El Plan de Dios para el mundo


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 26 de marzo de 2011
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: God’s Plan for the World

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

Hablemos del Plan de Dios para el mundo, un Plan que sólo puede realizarse con la dedicación y comprensión humanas. Porque Dios tiene un Plan para el mundo. Sin este Plan, el mundo se volverá cada vez más caótico e inestable, y el resultado será cada vez más dudoso e infeliz.

Porque el mundo no es más que [uno de] los numerosos mundos, incontables mundos, en la Comunidad Mayor, donde la vida inteligente ha evolucionado y, en muchos lugares, donde la vida inteligente ha colonizado. El universo es inmenso, por supuesto. Pero la Creación es aún más grande que el universo físico.

Dios tiene un Plan para que los separados retornen. Y por eso se ha colocado el Conocimiento dentro de cada persona, cada individuo, en todo mundo, por todo el universo.

El universo fue creado como un lugar para que vivieran los separados. Y el Dios de toda la Creación puso en marcha el proceso evolutivo, el proceso geológico y el proceso biológico, los cuales ahora están operando por su cuenta, sin la intervención Divina.

El Plan de Dios se basa en recuperar a los separados a través del poder y la presencia del Conocimiento. Independientemente de las creencias, prácticas y herencias religiosas de uno, o incluso si uno no tiene creencias, prácticas ni herencias religiosas, este [plan] sigue siendo el mismo: recuperar a los separados a través del Conocimiento. Porque el Conocimiento es la parte de ti que nunca ha dejado a Dios, por lo que la Separación nunca se completó, y por eso puedes ser redimido.

Una parte de ti vive en Separación; la parte personal de ti, la parte mundana de ti, la parte de ti que está condicionada en gran medida por tu cultura, tu religión y tu familia. Pero en el fondo, en el centro de tu Ser parte de ti nunca ha dejado a Dios.

Esa es una región de tu existencia que está más allá del ámbito y del alcance del intelecto. Esa es completamente misteriosa para tu mente pensante. Debido a que la Separación nunca se completó, el proceso de recuperación de los separados, tu recuperación, está en marcha.

Dios no está microgestionando tus asuntos, ni cambiando el clima, ni provocando catástrofes ni buena fortuna. Eso es simplemente vivir el proceso de la vida, un proceso que fue iniciado al principio de los tiempos. En esto, no existe conflicto ni contradicción entre la Creación y el proceso evolutivo.

Dios tiene un Plan, no solo para ti y para cada persona. Dios tiene un Plan para el mundo entero. La Nueva Revelación de Dios es para preparar a la humanidad para dos grandes eventos, —los eventos más grandes en toda la historia humana— eventos para los cuales la humanidad no puede prepararse por sí misma, eventos para los cuales las anteriores Revelaciones de Dios no pueden informaros completamente ni prepararos.

Por eso Dios ha vuelto a hablar. Por eso se ha enviado un Mensajero al mundo. Por eso hay una Nueva Revelación. Es para ti, pero también es para el mundo entero. Es para el mundo actual y para el mundo venidero.

Es para el nuevo mundo en el que has entrado —un mundo de deterioro ambiental, un mundo de alteración e inestabilidad climática, un mundo de creciente fricción e insuficiencia económica y política— un nuevo mundo. El nuevo mundo requiere una Nueva Revelación.

Muchas personas están esperando por la Nueva Revelación. Algunas sienten que esperan el regreso de su gran maestro, su emancipador, su salvador. Pero no es así como Dios va a proceder. Porque eso solo dividiría aún más a la humanidad entre creyentes y no creyentes, una división sectaria de una religión contra otra.

El Plan de Dios no está aquí para promover y profundizar el conflicto y la crisis humana, sino para establecer el elemento fundamental sobre el cual se basan todas las religiones, pues toda verdadera religión fue iniciada por Dios. Este elemento es, el retorno al Conocimiento en el individuo y la expresión del Conocimiento en vuestro compromiso con otros y vuestro compromiso con el mundo.

El Conocimiento influye en las personas a través del Conocimiento. Por lo tanto, no existe conflicto entre el Conocimiento existente en un individuo u otro. El único conflicto posible está en la interpretación o distorsión del individuo de lo que el Conocimiento está realmente indicando dentro de ellos, si acaso son conscientes de este.

El Plan de Dios es preparar a la humanidad, rescatar la civilización humana, que ahora está cada vez más amenazada con cada día que pasa, con una perturbación creciente, una agitación creciente y un gran riesgo de colapso.

