Texto original: The Great Alliance
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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.
Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.
En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.
Hay mucho que puede desalentarte en el mundo. Hay tanto agravio, tanta violencia, tanta decepción y tanta incertidumbre, que es muy fácil caer en la desesperación. Es muy fácil dudar de uno mismo y de los demás. Es muy fácil pensar que el futuro está de alguna manera condenado o carece de esperanza.
Pero lo que debes llegar a entender es que existe una Gran Alianza, una Gran Alianza que te ha enviado al mundo, una Gran Alianza que vela por ti una vez que comienzas a tomar conciencia de ti mismo y de tus necesidades más profundas.
La Gran Alianza no se basa en los acontecimientos mundiales. No es un producto de este mundo o de cualquier otro mundo. Representa la Realidad de la cual has venido y a la que finalmente regresarás.
Es una Gran Alianza. Está completa. Está unida. No existe disensión en ella, ni tampoco conflicto o agravio.
Si pudieras recordar más allá de tus memorias mundanas, tendrías un sentimiento de esto. Es una realidad necesariamente sin imágenes, porque lo que es realmente cierto, más allá del tiempo y el espacio, carece de imágenes. Así que tu mente no puede evocarla ni imaginarla, porque la mente piensa en imágenes, sonidos o algún tipo de impulso físico.
Es importante que sepas que esta Realidad Mayor está conectada contigo y con tu presencia en el mundo. Porque esto te dará la esperanza y el aliento que el mundo no puede darte. Esto te dará la fuerza y la determinación que el mundo no puede darte.
Se trata de un poder y fuerza de un tipo muy diferente. No se basa en la ambición ni la compulsión. No está cargado de miedo, condena o agresión hacia los demás. Es una fuerza que es pura, íntegra y completa. La llevas dentro de ti como un tesoro, como ves, muy por debajo de la superficie de tu mente.
Tú eres parte de esta Alianza, aunque aún te resulte desconocida. Siempre has sido parte de esta Alianza y siempre serás parte de ella en el futuro, no importa lo que pienses o creas, no importa lo que establezcas para ti mismo en este mundo, no importa qué posición adoptes con respecto a ti mismo y los demás. En lo profundo de ti, más allá de todas las maquinaciones de tu mente mundana, está la Gran Alianza.
Eres una extensión de esta Gran Alianza. Si pudieras aclararte, si pudieras prepararte completamente, serías un representante de esta Gran Alianza. En cualquier esfuerzo que se te encomendara que hicieras, tú la representarías: con palabras y sin palabras, con tu misma presencia, con tu forma de ser, con tu actitud hacia los demás, con tu perdón y tu compasión, con tu fuerza y tu determinación, surgidos ahora del Cielo y no meramente de la necesidad personal o la gratificación.
Esta es la Gran Alianza que te salvará. Pero primero debes decidir si te acercarás a ella y volverás a relacionarte con ella, lo cual es lo más natural que puedes hacer.
Tu viaje comienza con la decepción en el mundo, cuando comienzas a entender que tus propósitos personales no pueden satisfacerte y nunca lo harán. No importa cuánto lo intentes, no importa lo que logres, no importa en pos de qué te esfuerces, lo que buscas será esquivo, porque estás mirando en el lugar equivocado.
Lo que tu alma desea no lo puede proporcionar el mundo. Lo que el mundo ofrece es la oportunidad de que descubras este gran deseo dentro de ti, esta necesidad más profunda que supera todas las necesidades y no varía con las circunstancias cambiantes.
La pregunta es: ¿Volverás a relacionarte con lo que vive en lo profundo de ti, con lo que representa tu vida permanente, la vida de la que has venido y a la que retornarás?
Es saber esto. Es sentir esto. Es volver una y otra vez a esto lo que te permitirá escapar de la desesperación, del autorrechazo y del rechazo a los demás.
Puedes orar a Dios por muchas cosas: pidiendo protección, pidiendo adquirir las cosas que deseas, pidiendo estar a salvo de una enfermedad o calamidad. Puedes orar por otros pidiendo las mismas cosas o las cosas específicas que ellos desean o necesitan. Pero Dios ya te ha dado lo que necesitas, y también a ellos.
Solo está esperando a que la llamada lo despierte y te lleve de regreso a ti mismo, no al ser que el mundo ha creado, no a lo que has hecho de ti mismo en el mundo, sino a ti mismo tal como realmente eres, intrínsecamente, en esencia.
