El sufrimiento


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 5 de julio de 2017
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: Suffering

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

Claramente, todos en el mundo, hasta el niño más pequeño, están familiarizados con el sufrimiento: con el dolor físico, el dolor emocional, el dolor psicológico, el dolor de la Separación, el dolor de vivir en un entorno difícil de la realidad física. Este dolor tiene muchas dimensiones. Ciertamente está asociado con la necesidad, con el miedo y con la molestia de algún tipo.

El intento de escapar de este dolor ha llevado a la humanidad a hacer grandes cosas y también cosas muy destructivas. Por una parte, ha generado grandes cosas en la producción de atención médica y medicamentos, en la compasión, en el servicio y el cuidado de los demás, en las actividades de curación, etc. Pero por otra parte, también ha puesto a la humanidad en búsquedas de vanidad y realización personal que han sido, en sí mismas, fuentes de sufrimiento y una continuación del sufrimiento.

Ha llevado a las personas incluso a la guerra, buscando oponerse a otros a quienes culpan por su sufrimiento; ha llevado a la crueldad con otros, con otras razas, religiones, minorías, etc. El escape del dolor, por tanto, ha tomado muchas vías, algunas totalmente beneficiosas y otras no.

Es necesario comenzar este entendimiento viendo que el sufrimiento forma parte de vivir en Separación —en Separación de tu Fuente, de la vida eterna de la que has venido y a la cual regresarás al final—. Es una condición de vivir en la realidad física en un cuerpo que debe ser alimentado, cuidado y protegido contra los elementos, contra la agresión y la competencia de los demás, etc.

Forma parte de la vida. Te acompañará sin importar lo que hagas. Incluso la persona que busca el más alto nivel de conciencia y compasión en la vida experimentará el sufrimiento hasta cierto punto. Uno podría pensar que puede evitarlo tratando de estar por encima de todo, tratando de no tener apegos, pasiones o deseos, pero eso está fuera del alcance de casi todos.

E incluso si lo logras, al final tendrás que ser compasivo con aquellos que sufren y sentirás su sufrimiento. Incluso si estando en ese estado exaltado no sientes tu propio sufrimiento, sentirás el sufrimiento de otros, así como Nosotros sentimos tu sufrimiento. Nosotros, que velamos por el mundo, sentimos tu sufrimiento, pero no es Nuestro sufrimiento. Por tanto, todos los que vivan en la existencia separada —incluso aquellos que vigilan esta vida que la humanidad vive, aquellos que pertenecen a la gran y creciente Presencia Angélica— sentirán también este sufrimiento hasta cierto punto.

Así pues, no es posible escapar del sufrimiento por completo. Tampoco del miedo. Pues parte de tu miedo existe para protegerte del daño, advertirte del peligro e indicarte que debes cambiar de rumbo o contenerte de alguna manera. No puedes escapar de las tribulaciones de la vida y de la realidad del estrés, porque, con toda certeza, hagas lo que hagas habrá algo de tribulación y estrés.

No puedes vivir una vida de felicidad perfecta, porque eso no es posible viviendo en Separación, si eres honesto contigo mismo. Y si crees que puedes, entonces no estás siendo honesto contigo mismo. No estás siendo emocionalmente honesto contigo mismo.

Incluso los pocos que pueden alcanzar la cúspide de la iluminación en este mundo deben regresar para servir, enfrentar el sufrimiento del mundo e intentar aliviarlo de maneras positivas y constructivas.

Por tanto, tu sufrimiento nace fundamentalmente de vivir en Separación. Pero también es fundamentalmente parte de tu experiencia, porque estás viviendo en una realidad física en la que debes buscar recursos, competir con otros y enfrentar los peligros de vivir en un mundo cambiante y caótico.

Para estar aquí debes enfrentar esto. Incluso cuando descubres que estás aquí con un propósito superior, del cual hablaremos hoy, incluso entonces tendrás que enfrentar las dificultades de vivir en una realidad física y el creciente sufrimiento a tu alrededor a medida que el mundo comienza a cambiar. Porque la humanidad ha alterado el clima del planeta, ha usado en exceso sus recursos y ha echado a perder el mundo en muchos lugares y de muchas maneras, voluntaria o involuntariamente. Esto creará un mayor sufrimiento en el futuro para un número creciente de personas.

Por tanto, tener una comprensión correcta del sufrimiento tiene una importancia crítica. Aquí es necesario aceptar el sufrimiento como una realidad que no puedes evitar por completo, pues de lo contrario te engañarás a ti mismo e intentarás engañar a los demás, pensando que todo el sufrimiento puede dejarse atrás.

