El Regalo


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 31 de marzo de 2007
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: The Gift

Escucha el audio original aquí (en inglés):

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

El Nuevo Mensaje de Dios da al individuo un tremendo poder. Redirige su enfoque hacia la gran dotación del Conocimiento que el Creador de toda vida ha puesto dentro de cada persona. Si este Conocimiento puede ser descubierto, experimentado, aceptado y seguido, entonces el individuo podrá establecer una base completamente nueva para vivir en el mundo. Pero esto plantea la cuestión de hasta qué punto una persona es responsable de su propia experiencia, especialmente antes de que el Conocimiento pueda surgir en ella.

Hoy, al igual que en tiempos pasados, existe una gran discusión sobre el potencial creativo de la mente: cuánto puedes influir en tu propia experiencia al cambiar o redirigir tu pensamiento, al afirmar lo que deseas y al ignorar o dejar de lado aquello que no deseas.

Sin el Conocimiento, la gran dotación para guiarte, la mente intentará crear su propia realidad, y solo tienes que observar la condición del mundo para ver los efectos de esto: personas que luchan por obtener lo que quieren, por proteger lo que tienen, por proteger privilegios en la vida, ganar estos privilegios o quitárselos a otros, incluyendo los deseos de justicia de la gente. Todas estas cosas han creado inmensos sufrimientos y calamidades, no solo para los individuos involucrados, sino para el mundo entero.

Todo lo que sucede en el mundo sucede porque alguien lo quiere, lo necesita o lo desea, y generalmente se enfatiza un buen resultado cuando se establecen los planes iniciales. Si tratas de mejorar la calidad de vida sin la gran dotación, sin el poder y presencia del Conocimiento dentro de ti, solo aumentarás el conflicto del mundo. Solo aumentarás el gran declive de los recursos del mundo. Actuarás de manera unilateral. Negarás las realidades del mundo para tener lo que quieres, para conseguir tu resultado preferido, para lograr tu vida predilecta y para proteger lo que piensas que ya tienes.

La gran tragedia aquí es que intentarás hacer esto frente a las Grandes Olas de cambio que están llegando al mundo: la disminución de los recursos vitales de la humanidad, el declive del medioambiente, el impacto sobre el clima y la meteorología, y el gran riesgo de conflicto y guerra entre grupos y naciones por los recursos restantes.

Frente a todo esto, el individuo que está intentando adquirir lo que quiere por encima de todo, solo puede ser parte del problema y no de la solución. Aunque quisieras ser parte de la solución, ¿cómo puedes hacerlo sin la guía de la gran dotación? ¿Cómo puedes estar seguro de que tus acciones son verdaderamente beneficiosas, y de que no despojarás simplemente a otros en el mundo para poder adquirir lo que deseas?

No puedes asegurarlo. Si observas la situación de la humanidad con compasión y sabiduría, verás que el conflicto que se está librando por todo el mundo y los mayores conflictos que pueden surgir en el futuro serán el resultado de personas intentando crear una realidad mejor. Y lo intentarán basándose en sus ideas, en sus valores culturales, en sus intereses nacionales y en sus propios deseos personales, no solo de riqueza sino también de seguridad. No es incorrecto querer estas cosas, pero es destructivo intentar obtenerlas sin la gran dotación.

Esta es una de las razones por las que el Nuevo Mensaje de Dios ha sido enviado al mundo en la actualidad, porque si la humanidad continúa utilizando las motivaciones que la han proporcionado esta posición, estas ventajas y estas calamidades, entonces el futuro de la humanidad será más predecible y extremadamente grave.

Creer que sabes lo que es bueno para el mundo, lo que es bueno para otros e incluso lo que es bueno para ti, supone correr un gran riesgo. Cada calamidad comenzó como una buena idea de alguien para sí mismo. Todos los sistemas sociales propuestos que han conducido a la revolución, el conflicto, la guerra y las privaciones, comenzaron en esencia como un deseo de mejorar la condición de la humanidad y de abordar y corregir las injusticias e inequidades.

¿Puedes asumir que realmente sabes lo que es bueno para el mundo? Hoy, muchas personas quieren a la vez cambio y paz, y no ven la contradicción que esto supone. Porque el cambio no es pacífico. Es difícil, desafiante y perturbador si se trata de un verdadero cambio.