Pero debes querer esto. Debes ver que lo necesitas incluso para poder hacer las cosas básicas de la vida con inspiración. Debes ver que lo necesitas para enfrentar las Grandes Olas de cambio que están llegando al mundo, y que alterarán la faz del mundo provocando gran calamidad y convulsión.
Debes ver que lo necesitas para escapar de las nubes que te persiguen, de las sombras que te acosan en tu propia mente: tus propias irresoluciones, tus profundos arrepentimientos, tu hostilidad hacia ciertas personas, y tu temor generalizado de no tener, de perder, de perecer.
Puedes buscar escapar en todo tipo de cosas de este mundo, porque este es un lugar de escape, pero en algún momento te darás cuenta de que eso es infructuoso. No existe escapatoria, excepto regresar, regresar a la Gran Alianza que resplandece dentro de ti, más allá de las nubes de tu mente, más allá de la niebla de tu confusión, más allá de las actitudes y opiniones de otros, más allá de las enseñanzas religiosas de este mundo. La Gran Alianza arde allí. Es una luz para ti.
Espera a ser descubierta, a ser experimentada, a ser expresada. Espera a ser seguida mientras te guía en un camino diferente en la vida, un camino que no es de tu propia creación; un camino que conduce en otra dirección, a la que tú realmente no planeaste ir antes; un viaje que tiene una promesa real y no será un intento infructuoso de satisfacerte a ti mismo con personas, lugares y cosas.
La Alianza está observando y esperando, intentando impedir que cometas otro gran error en tu vida, tratando de llevarte de regreso a tu naturaleza más profunda, a tus sentidos más fuertes.
Este es el Conocimiento dentro de ti del que Nosotros hablamos, el cual forma parte de la Gran Alianza; una Mente más profunda dentro de ti, más allá del ámbito y el alcance del intelecto. Vive como un fuego dentro de ti.
Hay tantas cosas que pueden asustarte, tantas cosas que pueden aterrorizarte, tantas cosas que pueden desanimarte y decepcionarte, tantas cosas que pueden herirte y dañarte. Pero ninguna de ellas puede dañar al Conocimiento que vive dentro de ti, ni a la Gran Alianza de la que forma parte.
Este es el antídoto a la Separación, la Separación que te trajo a este mundo, la Separación que creó el universo en expansión en el que vives, la Separación que se inició al principio del tiempo, cuando una pequeña parte de la Creación decidió que quería estar en una realidad diferente.
Así que Dios creó una realidad diferente, y tú vives en esa realidad: intentando sobrevivir, tratando de ser feliz, tratando de evitar la soledad y el aislamiento, tratando de tener una vida significativa, pero fallando una y otra vez; intentando evitar tu profundo sentimiento de insatisfacción, o huyendo de ti mismo en un sinfín de búsquedas, actividades y estímulos. Estás tan agraviado y obcecado que no puedes permanecer quieto ni cinco minutos.
Cuando puedas comenzar a ver estas cosas con tus propios ojos y a sentirlas, no solo por un momento aquí y allá, sino de manera más continua, comprenderás que no puedes satisfacerte a ti mismo. Comenzarás a darte cuenta de que existe algo más en tu vida, algo más sobre ti mismo y tu destino que no es lo que has estado buscando e intentando cumplir.
Hasta ese momento de reconocimiento, estás perdido en el mundo. Estás fuera de alcance. La Asamblea Angélica no puede llegar a ti, excepto dándote impulsos aquí y allá, que fácilmente puedes descuidar o malinterpretar. Estás fuera de alcance. Te llaman, pero no oyes. Te dan señales, pero no las ves. Intentan contenerte, pero tú te fuerzas a seguir adelante. Intentan pararte, pero tú perseveras. Estás fuera de alcance, hasta que llegas a este punto de inflexión.
Llegas porque estás empezando a ser honesto contigo mismo. El mundo es hermoso, pero peligroso. El mundo es fascinante, pero distrae mucho. Las verdaderas relaciones son muy raras, porque las personas están intentando satisfacerse a sí mismas con los demás. Su propósito y su motivación no son verdaderos.
Estás inquieto. Estás nervioso. Estás agraviado. Tu mente está obsesionada con varias cosas. No estamos siendo maliciosos ni severos contigo al decir todo esto. Simplemente, te estamos diciendo la verdad sobre donde te encuentras.