Los grandes Mensajeros de la vida han tenido que enfrentar el sufrimiento dentro de sí mismos y a su alrededor para poder entregar aquí los mayores regalos del Cielo. Y todos los que buscan servir a la humanidad de manera auténtica, con humildad y propósito, experimentarán sufrimiento al hacerlo, y con toda seguridad experimentarán el sufrimiento de aquellos a quienes han sido enviados a servir.

Por tanto, es tu relación con el sufrimiento lo que debes cambiar, ver claramente y comprender. Porque existe sufrimiento legítimo y sufrimiento ilegítimo; existe sufrimiento que realmente no puede evitarse, ni siquiera en las actividades más auténticas y benévolas del mundo, y luego hay todo tipo de formas de sufrimiento que son producto de una vida errante, de una vida caótica y de la disfuncionalidad dentro del propio pensamiento.

Hay sufrimiento que es el resultado de una enfermedad, sea física o mental. Este es un sufrimiento real y legítimo en la mayoría de los casos. Pero luego está el sufrimiento sin fin que es fruto de buscar fantasías en la vida, tratando de tener personas, lugares y cosas para uno mismo en la vida, y el sufrimiento de no poder tener éxito aquí por completo. Los elementos y grados del sufrimiento ilegítimo existen, por tanto, en muchos niveles y se expresan de muchas maneras en el mundo.

Al principio no comprenderás esto completamente, pues debes comenzar tu evaluación del sufrimiento de la manera más objetiva posible, y eso es algo que le resulta bastante difícil a la mayoría de las personas en un inicio. Pero si persistes podrás ver con más claridad, e incluso podrás beneficiarte de tu sufrimiento, tanto de tu sufrimiento legítimo como del ilegítimo, pues ambos te enseñarán cosas muy necesarias en la vida.

El sufrimiento te enseñará paciencia. Te enseñará a evaluar tu vida con claridad. Puede enseñarte a cambiar el rumbo de tu vida, a mejorar tu vida como resultado de lo que te ha sucedido. Puede enseñarte sabiduría sobre qué buscar en la vida y qué no buscar. Y seguramente te enseñará la necesidad del perdón, tanto para ti mismo como para los demás.

El sufrimiento puede incluso acercarte más a Dios, pues, con el tiempo, al comprender que no puedes realizarte tratando de obtener cosas del mundo, recurrirás a la Realidad Mayor de la que has venido y a la que regresarás. Oh, sí, regresarás, pues el Plan de Dios es salvar a todos al final. Pero el final puede estar muy lejos del ahora, y sin esta mayor conexión sufrirás y continuarás sufriendo, y serás propenso a todo tipo de errores y manipulaciones del mundo a tu alrededor.

Hoy te damos la clave para entenderte a ti mismo profundamente, y con ella una clara comprensión de la realidad del sufrimiento: de por qué existe dentro de ti, de otros y de todo el mundo al grado en que lo hace, y cómo puede ser aliviado en tu interior, dentro de otros y en el mundo entero con el tiempo, en la medida en que sea posible aquí. Porque nunca habrá una felicidad perfecta viviendo en la realidad física, viviendo en Separación de tu Fuente, viviendo en Separación de tu vida eterna, de la cual has venido y a la cual regresarás.

El sufrimiento físico tiene causas conocidas en la mayoría de los casos. El sufrimiento psicológico es más complejo y está más asociado con el intento de realizarte y ser feliz en una realidad física. Y luego está el sufrimiento espiritual, el sufrimiento de no vivir la vida que sabes que estabas destinado a vivir, un sufrimiento profundo, único en su experiencia y expresión —el sufrimiento de no estar haciendo lo que realmente viniste a hacer aquí, de no estar realmente cumpliendo el propósito superior por el que fuiste enviado como individuo—. Esto produce un sufrimiento que no puede aliviarse mediante la medicina, la psicoterapia, los suplementos, la dieta o ninguna otra cosa.

Es un sufrimiento más profundo, que al final es el más importante de reconocer y aliviar. Y este es el único tipo de sufrimiento que realmente puedes aliviar una vez que empiezas a aceptar que estás aquí con un propósito superior, que no puedes crear este propósito por ti mismo o definirlo por ti mismo, y que debes recibirlo del Cielo, paso a paso, poco a poco. Esa es la manera de salir del aislamiento. Esa es la manera de salir de la niebla de la confusión, en la que todos viven en este mundo hasta cierto punto.