Sin embargo, las personas quieren cambio y paz. Esperan que otras personas que no tienen lo que ellas tienen sean pacíficas —que sean pacíficas y cooperativas entre sí—. Piensan que algún otro debería encargarse de los grandes problemas del mundo, y culpan a otros por el hecho de que el mundo esté como está en la actualidad. Ellas no ven su propia parte de responsabilidad en esto. No ven su propia culpabilidad en esto. No ven que, al intentar crear una realidad mejor para sí mismas, sin darse cuenta solo se están contribuyendo al problema.

El Creador de toda vida sabe que la humanidad debe unirse y cooperar para preservar el mundo y evitar una guerra, una degradación y un deterioro cada vez mayores en el futuro. Habrá más personas pendientes de menos recursos. Por tanto, como ves, si todos se comprometen a obtener lo que quieren, verás en esto la esencia de lo que crea la guerra, la competencia, el conflicto y todas las tragedias que conllevan.

Pero el Creador de toda vida también sabe que la humanidad necesita mejorar su condición, y por eso se ha puesto la gran dotación dentro de cada persona. Solo el Conocimiento en tu interior sabe lo que realmente funcionará para ti y cómo tus esfuerzos y tus acciones pueden conducir a un resultado beneficioso en el mundo.

Considera esto: cualquier agenda social que propongas, cualquier agenda política que adoptes y promuevas, será rechazada por un gran porcentaje de la población. Incluso si crees que tienes la solución perfecta, la gran idea, el mejor arreglo, ¿qué harás con todas esas personas que se te oponen?

Quizá ellas no vean el valor de tus ideas. Tal vez tus ideas las despojen de sus privilegios. Tal vez ellas mismas tengan una propuesta completamente diferente que hacer, una que están promoviendo y con la que están comprometidas. ¿Qué harás con estas personas? ¿Anularlas? ¿Subyugarlas? ¿Destruirlas?

Este es el peligro inherente en que las personas inventen planes sin el poder y la presencia del Conocimiento. Es la mente intentando controlar la vida. Es la mente jugando a ser Dios en el mundo. Solo tienes que observar los resultados para ver que, al final, algunas personas son provistas en abundancia y todas las demás son dejadas en la privación. Y, en general, el mundo está siendo despojado; se está degradando, porque ahora estás viviendo en un mundo en declive.

La verdad es que la mente es creativa. Crea fantasías, crea pesadillas, crea escenarios, crea explicaciones para el pasado, crea nuevas ideas para el futuro. Tu mente se creó para ser creativa. Lo es.

Pero este poder creativo de la mente está destinado a servir a algo más grande que ella misma. Sin no se pone al servicio de un poder mayor, bueno, la mente se realiza a sí misma. Es egoísta. Consume. Y luchará, culpará y condenará cuando se le prive de sus metas.

Tu cuerpo es un hermoso instrumento. Es maravilloso lo que puede hacer. Pero su valor real está determinado por aquello a lo que sirve. Si sirve a una agenda conflictiva de la mente, entonces el cuerpo hará cosas destructivas para sí mismo, para otros cuerpos y para el mundo a su alrededor.

De igual manera, tu mente es un fabuloso instrumento de comunicación. Es creativa. Puede comprender el pasado. Puede planear para el futuro. De hecho, la mente es una gran membrana entre tu existencia mundana y tu realidad espiritual. Es perceptiva y creativa, incluso para su propio perjuicio, incluso para su propia desventaja.

Por tanto, no hay duda de que reorientar la mente para crear cosas de valor y significado es muy importante, y muchas personas se están dando cuenta de esto. Se dan cuenta de que determinan su experiencia en gran medida por la forma en que evalúan lo que ven a su alrededor: cómo se vinculan y cómo se desvinculan. Ellas ven el poder y el potencial de la mente en este sentido.

Sin embargo, lo que muchas personas no ven es que la mente está destinada a servir al mayor poder del Conocimiento dentro del individuo. Si no eres consciente de la gran dotación, de este mayor poder, la mente será imprudente, egoísta y crítica. Será un gobernante áspero y opresivo en tu vida, y potencialmente en la vida de otros.

