Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 23 de abril de 2008
en Shiraz, Irán
Texto original: The Deeper Current of Your Life
Escucha el audio original aquí (en inglés):
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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.
Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.
En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.
Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.
El poder y la presencia del Conocimiento fluyen como una profunda corriente dentro de ti, pero ¿puedes sentirla y conocerla?
Es como el agua bajo la tierra. El suelo es árido desierto. Pero hay agua fresca fluyendo fuera de la vista, fuera de la mente, y esto permite que las personas vivan en las zonas más áridas.
Es similar a eso, como ves. La corriente más profunda de tu vida está fluyendo, moviéndose. No es caótica. No es aleatoria. No carece de sentido. No está disociada del Gran Poder y la Fuente de la vida.
Pero es como si vivieras en un desierto. El suelo está seco. No parece poder dar vida, viviendo en la superficie, en la superficie del mundo, donde las cosas son caóticas y colisionan, donde la vida y la muerte continúan su proceso implacable, un proceso al cual intentas dar un sentido, pero que parece no tener ningún sentido inherente, aparte de que existe.
Esta es la crisis del sentido para las personas. Ellas están intentando dar sentido a lo que parece no tener un sentido inherente. Están tratando de santificar una vida que aún no se ha realizado ni se ha descubierto realmente. Por muy brillantes que sean intelectualmente en sus discusiones, en sus ideas, en sus puntos de vista y en sus teorías, ellas aún viven en la superficie.
No es ahí donde reside el mayor sentido. No es ahí donde tu vida comienza a tener un verdadero enfoque.
Sobrevives en la superficie con diversos grados de éxito y fracaso. Incluso si puedes adquirir todas las cosas que necesitas del mundo, aun así es como un desierto. Es un desierto para el alma. Incluso si vives en esplendor, disfrutas de tiempo libre, tomas comida exquisita y te estableces en lugares hermosos, tu vida todavía está vacía, y por eso buscas constante estímulo y constante distracción.
Deseas tener una relación dinámica con personas, lugares y cosas, pero aún no has encontrado la corriente más profunda de tu vida. Así que, incluso si estas cosas son maravillosas, incluso si las personas que conoces son encantadoras y fascinantes, tú no puedes sentir su esencia. No puedes ver más allá de la superficie.
La belleza es una distracción. El conflicto es una distracción. El deseo interminable de personas, lugares y cosas es una constante distracción. Todo esto te mantiene fuera y alejado, buscando significado en el desierto, buscando el gran río en el desierto, un gran río que no puedes encontrar.
Sí, encuentras un pozo aquí y allá, que evidencia la existencia de agua donde parece no existir, lugares con agua aunque no parece poder haberla, señalando que, bajo la superficie, existe un revitalizante que da vida: un pozo aquí y allá, un lugar santo, un santuario sagrado, un lugar al que las personas acuden a orar o a dar devoción, un lugar de significado profundo, un lugar de misterio.
Es como un pozo. Llegas allí y no es simplemente un edificio con mucha gente reunida, solo otro lugar, quizás fascinante, quizás histórico, con muchas personas reunidas allí solo por estas razones, como ves, sino que realmente hay algo más sucediendo allí. Es como un pozo en el desierto, que da evidencia de la vida a un nivel más profundo, más sustancial, más completo.
¿Cómo puedes alcanzar esta corriente más profunda de tu vida? ¿Cómo puedes sentirla y conocerla, conocer su propósito y su dirección, conocer la claridad que aportará a tus decisiones y a tus relaciones? ¿Cómo sabrás que existe para guiarte, recordarte, empoderarte y brindarte alivio del estrés constante, de la lucha continua por la supervivencia que existe en la superficie por todo tu alrededor?
¿Cómo permitirás que te alivie de tus propios conflictos internos, de tu sentimiento de fracaso, de tu sentimiento de culpa, de tu sentido de insuficiencia, del daño del pasado, de los arrepentimientos del pasado, de los fracasos del pasado, de la influencia de otros cuyas opiniones parecen tener tanto poder sobre ti, y de tu cultura, que intenta dominar la mente y la comprensión a través de formas obvias o sutiles, para que las personas piensen y actúen de la misma manera y tengan ideas similares, dentro de un rango de variación muy estrecho?