Han venido al mundo con un propósito superior. Es este propósito superior lo que te conecta con tu Antiguo Hogar, con aquellos que te enviaron y con tu verdadera vida más allá de los límites del tiempo y el espacio. El no saber esto, el no vivirlo y no encontrarlo, significa deambular sin rumbo por la realidad física, tratando de proteger lo que tienes y buscando una mayor satisfacción en cosas temporales y a menudo sin significado, intentando escapar del sufrimiento sin nunca enfrentarlo y sin obtener, por tanto, la sabiduría que te puede proporcionar si puedes verlo con claridad.

La mayoría de las personas huyen de su pasado, buscando la siguiente relación, buscando riqueza, buscando placer, buscando escape o viviendo en una negación cruel, llenas de venganza e ira hacia el mundo. No hay alivio en eso, pues solo prolonga el sufrimiento.

Tu sufrimiento entonces se vuelve algo que debes enfrentar, y que debes enfrentar con compasión, pues ¿cómo podrías evitar sufrir si no sabes del poder del Conocimiento que Dios ha puesto dentro de ti? ¿Cómo podrías tomar decisiones sabias sin la guía del Conocimiento que Dios ha puesto dentro de ti? ¿Cómo podrías evitar cometer errores críticos o vivir tu vida sin rumbo o destructivamente sin esta gran guía y brújula en tu interior mostrándote el camino?

Esto es lo que significa mirar tu pasado con compasión y objetividad, comprendiendo que sin esta mayor fortaleza que Dios te ha dado solo puedes deambular, y que serás manejado por otros, y que serás obligado por la cultura, la religión o tu familia a vivir una vida que en realidad nunca fue verdadera para empezar.

Esto es sufrimiento a un nivel más profundo. Incluso si en tu vida fuiste tratado con amabilidad y no fuiste abusado, como tantas personas lo han sido en el mundo actual, una vida sin propósito y significado es una vida que tendrá sufrimiento. Perderás el ánimo con el tiempo. Vivirás cada vez más desilusionado y decepcionado, lo cual te puede llevar a sentir más ira contra ti mismo, contra otros y hasta contra el mundo en general  —incluso contra Dios, pensando que Dios ha creado este mundo destructivo y la vida en Separación—. Pero lo que crea el sufrimiento en su base es vivir en Separación. Sin embargo, más allá de esta base existen emanaciones de sufrimiento en muchos otros niveles.

En última instancia, solo si comienzas a responder a la mayor llamada de tu vida —que no puedes definir o crear por ti mismo— y estás dispuesto a recibirla, paso a paso, con paciencia, humildad y una mayor determinación, solo entonces podrá tu vida llegar realmente a tener orden, ya seas rico o pobre, sin importar en qué parte del mundo vivas, sin importar si estás en una nación libre o en una que no es libre. Sí, las circunstancias son diferentes, pero cada situación tiene sus oportunidades y sus desventajas. Solo entonces aprenderás cómo vivir una vida verdaderamente sana, una vida equilibrada, una vida de servicio y significado crecientes, a medida que dejas atrás las sombras y remordimientos de tu pasado.

Aunque no puedes eliminar por completo el sufrimiento, existe una vida de mayor propósito y significado esperándote, que aliviará la mayoría de las formas de sufrimiento y te protegerá de muchas cosas en el mundo ante las que eres vulnerable incluso ahora: la amenaza de la persuasión y la dominación, la amenaza del castigo, la amenaza de la adicción, la amenaza de las relaciones fallidas una tras otra, la amenaza de vivir una vida enfermiza y sin enfoque.

Estas son solo algunas de las cosas que te desafían incluso en este momento, y que generan condiciones de sufrimiento para la humanidad. Incluso si has logrado satisfacer tus necesidades físicas básicas de alimento, agua, refugio y seguridad, ahora enfrentas el sufrimiento generado por vivir en la Separación misma. Incluso si estás protegido de la mayoría de los peligros del mundo, y obviamente nunca lo estarás por completo mientras vivas aquí, conforme te eleves verás el daño psicológico, el daño emocional y las consecuencias de vivir sin propósito y sin verdadero significado y dirección, tanto en tu propia experiencia como en la de otros en el mundo.