El Plan de Dios también es preparar a la humanidad para su implicación con una Comunidad Mayor de vida inteligente en el universo. La Intervención ya está ocurriendo en el mundo y ha estado aquí durante décadas, buscando aprovechar la debilidad humana, la asunción humana, la expectativa humana; una Intervención de pequeños grupos exploratorios [extraterrestres] que son poderosos en los poderes de persuasión.

No es la conquista militar lo que ellos buscan, porque eso destruiría el valor del mundo. Ellos están aquí para establecer una mayor autoridad extranjera sobre los asuntos humanos y sobre el destino y el futuro del mundo. Por lo tanto, ellos confían en la sumisión y la aquiescencia humanas. Esa es su fuerza, y muchas personas ya han caído bajo su persuasión.

Porque estáis enfrentando a un universo no humano: un universo inmensamente competitivo, un universo donde, al menos en esta parte de la galaxia, existen reglas de participación, restricciones y limitaciones.

La Revelación de Dios revela cuales son estas y qué significarán para las decisiones que la humanidad tendrá que tomar con respecto a la respuesta a la Intervención y a la comprensión de su posición dentro de la propia Comunidad Mayor.

El Plan de Dios es activar el Conocimiento en el individuo. Porque es solo en este nivel donde la verdadera compasión, determinación y comprensión surgen dentro del individuo, contrarrestando la codicia y el prejuicio, el agravio y la ambición.

No todos tienen que responder, pero suficientes personas de suficientes naciones deben hacerlo para sentar las bases de un futuro mejor que la humanidad tendrá que establecer para enfrentar un mundo en declive: un mundo de recursos menguantes, un mundo de inestabilidad climática, un mundo de fricciones y competencia crecientes, un mundo que enfrenta el riesgo grave y real de guerra y destrucción continua.

El Mensajero ha sido enviado al mundo. Es un hombre humilde. No tiene posición en la sociedad. Ha llevado décadas prepararlo para recibir la Revelación, y le ha tomado décadas recibir la Revelación. Porque la Revelación en sí misma es inmensa y exhaustiva, más completa que cualquier cosa que se haya proporcionado antes a la familia humana. Porque ahora sois un mundo alfabetizado, un mundo interconectado, un mundo interdependiente.

La humanidad se enfrenta a la Comunidad Mayor. Ahora la Enseñanza debe ser exhaustiva. Ahora el Camino debe ser dado al individuo para que las personas no tomen decisiones desastrosas y autodestructivas para ellas mismas y para las demás.

El Plan de Dios es que la humanidad emerja a la Comunidad Mayor como una raza libre y autodeterminada. Pero para que esto sea posible, debe existir una mayor unidad y cooperación entre las naciones, las tribus y los pueblos del mundo. Y debe haber una preparación para las realidades, las dificultades y las oportunidades de la propia Comunidad Mayor, que solo Dios puede revelar.

Este es un umbral completamente nuevo. Es un panorama mayor. Es un desafío a las creencias y suposiciones humanas. Es una transición a un mundo nuevo, enfrentado a una Comunidad Mayor de vida inteligente.

La humanidad tiene la posibilidad. Ha mantenido vivo el Conocimiento en el mundo. No se ha vuelto completamente secular y mecanicista como tantas naciones avanzadas en esta región del espacio. Todavía tiene una alta ética. No se ha convertido en una raza depredadora en el universo. Sois ignorantes e inocentes y no estáis preparados, pero tenéis una gran promesa como pueblo.

Pero solo Dios puede proporcionar las piezas que faltan aquí. Solo Dios puede revelar lo que está en el corazón de todas las religiones del mundo: lo que realmente significan la espiritualidad y la práctica espiritual, para qué sirven y cómo se pueden usar las tradiciones existentes para unirlas en su propio beneficio y en beneficio del mundo.

El Plan de Dios es preparar a la humanidad para enfrentar los grandes desafíos ambientales y económicos que se avecinan, desafíos para los cuales la humanidad no está preparada y desconoce en gran medida.

Habéis agotado los recursos del mundo y continúas haciéndolo. Entonces, ¿qué permitirá que vuestros hijos y sus hijos tengan un mundo habitable, un mundo que no haya caído en el caos y la catástrofe? No podéis responder a esto. Ningún ser humano tiene la respuesta para esto. La Intervención no tiene una respuesta para esto, porque está aquí para servirse a sí misma.

La Revelación debe venir de Dios porque solo Dios conoce el corazón humano, el espíritu humano y el viaje humano aquí en la Tierra, vuestro planeta de origen. Solo Dios sabe todo acerca de la Comunidad Mayor. Solo Dios sabe lo que viene al mundo. Solo Dios sabe lo que traerán las Grandes Olas de cambio y lo que la humanidad debe hacer para prepararse.