¿Qué te aliviará de esto? ¿Nuevas relaciones? ¿Más posesiones? ¿Visitar lugares nuevos y emocionantes? Conoce a una persona que ha viajado por todo el mundo, que ha visitado todos los grandes monumentos y es como un cuaderno vivo de viaje. ¿Ha alcanzado esa persona la corriente más profunda de su vida, o se ha vuelto simplemente adicta a más estímulos? Nuevos lugares a los que ir, nuevas personas que conocer, como si estuviera huyendo de sí misma todo el tiempo, intentando encontrar algo que no puede encontrar, buscando sentido en el desierto, porque todos en el mundo está buscando un sentido, como ves. Por eso están buscando.
Una vez que satisfacen los requerimientos de la vida y tienen ciertos recursos de otras personas y del mundo, bueno, ellas buscan, sin descanso, la necesidad del alma que no han encontrado. Incluso si han adquirido riqueza y estatus en la sociedad, todavía están buscando.
Y cuando ya no están buscando, bueno, su vida realmente ha terminado. Sí, están respirando. Sí, siguen haciendo todo lo que supone estar vivo, pero, en realidad, la luz en su interior se ha extinguido. Quizás exista un resplandor en algún lugar oculto, pero es muy remoto. Es muy débil. Ha sido enterrado, como una vela que se ha llevado bajo tierra.
Para todas las demás personas, existe una búsqueda. Tal vez la búsqueda sea fuerte. Tal vez sea débil. Pero están buscando la corriente más profunda de su vida. Ellas aún están intentando encontrarla en la superficie, a través de las relaciones con personas, lugares y cosas.
Pero es la búsqueda lo que es importante, porque es una búsqueda que no puede satisfacerse con ese tipo de cosas. Es una búsqueda que uno debe hallar dentro de sí mismo. Y debe hallarla dentro de ciertas relaciones que contienen y expresan esta corriente más profunda de la vida, relaciones que se distinguen de todas las otras asociaciones que puedas tener con otras personas.
Para comenzar a responder a esta necesidad, a esta búsqueda, debes aquietarte, porque estás escuchando a un Conocimiento más profundo, a una Mente más profunda en tu interior. Esta Mente es la Mente que Dios ha creado dentro de ti, mientras que tu mente superficial es la mente que ha creado en ti el mundo: dos mentes muy diferentes, dos realidades muy distintas.
Tú conoces la mente superficial, la mente mundana, la mente que ha sido condicionada por tu naturaleza física y por todas tus interacciones con el mundo: por tus ideas, tus creencias, tus expectativas, tus condenas, tus puntos de vista, tus actitudes y demás.
Pero tú no conoces esta Mente más profunda, la Mente que Dios ha creado. Puedes orar a Dios y ser religioso. Puedes tener puntos de vista religiosos muy firmes y bien considerados. Pero eso no significa que hayas experimentado la corriente más profunda de tu vida. Tal vez hayas tenido momentos de iluminación o hayas sentido la Gracia, y estos en sí mismos son signos, pero eso no significa que estés conectado profundamente o que conozcas íntimamente la corriente más profunda de tu vida.
Así que aparentar ser religioso no es la respuesta. Parecer tener una gran fe o convicciones religiosas no es la respuesta. Es el poder y la presencia del Conocimiento. Es la corriente más profunda de tu vida, la Mente que Dios te ha dado para guiarte, para prepararte, para dirigirte hacia una mayor expresión y conciencia en el mundo.
Para comenzar, entonces, a llevar tu atención bajo la superficie y enfocarla allí, debes aquietarte y observar. El Nuevo Mensaje que Dios ha enviado al mundo representa una forma de lograr esto. Se ha dado una forma que no incluye la contaminación humana, la contaminación cultural, la adaptación a las opiniones o ideologías religiosas, etcétera. No se basa en la psicología humana, pues dicha psicología existe en la superficie. Esta es una psicología más profunda.