Esto es observar los niveles más altos de sufrimiento, los cuales, si son vistos claramente, pueden instruirte sobre qué no hacer, qué no buscar, qué no pensar, qué no elegir, cómo no tratarte a ti mismo, cómo no tratar a los demás, cómo no ver el mundo, etc. El sufrimiento es un formidable maestro de estas cosas si lo puedes ver con objetividad. Pero para poder hacerlo necesitarás construir un verdadero sentido de propósito en la vida y tomar los pasos hacia este Conocimiento del que hablamos aquí hoy, pasos que Dios está proporcionando en una gran Revelación para el mundo, por fin. Es la escalera enviada desde el Cielo para permitirte escapar del aislamiento de la Separación y la niebla de confusión en la que casi todos viven.

Hablemos entonces del aislamiento por un momento. Para ti, que estás diseñado para estar conectado a todo, vivir en Separación es verdaderamente difícil, siendo el aislamiento la experiencia más extrema de esa Separación. El aislamiento no significa meramente que estés solo y no tengas a nadie a tu alrededor, ya que puedes estar viviendo en medio de una gran familia, casado y con hijos, y sentir aun así que nadie te comprende realmente. Hay personas a tu alrededor; amas a estas personas o ellas te aman; pero aun así estás aislado, atrapado en un conjunto de circunstancias que ahora definen tu vida de maneras que no están en armonía con el verdadero propósito por el que estás aquí. El aislamiento, siendo el ejemplo más extremo de Separación, puede experimentarse en medio de una multitud o en medio de las relaciones familiares. Puede experimentarse bajo cualquier circunstancia.

Pero la verdad es que no estás solo. Están aquellos que observan tu vida y velan por ella, una vez que comienzas a responder a la necesidad de un mayor significado, un propósito superior y una mayor dirección en la vida; una vez que aceptas esto, lo cual es un acto de gran honestidad contigo mismo, el resultado de la decepción y la desilusión en el mundo, donde comprendes que otra relación, posesión o cualquier otra adquisición personal no va a hacer realmente ninguna diferencia, y donde ves que lo que tendrás que pagar para encontrar esas cosas —y la decepción que enfrentarás si no las puedes encontrar— es tan grande que ahora deseas buscar un camino más elevado.

Sin saber cuál es un camino más elevado, rezas al Cielo para que te guíe, en verdadera oración —no con simples peticiones aquí y allá cuando las cosas no te van bien, sino con verdadera seriedad y determinación—. Ese es el mensaje para que el Cielo responda, porque ahora estás ganando seriedad, en vez de solo querer un salvavidas cuando tu vida no se está moviendo de la manera que quieres. No es simplemente un paliativo que se te ofrece para hacerte sentir mejor en el momento, porque Dios quiere que encares tu sufrimiento y que veas la sabiduría que te puede dar y la ayuda que puede brindarte apuntando tu vida en su verdadera dirección.

El gran camino comienza con la decepción y la desilusión. Comienza al separarte de lo que has hecho con anterioridad, e incluso de lo que has pensado y creído con anterioridad, lo cual puede llevarte a una posición de tremenda confusión e incertidumbre. Pero al menos la puerta comienza a abrirse ahora.

Sí, todavía estarás viviendo en la niebla de la confusión sin saber qué seguir, sin saber qué creer, sin saber qué hacer con alguna verdadera certeza; todavía seguirás conformándote a los deseos de otros, a la multitud, a lo que tu religión o tu cultura te digan que tienes que conformarte, siendo un esclavo de otras fuerzas, siendo como una oveja en el campo. Pero Dios tiene otros planes ti.

Pero para saber esto debes comenzar un nuevo viaje en la vida, un viaje de muchos pasos, un viaje que no controlas; sin embargo, sorprendentemente tendrás que controlarte a ti mismo para poder hacer este viaje, un viaje que tú no inventas, pero que requerirá que seas mucho más cuidadoso y discerniente sobre lo que haces y con quién estás.

Esto te sacará de un mundo de sufrimiento. Sí, tendrás algo de sufrimiento legítimo por el camino, y puede que todavía busques fantasías aquí y allá o romances con personas, lugares y cosas. Pero si sigues moviéndote en esta dirección, esas fuerzas se debilitarán y podrás ver más allá de ellas, así como tener compasión por la gente que todavía está atrapada en esas búsquedas.