Dios no te está condenando. No te está castigando. Este es simplemente el resultado de vivir en Separación. Porque cuando intentas abandonar la Creación, dejas todo lo que es espléndido y maravilloso en ella para entrar en una realidad diferente: una realidad cambiante, una realidad de fuerzas poderosas que no puedes controlar, una realidad de peligros, una realidad de demandas, una realidad de competición y adaptación a un entorno duro.
Dado que no existe una alternativa real a la Creación, solo pudo crearse algo muy diferente para que, en este lapso de tiempo, este gran lapso de tiempo, todos los que buscaron la Separación pudieran aprender y evolucionar allí.
Pero con la Separación se creó la Gran Alianza, de modo que todos los que viven en la Separación puedan, en algún momento, descubrir el poder del Conocimiento en su interior y comenzar su retorno a través de la contribución a su mundo, a los lugares que habitan, a quienes les rodean, para redescubrir la relación, para redescubrir la felicidad, para redescubrir la satisfacción, para redescubrir el perdón, para redescubrir la bondad, para redescubrir el amor: siendo amado, dando amor.
Esto es lo que te prepara para el Cielo. No es creer en una ideología religiosa. No es adherirte a una fe religiosa específica. Las puertas del Cielo están abiertas para aquellos que están listos. Tú aún no estás listo, pero puedes llegar a estarlo. Y Dios te está llamando a que reconozcas esto y comiences a prepararte.
El retorno al Cielo es una vida muy distinta, una forma de ser diferente a aquella a la que estás acostumbrado; y una mucho más liviana, mucho más amable, mucho más liberada, mucho más compasiva y comprensiva.
Así es como te preparas para tu Antiguo Hogar: comenzando a vivirlo aquí en una realidad muy diferente, cumpliendo la misión para la que te enviaron, dando ciertas cosas a ciertas personas.
Si estás aquí en una misión, tienes un destino aquí. Tienes un propósito para estar aquí, porque la Gran Alianza te lo ha dado; te ha dado todas estas cosas.
Puedes dejar a Dios, pero Dios no te deja. Una parte de ti todavía está conectada a Dios. Una parte de ti sigue siendo íntegra, completa, incorrupta por el mundo, inalterada por el mundo. No puede ser seducida, no puede ser tomada, no puede ser destruida. Qué libertad tendrás cuando sepas que esto es quién tú eres.
Este es el antídoto para el sufrimiento incesante. Es el antídoto para la ansiedad, la preocupación y el autorrechazo interminables. De esto trata realmente la religión, tan diferente de lo que las personas han hecho de ella a lo largo del tiempo. Por eso, Dios inició todas las religiones. Y todas han sido cambiadas por el hombre.
Se trata del retorno, como ves. Se trata de la contribución que tienes que hacer aquí. Se trata de tu misión y de tu propósito para estar aquí, que únicamente el Conocimiento en tu interior sostiene para ti.
Tú no puedes descifrarlo. Pero puedes ponerte en posición de prepararte para ello, de construir una base para ello, de modo que pueda emerger naturalmente, lo cual hará una vez que esta base haya sido construida.
No lo tendrás un día solo porque lo quieras, pues no estás listo. Tu mente todavía está muy confundida y es ambivalente acerca de la verdad. Sí, quieres paz y felicidad, pero también quieres muchas otras cosas. Sí, quieres experimentar la verdadera relación, pero también quieres muchas otras cosas. Por tanto, se necesita tiempo, a través de muchas etapas, para que el retorno sea exitoso y completo.
Pero Dios sabe quién eres y dónde estás. Y Dios te ha encontrado mientras estabas a la deriva, como una mota en el océano, perdido en el mundo, en los turbulentos mares de un mundo caótico.
Una vez que comiences a escuchar y a responder, el poder del Conocimiento comenzará a surgir dentro de ti, y comenzarás un viaje más grande en la vida, tal vez de manera muy vacilante al principio; pero, aun así, podrás empezar y comenzar a dar los Pasos al Conocimiento.
Ahora, la Gran Alianza comenzará a prestarte atención, porque finalmente estás respondiendo. Finalmente estás volviendo a tus sentidos más profundos. Finalmente estás comenzando a decir la verdad en tu propia experiencia.