Te aquietas y observas. Te abstienes de juzgar en tus tiempos de práctica. Dejas el mundo exterior y escuchas. No escuchas buscando respuestas. No escuchas lo que escuchas en la superficie. No usas esta experiencia para responder a preguntas de la superficie o para satisfacer expectativas de la superficie. No puedes llevar todo el enfoque que usas para tratar con el mundo a este entorno sagrado dentro de ti, un entorno que estás construyendo ladrillo a ladrillo, baldosa a baldosa, piedra a piedra. Es como construir un santuario, un lugar sagrado.
Si lo visitas solo de vez en cuando, realmente no puedes experimentarlo. Así que debes venir con frecuencia, todos los días. Todos los días escuchas y aprendes a seguir los Pasos al Conocimiento. El Nuevo Mensaje de Dios para la humanidad muestra cómo se puede hacer esto.
Pero también existen tradiciones antiguas que son caminos al Conocimiento, que van más profundo, bajo la superficie de la mente. Pero estas formas antiguas son difíciles de encontrar y requieren una gran búsqueda. Además, con frecuencia, aquellos que pueden enseñar estos caminos viven en otras partes del mundo. Ellos no son figuras públicas. No son maestros célebres. No son personas que salen en la televisión. Son muy difíciles de encontrar. Puede que tengas que dedicar años a buscarlos.
Por eso, Dios ha dado un camino, los Pasos al Conocimiento, para las personas tal como ellas son actualmente, allí donde viven hoy, en sus circunstancias actuales. Y este método tiene el poder de atraerte. Es misterioso. Es la atracción de Dios. No puedes entenderlo con tu intelecto. Es inútil intentarlo. Simplemente, crearás muchas grandes ideas que, realmente y de todos modos, no significan nada.
Entonces comienzas tu práctica, levantando tu santuario interior, enfocando tu vida de una manera muy diferente en los momentos en que estás practicando. Y si continúas y construyes tu práctica, irás más hondo, y la evidencia del Conocimiento comenzará a surgir incluso cuando estés en el mundo. Percibirás, sentirás y sabrás cosas que son muy importantes para guiarte y orientarte. Estarás menos confuso y serás menos deslumbrado por el mundo. Y podrás ver lo superficiales y delgados que son los atractivos de la belleza y la riqueza, y lo peligrosos que son en su poder de llevar a las personas por el mal camino y desperdiciar sus vidas.
Esta es la búsqueda más importante en la vida, más allá de sobrevivir, más allá de llegar a la edad adulta, más allá de tener un oficio o una posición en la sociedad, más allá de cumplir con las expectativas que tu familia o tu cultura te exigen. Esto es lo más importante, pues significa traer tu relación con Dios al mundo; al principio, para tu beneficio, pero, en última instancia, para el beneficio de otros. No es una búsqueda egoísta. No es un camino de iluminación, en el que pasas toda tu vida intentando experimentar tu relación con Dios. No se trata de eso.
El Conocimiento dentro de ti, la Mente más profunda que Dios te ha dado, no se enfoca en eso. Si crees que ese es su propósito, que va sobre tu propia iluminación, entonces lo malinterpretarás. No entenderás lo que estás haciendo, ni por qué lo estás haciendo, ni las señales y el significado de cualquier progreso que puedas hacer.
Debes construir tu santuario para el Conocimiento: tomarte un tiempo cada día, encontrar cualquier ambiente tranquilo que puedas usar con este propósito. Esto no guarda relación con todo lo demás que estés haciendo. No entres en tu santuario tratando de obtener respuestas como si buscaras noticias en el periódico.
El Conocimiento te dará las señales. Traerá a tu vida a las personas realmente importantes para ti. Te contendrá cuando debas ser contenido. Te hará avanzar cuando debas avanzar. Y se convertirá en tu fuerza cuando comprendas que el Conocimiento dentro de ti no se siente amenazado, impresionado u horrorizado por el mundo.
No obstante, el Conocimiento se está moviendo. No está simplemente quieto. No es solo como el sol que brilla sobre las nubes. No es simplemente un estado mental. Se está moviendo. Tiene una dirección. Tiene un propósito, tanto para ti como para otros. Al igual que el agua bajo la tierra, bajo el desierto, se está moviendo. Si el agua no se moviera, estaría estancada y no podrías beberla. Se volvería venenosa.
