Texto original: The Time of Revelation
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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.
Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.
En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.
Es hora de proclamar el Nuevo Mensaje.
Es hora de proclamar que Dios ha enviado un Nuevo Mensaje al mundo para preparar y proteger a la humanidad del impacto de las Grandes Olas de cambio que se avecinan, así como de su vulnerabilidad frente a una Comunidad Mayor de vida inteligente en el universo.
Es hora de que la Voluntad del Creador se conozca de manera fresca y nueva, sin el peso de la historia, la infusión de la cultura y la manipulación de los gobiernos.
Es hora de que se produzca la gran aclaración en cuanto a la verdadera naturaleza de la espiritualidad humana y el mayor propósito que ha traído a cada persona al mundo en este momento.
Es tiempo de que la humanidad comprenda que ya no puede ser una raza primitiva, una raza gobernada por la mitología, una raza gobernada por creencias apasionadas que no tienen fundamento en la realidad.
Es tiempo de que la humanidad se eleve para poder tener la madurez, la fuerza, la unidad y la cooperación para enfrentar las Grandes Olas de cambio que se avecinan, así como para prepararse para las dificultades y los peligros de emerger a una Comunidad Mayor de vida inteligente en el universo.
Es por esto que has venido al mundo, pues no has venido aquí por accidente. No has venido aquí sin un propósito mayor que cumplir en este mundo y en este momento. Has venido a servir al mundo de maneras específicas, junto a otros a quienes estás destinado a conocer.
Tu regalo está más allá de tu comprensión en este momento, porque reside más profundamente dentro de ti, protegido por el Conocimiento, la Mente más grande que Dios te ha dado para guiarte, protegerte y llevarte a una mayor realización y logro en la vida.
Es tiempo de superar las pasiones, los agravios y los malentendidos del pasado. Estos no servirán a la humanidad ahora y solo pondrán en peligro a las personas, arrojándolas al conflicto y la competición mutua, generando conflictos, guerras y represalias.
Es tiempo de que se le dé a la familia humana una mayor comprensión, y por eso se ha enviado un Nuevo Mensaje de Dios al mundo. No es lo que las personas esperan. No cumple sus profecías. No asegura el cumplimiento de sus ambiciones. Porque este es un Nuevo Mensaje de Dios. No es un invento humano. Las personas no inventaron esto. No es una adaptación. Es una Revelación en el sentido más puro.
Porque la humanidad debe saber de las Grandes Olas de cambio que están llegando al mundo, y debe comprender que se encuentra en el umbral del espacio en el universo, y que razas peligrosas e interesadas están interviniendo en el mundo para aprovecharse de una humanidad débil y en apuros.
Es ahora cuando se explotará la división humana. Es ahora cuando la ignorancia humana será enfocada y dirigida. Es ahora cuando los grandes agravios que existen entre las naciones, entre los grupos y entre las religiones se utilizarán para llevar a la humanidad a un mayor conflicto, a una mayor decadencia, para volverla débil e impotente frente a las fuerzas intervinientes de la Comunidad Mayor del universo a su alrededor, las cuales buscan explotar a la humanidad en este momento en el que es vulnerable a tal abuso y manipulación.
No conoces la gravedad de tus tiempos. Aún sigues perdido en las antiguas profecías. Aún sigues desorientado. Todavía ignoras tu mayor destino y el propósito superior que te ha traído individualmente al mundo, para servir a un mundo necesitado, para generar y apoyar la unidad y la cooperación humanas más allá de los intereses de cualquier nación o gobierno.
Un Mensajero ha sido enviado al mundo para traer este Nuevo Mensaje de Dios. Tal Mensajero es humano, es falible, no es perfecto. Pero es a él a quien se le ha dado el Mensaje para toda la humanidad, un Mensaje que te informará, un Mensaje que te desafiará, un Mensaje que te revelará una realidad mayor y que te redimirá en servicio al mayor propósito de Dios en el mundo, un propósito que no se entiende en las naciones del mundo actual.