Muchas personas solo ven piezas y partes de la solución, pero no ve la imagen completa y, por lo tanto, sus intentos de lograr una resolución solo tienen un éxito temporal o parcial, si es que se les tiene en cuenta.

Este es un momento peligroso para la familia humana. La amenaza de la Intervención es grande y crece cada día. La humanidad sigue sembrando las semillas de su futura desaparición destruyendo y agotando aún más el mundo. Ahora hay una gran carrera sobre quién tendrá acceso a los restantes recursos del mundo.

Habéis cambiado la química del clima. Ahora la producción de alimentos se verá amenazada. Los recursos de combustible y energía disminuirán, y la competencia por ellos es, incluso en este momento, extremadamente feroz.

Dios está aquí para salvar a la humanidad de sí misma, no para sacarla del mundo, sino para permitirle estar en el mundo para que el mundo pueda tener un futuro, un futuro para la humanidad, un futuro que este determinado por la libertad y la autodeterminación humana.

Porque no comprendéis de cuan rara es la libertad en el universo y lo que se requiere para establecerla y mantenerla dentro de una Comunidad Mayor de vida inteligente, donde la mayoría de las naciones no tienen libertad individual y no reconocen su importancia y valor.

La humanidad tiene mucho que aprender y desaprender. Pero el Plan de Dios es real y ha sido establecido desde hace mucho tiempo.

A través de grandes luchas, pérdidas y sacrificios, la humanidad ha creado una civilización mundial, un mundo que se ha vuelto cada vez más interdependiente a medida que crece la población humana. Ahora las naciones dependen unas de otras, tal como deberían. Ahora las personas están sujetas a las influencias del mundo, lo cual es inevitable.

La forma en que lidiáis con un mundo en declive determinará el resultado. Y cómo lidiáis con la presencia de la Comunidad Mayor en vuestro mundo determinará el resultado. Pero para que estas cosas se resuelvan en beneficio de la humanidad, lo cual apoyará la unidad, la fuerza, el poder y la sabiduría humana, tú debes tener la Revelación de Dios.

No puedes mirar hacia atrás ahora. Debes mirar hacia delante. No puedes retroceder miles de años para intentar aprender la verdad de la Voluntad de Dios. Debes reconocer lo que Dios te está diciendo y hablando y advirtiendo en la Revelación misma.

Le tomó al Mensajero casi 30 años recibir la Nueva Revelación. Y se está recibiendo todavía hoy. Esto no es algo que tú puedas recibir, porque no fuiste enviado al mundo con este propósito. Para eso, debe existir un verdadero Mensajero, y el Mensajero debe tener asistencia y apoyo. El Mensajero debe tener verdaderos estudiantes y un núcleo de individuos que le permitan traer la gran extensión del Nuevo Mensaje al mundo y ponerlo a disposición de las personas en todas partes.

Las personas no entienden el proceso de la Revelación. Aquí, por primera vez, la Revelación está siendo revelada mientras está ocurriendo. Está siendo grabada. Incluso la Voz del Nuevo Mensaje está siendo grabada y puesta a disposición de las personas. Estáis viviendo en un tiempo de Revelación. El Mensajero está aquí en el mundo. Es un tiempo de gran bendición y providencia para la humanidad si estas cosas se pueden reconocer y ver con claridad.

El futuro de la humanidad está en peligro. La civilización humana está en peligro, tanto por el colapso y la destrucción internos como por la competencia y la influencia externas. Es hora de que la humanidad crezca, de que termine con sus incesantes conflictos y comience a cooperar para la preservación del mundo.

Porque ahora estáis luchando en varios frentes para lidiar con las consecuencias de siglos de abuso a vuestro entorno. Debéis uniros para limpiar vuestras aguas y limpiar vuestro aire. Debéis uniros para distribuir alimentos donde estos se necesitan y ayudar a las naciones para que puedan proporcionar suficiente comida y agua a su gente. Debéis fomentar la libertad y la democracia básica en los países porque de lo contrario estos se derrumbarán y serán derrocados con mucho esfuerzo y violencia.

Los individuos y los ciudadanos deben volverse mucho más responsables en la forma en que usan los recursos del mundo, especialmente en las naciones ricas. Es un cambio a una escala inmensa. Este requiere una reconsideración y reactivación de muchas cosas.

Las personas asumen que el futuro será como el pasado, pero el futuro ya ha cambiado y será muy diferente del pasado para la mayoría de las personas. La riqueza se perderá en las naciones ricas y los pueblos más pobres del mundo enfrentarán dificultades cada vez mayores.