Esa corriente más profunda se está moviendo. Lleva agua de las montañas al desierto, de las montañas al mar. Está gobernada por fuerzas mayores que las fuerzas que puedes ver y tocar. Está siendo impulsada por el movimiento de los planetas, por las fuerzas gravitatorias.
De igual manera, el Conocimiento dentro de ti está siendo movido por la Voluntad y el Poder de Dios de todo el universo; no simplemente una deidad local, no simplemente un dios de la colina o de la montaña, no simplemente el dios de la nación o el dios de esos pueblos, el dios de esta pequeña parte de la historia humana. Dios mío, ¿qué es eso? En la superficie, eso parece monumental, pero en el universo, ¿qué es eso? ¿Un grano de arena? ¿Un instante en el tiempo?
Vienes a este lugar sagrado para escuchar, recibir y construir la conexión. No vienes a conseguir cosas. Al principio, esto es muy difícil para las personas, porque toda su orientación hacia la vida se basa en obtener cosas: obtener dinero, obtener reconocimiento, ganarse el favor de otros, verse bien, obtener recompensas, ascender en la escala social. Y para muchas personas extremadamente pobres, solo se trata de encontrar comida y agua, las cosas simples que necesitan.
Pero aquí vienes a darte, no a conseguir más cosas. Vienes a rendirte, a escuchar, a quedarte en silencio. No necesitas tener una conversación con el Conocimiento. No sucede así. En cierto sentido vienes a orar, porque estás pidiendo estar conectado.
No vienes a pedir cosas para tus amigos y familiares. A este nivel, eso no es apropiado. Puedes hacerlo, y puede ser valioso, pero estás aquí para volver a experimentar una relación fundamental de tu vida, la relación más fundamental de tu vida, la principal relación de todas, la relación que da sentido, perspectiva y valor a todas tus otras relaciones —tu relación con quien eres, con quien estás, con quien estás casado, con tu lugar de residencia, con tu país, con tus actividades, con tu trabajo, con todo—.
No tienes que estar en tu santuario todo el tiempo, pero debes pasar tiempo allí todos los días. El Nuevo Mensaje dice que treinta minutos dos veces al día es muy bueno. Y que si solo puedes venir una vez, que vengas un poco más de tiempo. Y escuchas.
Aquí aprendes a calmar la mente para ir bajo la superficie. No es fácil al principio, y en los momentos turbulentos de tu vida, no es fácil. Pero vienes y te esfuerzas. Ocasionalmente, experimentas una honda profundidad dentro de ti. Otras veces, parece una lucha. Así que el Nuevo Mensaje te da algunas frases que decir, algunas palabras que decir, algunas cosas que pensar para ayudar a tu mente a orientarse hacia el Conocimiento dentro de ti.
Es como cualquier otra cosa que depende de construir una habilidad. Parece extraño e incómodo al principio, pero ya sabes, fue extraño, incómodo y difícil para ti aprender a leer, escribir o encontrar tu camino a través de una ciudad, y ahora lo haces como si nada. Se vuelve algo natural para ti, aunque no fue natural al principio.
Cuando estar conectado con el Conocimiento se vuelva algo natural para ti, serás una persona que es una fuente de significado e inspiración para otras. Tu consejo para ellas será sabio y penetrante, y, en muchos casos, verás cosas que ellas nunca podrían ver, cosas que ellas necesitarán ver, que marcarán una gran diferencia y que les recordarán que también existe una corriente más profunda en sus vidas.
Al margen de cualquier cosa que puedas hacer por otro para alimentarlo, ayudarlo, restaurarlo, asistirlo, aconsejarlo o cuidarlo, tu mayor servicio es hablarle y dirigirlo a la corriente más profunda de su vida. A largo plazo, este es el mejor regalo. Brinda las mayores recompensas. Es el más significativo. Rescatar a las personas de la desolación del desierto de sus vidas, de la búsqueda interminable, del intento desesperado de sobrevivir y de realizarse viviendo en un estado de Separación; darles el regalo del Conocimiento, el regalo de los Pasos al Conocimiento… bueno, ni siquiera puedes imaginar desde tu posición actual lo importante que es esto. En cierto sentido, los estás salvando, estás salvando sus vidas.