Es tiempo de una Nueva Revelación. Es tiempo de que la humanidad comprenda que debe unirse en su propia defensa, que debe cooperar para evitar su declive en un mundo de recursos cada vez más escasos, que debe comprender su vulnerabilidad ante una Comunidad Mayor de vida inteligente, que debe prepararse para defender sus fronteras al espacio y fortalecer sus propias alianzas internas a fin de proteger y preservar el mundo.
Como todos los grandes Mensajes de Dios que han sido enviados para elevar y dirigir a la humanidad a lo largo de la historia, esta Nueva Revelación no se entenderá al principio. Será ignorada, será negada, será condenada. Será así porque es una Revelación de Dios y no una invención humana. No es una adaptación a las creencias, expectativas, preferencias y credos humanos.
La Voluntad de Dios se preserva en el Conocimiento más profundo que Dios ha puesto dentro de ti, un Conocimiento que tú mismo no puedes generar, un Conocimiento que individuos egoístas y gobiernos u organizaciones no pueden usar ni manipular.
Habrá una gran resistencia al Nuevo Mensaje de Dios, particularmente desde las instituciones y autoridades religiosas que se sentirán desafiadas por su causa. Pero ellas no entienden que el Nuevo Mensaje de Dios está aquí para fortalecer y unir sus creencias religiosas, a fin de que la humanidad pueda avanzar con mayor fuerza y unidad en el futuro.
Estás viviendo ahora en un tiempo de Revelación, una época en la que se está dando al mundo un Nuevo Mensaje del Creador de toda vida, una época en la que el Mensajero está entre vosotros, imbuido con el Mensaje, porque el Mensaje ha sido recibido.
Es puro. No ha sido corrompido ni manipulado. No ha sido usado o aplicado incorrectamente. Es para el mundo entero, para darle a la humanidad un nuevo comienzo, para darle a la humanidad una gran oportunidad de sobrevivir a las Grandes Olas de cambio y de emerger a una Comunidad Mayor de vida inteligente en el universo como una raza libre y autodeterminada.
Sin este Nuevo Mensaje, la humanidad entraría en grave competición y conflicto por los recursos restantes del mundo. Y permanecería ignorante de esas fuerzas de la Comunidad Mayor que están interviniendo en el mundo actual.
Son estos dos grandes acontecimientos los que darán forma al futuro y al destino de la humanidad. Pero estos aún no han sido reconocidos, no se tienen en cuenta y la humanidad no está preparada para ellos. Es por eso que un Nuevo Mensaje de Dios ha sido enviado al mundo: para preparar a la humanidad para un futuro que será diferente al pasado y para protegerla de sus propias inclinaciones peligrosas y autodestructivas.
Esta es la razón por la que has venido al mundo: para formar parte de esto, para fortalecer tu fe, tu tradición y tu cultura, y para unirla con otras a fin de que pueda sobrevivir en los tiempos difíciles que se avecinan.
Solo Dios sabe cómo prepararte para este futuro. Solo la Revelación de Dios puede enseñarte cómo prepararte para este futuro. Solo la fuerza del Conocimiento que Dios ha puesto dentro de cada persona os dará el coraje, la confianza y la habilidad para superar vuestras propias inhibiciones y tendencias destructivas.
No pienses que una Nueva Revelación no puede venir al mundo. Esta es la suposición de algunas personas, pero es una suposición arrogante. Porque Dios no miraría hacia otro lado frente a las necesidades de la humanidad. Y Dios no dejaría a la humanidad sin preparación ante las grandes dificultades que se avecinan y el gran desafío del universo a su alrededor.
Es tu responsabilidad, tu deber y tu llamada recibir este Nuevo Mensaje con una mente abierta: leerlo, considerarlo, escucharlo; permitir que te hable a través del mayor Conocimiento dentro de ti y que te desafíe, te eleve y te redima.
