religión ha sido profundamente abusada y mal utilizada, el espíritu de la reforma se ha mantenido vivo. Es por eso que la familia humana tiene promesa en un universo donde el Conocimiento es raro, un universo donde la libertad es rara, un universo donde la humanidad, si puede pasar por esta gran preparación para el nuevo mundo, tiene un mayor regalo que dar a muchas razas que viven en total servidumbre.
No conoces la importancia de tu vida y de estos tiempos. Los tiempos son perfectos para invocar en ti tus mayores regalos. No condenes la época. La situación es perfecta. Por eso has venido. No viniste aquí para tumbarte indefinidamente en la playa y buscar placer y escape. Viniste para esto: este propósito superior, esta mayor entrega de tu vida. Viniste para la reforma. Todos han venido para la reforma.
Que el poder de esto comience a mostrarte que fuiste destinado a una vida más grande, y que no puedes crear esto por ti mismo. No es un producto de tu ingenio o astucia. Es algo que debe surgir naturalmente dentro de ti y que surgirá dentro de ti a medida que des los Pasos al Conocimiento, a medida que seas capaz de ver el gran regalo de Dios para la humanidad: la gran clarificación que este trae, la gran unidad que exige y los grandes desafíos que revela ahora por primera vez.