Verás tu pasado entonces como una demostración de la vida sin el Conocimiento, una vida que puede enseñarte muchas cosas si la puedes entender con claridad. En lugar de huir de tu pasado, ahora este se vuelve un recurso: la evidencia de la desesperanza que implica vivir sin este Conocimiento más profundo del que hablamos aquí; la evidencia de que necesitas una vida mayor, un propósito superior en la vida y una mayor dirección que no se basa en el deseo y la fantasía, ni tampoco en los cambiantes estados de ánimo de tu mente.

Aquí comienzas a ganar una libertad que todos a tu alrededor desconocen o tienen miedo de encarar. Aquí debes guiarte a ti mismo, y conforme te guíes a ti mismo habrá fuerzas mayores que te guiarán. Sorprendentemente, conforme comiences a ceder ante este poder superior serás capaz, por fin, de obtener el control de tu mente y tus emociones de una manera sana, certera y compasiva. Por fin, podrás determinar qué piensas y hacia dónde va tu mente, eligiendo ahora con una mayor claridad que antes realmente no era posible.

Dejarás atrás el miedo a los demás. Dejarás atrás el miedo a la pérdida. Dejarás atrás el miedo a las represalias del mundo. Dejarás atrás el miedo a no satisfacerte de acuerdo a tus propias ideas o las ideas de otros. Dejarás atrás el miedo a la decepción. Dejarás atrás incluso el miedo al fracaso en gran medida.

Esto aliviará mucho del sufrimiento y el potencial de sufrir. Apenas puedes entender en este momento lo grande que es este alivio. En lugar de tener una vida de muy poca inspiración y mucha confusión y sufrimiento, terminarás teniendo una vida de gran inspiración y algo de confusión y sufrimiento.

Si puedes escuchar lo que te estamos diciendo aquí hoy y comienzas a pensar conforme a estos principios, podrás iniciar un viaje más grande en la vida, un viaje más allá de lo ordinario. Será una vida que te hará más simple, más poderoso, más directo y más unido en tu interior.

Esto no sucederá de golpe. Como sucede al emprender cualquier viaje mayor en la vida, tropezarás y deambularás al principio. Tendrás días buenos y días malos, por supuesto, pero tu corazón se sentirá aliviado por la realidad de que finalmente estás respondiendo.

Esto entonces aborda el nivel más profundo del sufrimiento en tu interior, el sufrimiento de no cumplir lo que viniste a hacer aquí, el sufrimiento que está en la base del problema de casi todos en la vida, y que buscan aliviar mediante el escape, el placer, la fantasía o la admonición de los demás.

Dios sabe cómo llevar tu vida hacia el equilibrio, el servicio y el significado que podrías buscar en todas las demás cosas sin éxito. Dios conoce el camino a Dios. Las religiones en realidad no conocen el camino a Dios. Solo son recetas para la población en general. Pero la llamada más profunda es algo que sucede a un nivel individual. Las personas no se salvan por creer en algo, sino porque están respondiendo a una llamada más profunda y al poder del Conocimiento en su interior —esta es la gran verdad que muchas personas en el mundo aún no han comprendido.

Pero el viaje exige gran clarificación, gran discernimiento, gran determinación y la disposición para enfrentar los errores de tu pasado y los errores que puedas estar cometiendo incluso ahora. Aquí no hay arrogancia ni autoglorificación. Aquí no te llamarás a ti mismo un sanador, un maestro o un avatar.

Debes alcanzar un nivel de honestidad contigo mismo que está más allá de lo que la mayoría de la gente piensa en la actualidad. Debes esperar a la gran verdad. Debes observar sin llegar a conclusiones en la mayoría de los casos. Debes aprender a silenciar tu mente, aprendiendo a estar quieto, aprendiendo a escuchar, aprendiendo a ser capaz de responder, a ser capaz de ser responsable de esta manera.

Dios ha provisto los Pasos al Conocimiento, el camino para hacer que todas estas cosas sean posibles. Solo necesitas tomar los Pasos, aceptar los desafíos y hacerlo lo mejor que puedas. Rico o pobre, en el este o en el oeste, en el norte o en el sur, los Pasos son para todos los que puedan responder.

De esta manera escaparás del sufrimiento que circunscribe a casi todos los demás. De esta manera obtendrás los ojos para ver y los oídos para escuchar, con el paso del tiempo y a través de muchas experiencias.

Aquí tu vida regresará a su verdadera alineación, a su verdadero propósito, a su verdadero significado. Así es como Dios te restaura, de manera que puedas dar algo bello al mundo, a los demás y a la vida a tu alrededor.

Marshall Vian Summers y Patricia Summers hablando sobre cómo se recibió esta Revelación (en inglés).