La Proclamación está surgiendo ahora. El tiempo apremia, pues la humanidad no tiene mucho tiempo para prepararse para el futuro, para prepararse para las Grandes Olas de cambio, para prepararse para la Comunidad Mayor y aquellas razas del universo que están interviniendo en el mundo en este momento.
La humanidad tendrá que unirse para su propia defensa. Tendrá que unirse para preservar el mundo. Tendrá que unirse para sostener la civilización humana. Tendrá que renunciar a sus antiguos agravios. Tendrá que superar su antigua mitología y sus viejas suposiciones.
Esto será impulsado ahora por la necesidad, porque los tiempos difíciles están ya encima y la humanidad no está preparada. La Comunidad Mayor está en el mundo, pero la humanidad no está preparada. Tu vida permanece sin cumplir, porque el mayor Conocimiento que Dios te ha dado aún no ha surgido en tu conciencia.
Recibe, pues, el Nuevo Mensaje de Dios. Escucha al Mensajero. Escucha la Voz del Nuevo Mensaje, que es la Presencia Angélica hablando a través del Mensajero. Lee las palabras sagradas que ha recibido el Mensajero para entregarlas al mundo. Y escucha a tu propio corazón, porque el Nuevo Mensaje de Dios habla a tu corazón. No habla a tus creencias, tus preferencias y tus suposiciones, sino a una realidad más profunda dentro de ti, una realidad nacida de Dios.
Esta es una llamada a que esta realidad emerja dentro de ti. Es una llamada a su fuerza, su gracia, su compasión, su valor y su fortaleza.
Este no es un tiempo para perderte ahora en tu propia confusión personal, tus propias indulgencias y tus fantasías. Es un tiempo para responder a las grandes necesidades de tu época, al gran desafío de tu época, al gran umbral de tu época, los cuales son revelados en el Nuevo Mensaje de Dios.
Esto solo hablará al Conocimiento dentro de ti y cumplirá tu llamada a estar en el mundo. Porque se habrá hecho la conexión, se habrá dado la Revelación, y tú, que estás tan sujeto al error y el malentendido humanos, verás la gran verdad que emerge en el horizonte, y comprenderás que la humanidad enfrenta su mayor peligro, su mayor desafío y su mayor oportunidad para que la unidad y la cooperación humanas se establezcan.
El Poder de Dios le ha sido dado a la humanidad para que esto suceda, para enfrentar este desafío y esta dificultad y unirse ante ello. Pero solo el poder del Conocimiento dentro de ti puede darte esta fuerza y visión. Y solo el Nuevo Mensaje de Dios puede revelar lo que esto realmente significa.
Alabas a Dios realizando lo que Dios te ha dado para hacer, ver y saber. Por eso es esencial la Revelación, porque sin ella no podrás ver ni saber.
Es por eso que una Nueva Revelación está en el mundo, pues la humanidad debe ver ahora lo que antes no podía ver. Debe saber ahora lo que antes no podía saber. Debe reconocer que el mundo está cambiando y que la humanidad se encuentra en el umbral del espacio, en las fronteras del encuentro con una Comunidad Mayor de vida inteligente en el universo. La humanidad debe afrontar que el mundo ha sido explotado, que sus entornos han sido degradados, que sus recursos han sido desperdiciados y utilizados sin sabiduría.
Dios no daría una Nueva Revelación al mundo a menos que la necesidad fuera profunda, a menos que tal necesidad no pudiera ser satisfecha por los Mensajes de Dios que se dieron en el pasado, ni por las creencias y suposiciones de los pueblos del mundo.
Se debe dar una Nueva Revelación, una nueva visión para la humanidad, una llamada a la fuerza, a la unidad y a una resonancia más profunda con el poder de Dios que ha sido puesto dentro de cada persona, el cual debe surgir ahora para guiar y proteger a la humanidad.
Que el poder y la presencia del Conocimiento surjan en tu vida. Y que la Revelación del Nuevo Mensaje de Dios te alcance y te hable, que te dé consuelo y resolución, y que restaure en ti el mayor poder que Dios te ha conferido para dárselo al mundo.