En este caso, el poder creativo de la mente y su mayor potencial en el futuro se debilitan, porque realmente no está sirviendo al poder mayor dentro de ti. Pues, en la verdadera jerarquía de tu mente, el cuerpo sirve a la mente, la mente sirve al Espíritu y el Espíritu sirve al Creador.

Pero si esta verdadera jerarquía no se establece en tu vida y en tu experiencia, intentarás entonces pensar y creer que sabes lo que es mejor para ti y para los demás, e intentarás afirmarlo en el mundo. Y aquí, de nuevo, puedes ver las semillas del conflicto. Puedes ver la naturaleza egoísta de este enfoque. Esencialmente es erróneo, no porque la mente no sea creativa —la mente lo es—, sino porque no se ha reconocido ni establecido la verdadera jerarquía de tu Ser.

Si la mente se sirve a sí misma, será fundamentalmente competitiva y destructiva. Siempre querrá más de lo que cree que quiere y necesita. Más allá de cumplir con ciertos requerimientos básicos de supervivencia, siempre querrá más. Nunca tendrá suficiente. Querrá más de esto y de aquello: más placer, más seguridad, más reconocimiento, más aprobación, más poder, más dominio, más belleza.

Todas estas cosas se vuelven adicciones de la mente, y no pueden saciarse. Tú quieres más. Adquieres más. No estás satisfecho. Y, por supuesto, la mayoría de las personas ni siquiera tienen lo suficiente para vivir una vida equilibrada y armoniosa. Por ello, cuanto más quieras para ti mismo, más extraerás de los limitados recursos del mundo y más despojarás a otras personas.

No puedes escapar de este dilema. No puedes crear una nueva idea, un nuevo esquema o un nuevo plan para resolver este problema esencial. Por eso, Dios ha puesto el Conocimiento dentro de ti, porque solo el Conocimiento sabe cómo resolver esto.

Solo el Conocimiento sabe cómo proporcionarte avance, seguridad y satisfacción. Y solo el Conocimiento sabe cómo hacer esto de forma que no despojes a otros en el mundo, y que tu búsqueda de protección, seguridad y realización se vuelva beneficiosa para otros, porque está guiada por el Conocimiento.

Tu intelecto, tan creativo como es, no puede resolver esto. No tiene esa profundidad de sabiduría. No está lo suficientemente conectado a la vida. No tiene la claridad ni la comprensión para lograrlo.

Esto es así porque la mente es un vehículo de expresión. Su fuente es la gran dotación, y la fuente de la gran dotación es el Creador de toda vida. Seas una persona religiosa o no, seas practicante de una tradición de fe o no, esta es la realidad fundamental de tu vida.

Si desconoces el Conocimiento, te esforzarás constantemente para obtener lo que deseas y evitar lo que no deseas, y estarás en constante juicio, frustración e indignación por el comportamiento y los pensamientos de otros y la condición del mundo. Y el resultado final es que solo serás un consumidor, y solo añadirás al mundo más juicio y condena, sumando combustible al conflicto que ya está haciendo estragos aquí.

Existen algunas personas que creen que todo lo que les sucede es fruto de su propia creatividad, sin importar cuán desafortunado sea. Pero lo que no logran ver es que todas las demás personas también están creado su realidad, y que el impacto en el ambiente mental —el ambiente de pensamiento e influencia— de lo que todos están creando es inmensamente mayor que lo que tú puedes crear individualmente; por tanto, pensar que puedes producir todos esos resultados por ti mismo, solo dirigiendo la voluntad y el poder de la mente, es ignorar la voluntad y el poder de todas las demás mentes.

Esta suposición, entonces, sin duda ​​se basa en la creencia en la Separación, y la refuerza. No tiene en cuenta el efecto que las mentes tienen entre sí. No reconoce el impacto y la influencia del ambiente mental. Aunque puede proclamar que todos tienen el potencial de recrear su experiencia, no tiene en cuenta el hecho de que el ambiente mental es completamente dominante para la mayoría de las personas, hasta el punto de que muy pocas tienen pensamientos originales. Simplemente están reciclando toda la influencia que están absorbiendo y han estado absorbiendo desde el día en que nacieron.