El Plan de Dios toma todo esto en cuenta, porque Dios comprende las preocupaciones humanas, las fantasías humanas y la naturaleza humana, y el riesgo y la dificultad de vivir en Separación en un mundo hermoso pero difícil.

Por eso no hay Infierno ni castigo porque Dios está decidido a preparar y salvar a los separados a través del Conocimiento. Ya estáis viviendo en estados infernales. Algunas personas en un estado muy infernal. Podrías estar en un estado más infernal. Parece no haber fin en lo que los seres humanos pueden hacer para dañarse a sí mismos y a otros.

El Plan de Dios no es salvar parte de la Creación y enviar el resto a la condenación. Esa es una proyección totalmente humana, basada en la necesidad de venganza de la humanidad y en el hecho de que la religión se ha difundido basada en el miedo y la admonición.

Ahora ya no sois tan primitivos. Necesitáis responder a una mayor sabiduría y a una mayor fuerza. No tenéis que ser acorralados como ovejas y animales, golpeados hasta la sumisión, amenazados con la condenación eterna si falláis.

Ahora sois personas más educadas. Necesitáis una Revelación mayor. Y necesitáis aclarar la Revelación de todas las demostraciones anteriores de Dios para que ellas también sirvan para proporcionar los pasos al Conocimiento que cada persona debe encontrar y seguir.

El Plan de Dios es unir al mundo, no como una sola nación, sino como un conjunto cooperativo de naciones, cooperativo ahora por necesidad, no basado solo en la ideología o la religión sino en la pura necesidad.

Si la humanidad elige el camino del conflicto y la guerra, la Intervención tendrá éxito, y finalmente seréis gobernados por poderes extranjeros que no tienen ningún interés en la libertad individual y no tienen una comprensión real de la naturaleza humana y el alma humana. No creas que esto será beneficioso de ninguna manera, porque será cruel y duro, más allá de lo que ahora puedes imaginar.

Es hora de que la humanidad crezca, de que cese en su comportamiento y perspectiva adolescente, de que se haga responsable del cuidado y el futuro del mundo, no impulsada ​​por el beneficio individual, sino por lo que asegurará el futuro y la libertad de la humanidad mientras atraviesa este gran período de prueba y dificultad.

Cada vez más, verás que una nación por sí sola no puede tener éxito si las otras fracasan.

Cada vez más, verás que una sola religión no puede satisfacer y hablar de las necesidades de la humanidad.

Cada vez más, verás que la crisis en una nación afectará el bienestar y la prosperidad de otras naciones.

Cada vez más, verás que el medio ambiente se altera y que la meteorología violenta y el cambio del clima del mundo tendrán un efecto cada vez más destructivo sobre la capacidad de la humanidad para alimentarse y cuidarse a sí misma.

Cada vez más, verás surgir discordia, inestabilidad financiera y corrupción en los pasillos del poder.

Cada vez más, verás las consecuencias de la irresponsabilidad humana.

Cada vez más, verás que la guerra no puede ser una opción, ya que destruye la infraestructura y los recursos, que serán muy difíciles de reemplazar en el futuro.

Cada vez más, verás que las personas necesitan las mismas cosas y que el mundo es limitado respecto a lo que puede proporcionar.

Cada vez más, verás los límites de la tecnología, lo que sucede cuando la tecnología falla y cómo eso afecta la vida de tantas personas.

Cada vez más, verás que debe ser el coraje humano, la determinación humana y la cooperación humana lo que marcará la diferencia al final.

Porque si las personas no están dispuestas a dar al mundo y a darse unas a otras, no se puede esperar que la tecnología salve a la humanidad o preserve el medio ambiente del mundo o asegure la estabilidad y la seguridad de las naciones y comunidades.

Si no hay compasión ni comprensión, no hay progreso. Podéis jugar con vuestros pequeños dispositivos portátiles. Podéis maravillaros con vuestras pequeñas máquinas, pero estas no van a salvar el mundo.

El Plan de Dios es activar el Conocimiento dentro de ti para darte mayor fuerza, mayor integridad, mayor propósito y mayor libertad. Es la activación del Conocimiento lo que borrará los errores del pasado y te dará el poder de superar la distracción y la adicción dañina.

Las prioridades de la humanidad deben cambiar. Las actividades de la humanidad deben cambiar. El consumo de la humanidad debe cambiar. Las relaciones dentro de la humanidad deben cambiar. Todo esto será impulsado no por algún gran ideal, sino por la necesidad misma, por los requisitos de la naturaleza, que en sí misma está cambiando las reglas de compromiso aquí en este mundo.