Porque rico o pobre, tú regresarás a tu Antiguo Hogar, y bueno, habrás hecho la conexión o no la habrás hecho. Habrás entregado los regalos que fuiste enviado aquí a dar o no los habrás entregado. Es algo fundamental. El fracaso aquí solo significa que tienes que intentarlo de nuevo. ¿Qué otra cosa puedes hacer?
Es tu voluntad y propósito hacer esto. Dios te creó para hacer esto. Si no puedes hacerlo, bueno, toda tu vida fue solo como un ejercicio sin sentido. Lo intentaste y fallaste. Está bien, no hay culpa. No hay castigo. Pero tendrás que volver e intentarlo de nuevo, y lo sabes. No es un trabajo forzado. Es simplemente el flujo natural de la vida. Es como el agua que se mueve de la montaña al mar; eso es lo que hace, gobernada por fuerzas mayores.
Entonces, hacer lo que es natural para ti es hacer lo que Dios te dio para hacer. Y experimentar el significado de esto y el gran poder, claridad e integridad que trae a tu vida, representa el gran regalo de Dios para ti. Pero debes venir y construir un santuario. Debes emprender este viaje dentro de ti mismo y desarrollar las habilidades necesarias para hacerlo. De lo contrario, esto sonará como una promesa vacía, una cosa fantástica. Pues todavía estás viviendo en el desierto: sediento, desolado, desesperado, siempre ocupado, corriendo a todas partes como una hormiga, buscando comida… bueno, buscando algo, sin una dirección realmente clara.
El Conocimiento dentro de ti sabe por qué estás aquí. Sólo él lo sabe. Tu intelecto no lo sabe. Tu intelecto es como una máquina de interpretación. No conoce la corriente más profunda de tu vida. Puedes hablar sobre la corriente más profunda, puedes incluso ser un erudito de la corriente más profunda; pero si no puedes experimentarla, si no ha cambiado y alterado tu vida, entonces solo eres un espectador. Entonces es incluso más confuso y frustrante, porque reconoces su valor pero no puedes alcanzarlo. Y esta será una fuente de decepción y frustración durante toda tu vida.
Comienzas con la quietud. Das los Pasos al Conocimiento. Solo Dios sabe cómo llevarte al Conocimiento, así que das los Pasos que Dios ha proporcionado, ya sea a través del Nuevo Mensaje que Dios ha enviado al mundo o a través de las tradiciones más profundas y místicas del pasado que aún existen en el mundo.
Esto es algo más allá del ámbito de la religión tal como existe en la superficie. Está más allá del ámbito de la teología tal como existe en la superficie. Ese es el ámbito de las ideas, pero este es el ámbito del Conocimiento. Porque Dios solo puede saberse. Tu verdadero propósito solo puede saberse. Tus verdaderas relaciones solo pueden saberse. Tus ideas al respecto son secundarias y, a menudo, son un obstáculo en sí mismas.
Vienes al Conocimiento porque sientes la necesidad del alma, porque esta es la necesidad más honda, la necesidad más profunda. Es la necesidad que no puede satisfacerse con ninguna otra cosa, la necesidad que te saca de la vía ancha de la vida para emprender una búsqueda más profunda, allí donde otras personas no parecen tener interés o inclinación. Esto te pone aparte, porque es una llamada. Una llamada es lo que te hace salir de tus circunstancias, de tu vida en la superficie tal como la has conocido.
Esta, entonces, es tu mayor oportunidad. Emprenderás este viaje debido a la necesidad más profunda, no por la promesa del Cielo, ni por complacer a Dios, ni por el Paraíso. Todo eso es para las personas que viven en la superficie. Ese es el apego a las ideas.
Este es el movimiento natural, el movimiento del corazón y del alma. Vienes aquí porque sabes y sientes que hay un pozo más hondo, una corriente más profunda de agua bajo la superficie. Mientras otros buscan el legendario río de la vida en la superficie, tú vas a empezar a hundir un surtidor, a perforar bajo la superficie, porque el agua está justo bajo tus pies.