Y dado que los seres humanos son esencialmente criaturas sociales, siempre tenderán a asociarse con cualquier grupo con el que se identifiquen, cualquier grupo que ellos crean que les ofrece esperanza, propósito, significado y seguridad.

La libertad de la mente, entonces, no es realmente posible dentro del ambiente mental. Es solo una pequeña luz rodeada por millones de otras luces. La única forma de salir de esta situación es que la mente siga al Conocimiento, porque el ambiente mental no influye en el Conocimiento. Es la única parte de ti que está más allá de la influencia o la manipulación procedente de cualquier fuente.

Es por eso que representa tu base para la libertad. De hecho, es el Conocimiento quien creará para ti una nueva vida, una nueva realidad y una nueva experiencia. Solo el Conocimiento tiene poder para hacerlo, porque no es afectado por el ambiente mental en el que vives.

Pensar que puedes crear tu realidad sin esto, supone invertirte en una inmensa fantasía, en un inmenso autoengaño. Es algo basado en la ignorancia y la arrogancia.

No comprendes el impacto de todo el condicionamiento social y religioso que te rodea, ni lo que has hecho y harás para adaptarte a cualquier grupo o red de personas con las que te asocies. Te darás cuenta de lo superficial que es realmente tu comprensión de las cosas, de la simplificación excesiva que realmente tienen tus ideas básicas. Y en un momento de verdadera sobriedad y honestidad, comprenderás lo poco que realmente entiendes de cualquier cosa.

Pero ese momento de sobriedad, aunque quizás doloroso, es un momento de humildad. Y con esa humildad, puedes obtener una nueva comprensión, un nuevo reconocimiento de dónde reside tu verdadero poder. Porque el poder personal tiene muy poco poder. Es una afirmación ciega y presuntuosa, una afirmación sin verdadera base y sin dirección real.

Pues la verdadera base y la verdadera dirección solo puede proporcionarlas el Conocimiento. Y el Conocimiento no es algo que puedas controlar. No puedes hacer que el Conocimiento quiera lo que crees que quieres. No puedes hacer que el Conocimiento te dé lo que crees que debes tener.

El Conocimiento es más poderoso que la mente. Sabe por qué está aquí. Está aquí en una misión, porque tú estás aquí en una misión. Sin conocer esta misión, seguirás intentando satisfacer las necesidades más profundas de tu alma adquiriendo personas, posesiones y experiencias. Y estarás en constante temor de perder todas estas cosas, que son amenazadas por muchas cosas diferentes.

Este es un intento desesperado de realización. Es el intento de hacer que la Separación funcione. Es el intento de ser Dios en tu propio universo y de realizarte como el Dios de tu propio universo, pero esto es esencialmente imposible.

Tener una nueva idea o una nueva posibilidad, ¿qué hará esto, sino simplemente lanzarte a otro viaje sin esperanza, y gastar más de tu precioso tiempo en el mundo persiguiendo otra idea? La mente está desesperada pero, al final, debes terminar rindiéndote al reconocimiento de que tú no creas la realidad; solo la interpretas. Y debes ver que el poder creativo de la mente está destinado a servir a una Realidad Mayor que existe dentro de ti, dentro de la gran dotación del Conocimiento, y también más allá de ti, en el Conocimiento en todo el universo.

Cuando hagas este descubrimiento, el cual probablemente surgirá en momentos de gran duda y desilusión, entonces tu vida comenzará a tener promesa. Hasta entonces, todavía estarás tratando de agotar tus ideas y tus recetas. Y conforme envejezcas, la oscuridad de la decepción crecerá. La sensación de impotencia te acosará y te perseguirá, y constantemente te sentirás derrotado por otros y por el mundo.

Necesitas un poder mayor en tu vida. El poder mayor ya se te ha dado. Es la gran dotación. Es el Conocimiento. Puedes orar a Dios por muchas cosas —para que te salve de esto o para tener aquello, o incluso para salvar a otras personas de la calamidad—, pero el verdadero Regalo ya se te ha dado.