Pero hay un largo camino por recorrer. Tienes mucho que deshacer. Tienes mucho que perdonar. Tienes mucho que reconocer y aceptar, y eso toma tiempo.
Pero el tiempo es realmente para eso. De lo contrario, usarás el tiempo para languidecer, para vivir una vida azarosa e infructuosa. Es un tiempo bien invertido.
Dios está llamando al mundo nuevamente a través de una Nueva Revelación para el mundo, dada en forma pura, sin corromper por el hombre, sin cambiar por la historia; dada en forma pura, dada a través de un Mensajero enviado al mundo con este propósito; grabada, transcrita, recibida, presentada en la Palabra y el Sonido de la Voz de la Revelación, que por primera vez en la historia puede escucharse. Ahora tú y los demás podéis escuchar una Voz como la que habló a los grandes Mensajeros del pasado. Esto es un milagro. Es asombroso. No tienes idea de lo importante que realmente es. Es la Gran Alianza, como ves.
A medida que la niebla comience a despejarse en tu mente y las nubes se abran en tu conciencia, comenzarás a sentir esta Alianza y tendrás una gran conexión con el Cielo, el cual está capacitándote y apoyándote en la construcción de una base para una mayor vida en el futuro.
No sabes cómo se verá ni cómo se construirá, porque no tienes los planes y no puedes inventarlos por ti mismo. Pero los planes ya se han hecho para ti, como ves. La forma en que se expresarán y dónde se expresarán depende de muchas cosas, porque este es un mundo caótico. Pero el Plan es el Plan. Y tu corazón anhela esto y lo busca; lo desea sobre todas las cosas.
Si fueras verdaderamente honesto contigo mismo, verías esto y lo sentirías, y tendría perfecto sentido para ti. Pero aún no has obtenido esta claridad. Por eso, este es un viaje de muchos pasos. Por eso, debes construir una base de relaciones, trabajo, salud y espiritualidad en este mundo para que el Conocimiento tenga una plataforma para hablar a través de ti; el Conocimiento que constituye tu verdadero Ser y todavía está conectado a Dios.
Es un Plan perfecto que puede expresarse en un mundo muy imperfecto. No puede ser hecho por el hombre. No puede ser modelado. No puede ser inventado. No puedes comprarlo. Tus oraciones y deseos no lo establecerán si no emprendes el verdadero viaje, el viaje que debes realizar para restaurar tu verdadera integridad, dignidad, propósito y dirección.
Esto conllevará muchos pasos. Tomará tiempo. Pero el resultado está asegurado debido a la Gran Alianza, porque la Gran Alianza está conectada con lo que tú eres. Y ahora estás cada vez más aliado con ella.
La Alianza no tomará todas las decisiones por ti, ya que debes tomarlas tú. Debes enfrentar las consecuencias de tus decisiones. Debes ser responsable de tus decisiones. Por tanto, no vayas diciendo que Dios te está guiando a hacer esto o aquello, pues ¿cómo puedes estar seguro? No es así como funciona, como ves. La motivación viene de lo más profundo de ti. Debe hacerte fuerte, no débil.
De esta manera, te vuelves honesto y humilde sin volverte débil, dependiente, impotente o desesperanzado. El Cielo ahora puede comenzar a moverse a través de ti, porque eres lo suficientemente fuerte como para llevarlo. Eres lo suficientemente discreto para compartirlo solo con ciertas personas. Eres lo suficientemente compasivo para que tu mente esté clara, de modo que puedas ver con claridad y entender lo que sucede a tu alrededor, algo que no es posible cuando tu mente está llena de juicios y condena.
Tienes que trabajar tu camino de regreso. Tienes que reconstruir tu mente y tus asuntos bajo la guía del poder del Conocimiento que Dios te ha dado para lograrlo.
No puedes irte al Cielo. No puedes simplemente escapar del mundo, porque ahora estás destinado a estar aquí con un propósito mayor.
Es un Plan perfecto. Y una vez que comiences a experimentarlo, sentirás esta perfección. Y estarás agradecido, muy agradecido, por recibir este regalo, porque existe una salida para ti.
Te desafiará, sí. Será misterioso, porque no lo creaste y no puedes controlarlo completamente. Pero será perfecto.
Y verás que eres parte de una Gran Alianza. Y sabrás que no eres sino una pequeña parte. Y honrarás la fuerza por encima de ti y la fuerza dentro de ti, porque ahora ambas están unidas.