Este no es un momento para estar en negación o evasión, ni para fingir o asumir. Es hora de tener los ojos abiertos, de mirar y ver con claridad, de aquietar la mente, de dejar de condenar a lo demás y de ver lo que se avecina en el horizonte.

La Nueva Revelación de Dios brinda la sabiduría y la claridad sobre cómo se puede hacer esto de manera efectiva para el individuo. No es simplemente una receta para un mundo mejor. Es una descripción para sobrevivir en el nuevo mundo y para enfrentar las realidades de la propia Comunidad Mayor.

No retrocedas ante esto ni creas que considerar esto es demasiado para ti, porque fuiste enviado al mundo para enfrentar estas circunstancias. Y tus verdaderos dones, tus auténticos dones, que aún no has descubierto, son para eso. Todo es cuestión de si eres lo suficientemente honesto contigo mismo para ver esto. La verdad se basa en la honestidad: la honestidad con uno mismo y la honestidad con los demás, una honestidad compasiva, pero también una honestidad firme.

La civilización humana no se salvará con ilusiones o atacando a otros pueblos o sirviendo a los intereses de una sola nación.

El mundo está en peligro. La civilización humana está gravemente amenazada. Dios ha enviado una advertencia, una bendición y una preparación al mundo.

Estas son las cosas en las que debes empezar a pensar ahora, y no en tus preocupaciones y tus aficiones, tus distracciones y tus obsesiones.

Todos están sintiendo los efectos del nuevo mundo: la ansiedad, la pérdida, la preocupación, la disrupción. Está afectando a personas de todo el mundo. Pero ¿quién puede ver lo que esto significa, hacia dónde se dirige y lo que empoderará a la humanidad para alterar su curso y establecer una nueva dirección con el tiempo?

Esto no puede ser simplemente la discusión entre los líderes en sus reuniones secretas. Debe ser algo que sea parte de la conversación general entre los ciudadanos.

Grandes regiones del mundo corren el peligro de perder sus recursos primarios y su capacidad para proporcionar alimentos a sus pueblos. Tenéis grandes problemas, pero pocas respuestas.

Se necesitarán mil soluciones para satisfacer las necesidades de la humanidad a medida que avancéis, y aún no han sido establecidas todas. Ni todas ellas se han realizado todavía. Y las necesitaréis todas. No es una solución simple por sí sola. No es una idea ni una receta. Es la contribución de todos, no para criticar, sino para crear.

Muchas cosas tendrán que cambiar. Algunos gobiernos tendrán que ser cambiados y derrocados solo para que la humanidad dé el siguiente paso. Esto ya está ocurriendo, ya ves. Es parte de un proceso natural. El tiempo ha llegado. El mundo está en disrupción. Las personas no pueden esperar más por lo que ellas básica y fundamentalmente necesitan.

El Conocimiento te dará fuerza, coraje y determinación. Porque el Conocimiento no tiene miedo del mundo. El Conocimiento puede enfrentar cualquier cosa. A través del poder del Conocimiento, puedes enfrentar cualquier cosa. Esta es una fortaleza que tú como individuo necesitarás, y muchas personas necesitarán esta fortaleza para cuidar a aquellas que están débiles y enfermas, que no pueden responder.

Estás viviendo en un momento de gran cambio, un gran umbral, donde la humanidad se convierte en una comunidad más unida, creativa y constructiva en el mundo, y donde la humanidad comienza a emerger en la Comunidad Mayor. Aquí necesitaréis ejercer vuestra determinación por la libertad, o no tendréis respeto ni consideración.

Para emerger a la Comunidad Mayor como una raza libre y autodeterminada, debéis cumplir con los tres requisitos que la vida os impone: unidad, autosuficiencia y discreción. No más transmitir vuestro estado ridículo y patético al universo. Otras naciones en esta región del espacio respetarán vuestra autonomía si podéis cumplir con estos tres requisitos.

Es el Plan de Dios que hagáis esto. Porque Dios sabe adónde va el mundo. Dios sabe a qué se enfrentará la humanidad. Dios sabe lo que existe en el universo que os rodea. Dios sabe a lo que la humanidad tendrá que enfrentarse y a lo que tendrá que adaptarse, y qué cambio debe producirse en vuestro pensamiento y comportamiento para que esto sea posible.

Alégrate. Alíviate. Pero sé responsable y ten determinación. Porque Dios ha vuelto a hablar, y la Nueva Revelación está en el mundo. La humanidad tiene un futuro mayor, pero debe trabajar muy duro para asegurar que se pueda realizar y cumplir.

Que este sea tu entendimiento.