Es trágico que tan pocas personas en el mundo hayan descubierto el Regalo. Todavía están buscando el secreto. Piensan que es solo un secreto, una idea, un plan, un entendimiento. Bueno, todo eso viene de la mente.

El Regalo es el Regalo del Creador. El Creador sabe que no puedes realizarte aquí sin el Conocimiento. Sabe que la humanidad fracasará sin el Conocimiento. Sabe que tus relaciones y todos tus intentos de satisfacer tus necesidades más profundas no se cumplirán realmente sin el Conocimiento.

Cuando puedas ver esto, ello te brindará una gran sensación de alivio y una profunda gratitud. Porque verás que, aunque has estado intentando realizarte en tu estado de separación y aislamiento, realmente no estás separado, y realmente no estás aislado, y que incluso si han fracasado todos tus planes, ahora puede emerger en ti un Plan Mayor.

Es entonces cuando tu vida tiene promesa. Es entonces cuando tus acciones producen un beneficio trascendente para los demás. En vez de luchar por obtener una porción más grande del pastel, compitiendo con todos los demás que luchan por obtener y mantener una porción más grande del pastel, operarás sobre una base completamente diferente, guiado por un poder mucho mayor que cualquier otra cosa que la mente pueda crear por sí misma.

Pero el camino aquí es muy diferente al camino de intentar realizarte a ti mismo. Aquí, en lugar de construir un conjunto de creencias, un sistema de creencias complejo y agobiante, comienzas a abrir la mente. En lugar de tener respuestas, empiezas a estar presente ante otros y ante el mundo. En lugar de explicar el sufrimiento de los demás y utilizar su sufrimiento para validar tus propias creencias e ideas, empiezas a estar presente ante los demás para ofrecerles lo que sea necesario.

Ahora, hay una persona menos juzgando, criticando y condenando el mundo. Hay una persona menos estando aquí solo para consumir en su propio beneficio. Hay una persona menos exigiendo que los demás crean lo que ella cree, que se conformen a lo que ella determina que es correcto y justo.

Aquí te conviertes en un pacificador porque llevas la Presencia contigo, no porque tengas una idea completa de lo que es la paz y de cómo se puede lograr.

A menos que tu papel en la vida sea ser un negociador en la resolución de conflictos y estés muy, muy preparado para ello, no pretendas saber o suponer que puedes comprender, con tus simples ideas, cómo las naciones y grupos de personas pueden ser llevados a una posición de cooperación mutua.

No seas arrogante, a menos que sepas mucho sobre estos temas. De hecho, no tengas opiniones sobre aquello de lo que sabes poco, porque eso es arrogante e ignorante al mismo tiempo, una combinación muy desafortunada.

Aquí, en lugar de añadir a tus ideas, posesiones y creencias hasta que la mente se vuelva hormigón y solo puedas defender tu posición —hasta que solo puedas defender tus ideas y te conviertas en otro antagonista y combatiente en una vida repleta de antagonistas y combatientes—, en vez de eso, vienes con la mente abierta para ver, saber y esperar el momento para actuar.

Aquí estás libre de la carga de las suposiciones, las creencias y las exhortaciones. Aquí no estás defendiendo una ideología. Vienes para servir de cualquier manera que el Conocimiento pueda indicarte. Aquí la mente está subordinada, en lugar de pretender que es la reina.

Es sorprendente que el mayor éxito de las personas surja de su sentimiento de fracaso. Cuando finalmente renuncies al intento desesperado de realizarte a ti mismo y de intentar hacer que la Separación funcione, bien, te sentirás como un fracasado.

Pero, realmente, lo que está sucediendo es que te estás abriendo a la presencia del Conocimiento. Solo él sabe cómo guiarte y protegerte. Solo él sabe cómo podrás navegar las Grandes Olas de cambio que están llegando, los tiempos difíciles que se avecinan.

Estas cosas son siempre descuidadas o negadas por las personas que intentan crear su propia realidad, porque no tendrás tiempo para crear tu propia realidad si tienes que lidiar con todas estas circunstancias, dificultades y desafíos. Las personas no tendrían tiempo para sentarse a soñar con esas cosas si su vida está en peligro, si la base de su existencia es desafiada y se erosiona bajo sus pies.

La verdad es que necesitas estos desafíos; de lo contrario, simplemente continuarás soñando y durmiendo; soñando con lo que podrías ser, tener y hacer; soñando, soñando y soñando. Mientras tanto, descuidas tu vida. No reconoces ni apoyas el mundo. Y estás atrapado en la desesperada trampa de intentar realizarte para después fracasar, esperando que la próxima gran idea, la próxima gran proposición que se presente, sea la que marque la diferencia.

Lo que aquí se presenta es de inmenso valor e importancia. Esto es lo que puede liberarte, pero debes tener la apertura, la humildad y la confianza en el Conocimiento dentro de ti y dentro de otros para poder embarcarte en este viaje, un viaje que es muy diferente del viaje al que tal vez estés acostumbrado.

El Nuevo Mensaje de Dios está aquí para proporcionar los Pasos al Conocimiento, de modo que las personas de todas las tradiciones de fe, en todas las naciones y de todos los orígenes, tengan la posibilidad y la oportunidad de encontrar la gran dotación por sí mismas.

Esta gran dotación no es un secreto. Es un Regalo. No es algo que conocen unas pocas personas y no se lo han dicho a nadie más. No, es un Regalo. Es el Regalo en ti. Solo él sabe qué es este Regalo, cómo se puede expresar, qué aspecto tendrá, cómo se manifestará, quién tendrá que acudir a ti para ayudarte a presentar este Regalo, dónde deberá entregarse, etcétera.

Aquí debes estar dispuesto a ayudar al Conocimiento. Aquí debes estar dispuesto a no ser Dios en tu propio universo, sino parte de la Creación misma. Aquí tienes una posibilidad real de convertirte en una fuerza para el bien, pues tu vida está destinada a contribuir a un mundo en necesidad.

Estabas destinado a venir al mundo en este momento, en estas circunstancias, para encarar las Grandes Olas de cambio que se avecinan, prepararte para ellas y contribuir al mundo frente a estos grandes desafíos y dificultades.

Ten la humildad entonces para comprender que no sabes cómo hacerlo. No sabes qué aspecto tendrá. Y realmente no entiendes lo que significa. Pero está en ti traer este Regalo. Está ahí.

No juzgues entonces a los demás. Porque si eres honesto contigo mismo, verás cuánto tiempo has necesitado incluso para llegar al principio de este viaje, para reconocer la necesidad del Conocimiento.

Comprende que todos están intentando cumplir sus ideas o bien están yendo al Conocimiento. Y existen muchos pasos entre estos dos entendimientos y formas de vida tan diferentes, y las personas se encuentran desparramadas en distintos puntos del camino. Tú, que difícilmente puedes comprender tu naturaleza más profunda, no estás en posición de juzgar y evaluar a los demás.

Los grandes dilemas y tragedias del mundo pueden parecer incomprensibles, pero no están a prueba de Dios. Tú no necesitas resolverlo todo. Solo necesitas seguir el camino por el que el Conocimiento te lleve. Y no necesariamente te llevará allí con tus ideas, tus creencias y tu comprensión.

Algunas de estas cosas pueden seguir siendo útiles para ti en tu viaje, pero ahora eres un seguidor y no un líder. Sin embargo, eres un seguidor siguiendo algo dentro de ti. Estás empezando a ser dirigido desde el interior en lugar de ser simplemente controlado y manipulado por las fuerzas inmensamente poderosas del ambiente mental que te rodea: las fuerzas de tu familia, de tu religión, de tu gobierno, de tu grupo social, de tus amigos y de cualquier ideología que ellos defiendan.

El Conocimiento está aquí para las personas de todos los ámbitos de la vida, de todas las religiones, de todas las ideologías; porque cada ideología tiene algún valor y mérito, pero solo el Conocimiento dentro de ti y dentro de los demás puede usar ese mérito y ese valor. Este es el poder y la sabiduría del Conocimiento.

Tienes la oportunidad de presenciar cómo esto crece, surge y se expresa a sí mismo a través de tu vida. Y este, de hecho, será el milagro que renovará tu relación fundamental contigo mismo, con los demás, con el mundo y con Dios. Ese es el Regalo, y está esperando a expresarse a través de ti.