La inteligencia más profunda dentro de ti


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 23 de octubre de 2008
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: The Deeper Intelligence Within You

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

Naciste con una inteligencia más profunda, una inteligencia que es fundamental para tu naturaleza y para tu Ser. Es una inteligencia que no está conectada directamente a tu cuerpo físico. Es una inteligencia que tenías antes de venir al mundo y que tendrás tras dejarlo. Es una inteligencia muy diferente a tu intelecto.

Tu intelecto ha sido condicionado por el mundo, por tu entorno, por tus decisiones y las decisiones de otros. Este representa muchas de las creencias, prejuicios y mitología de tu cultura y de tu tiempo. Es el producto de tu experiencia en el mundo hasta ahora.

Pero existe una inteligencia más profunda dentro de ti que existió antes de tu intelecto, y que está conectada a la Inteligencia más profunda del universo, llamada Dios.

Puedes pensar en esta inteligencia de muchas maneras diferentes, pero no puede ser definida. Sus límites no pueden ser delineados por el intelecto. Puedes asociarla con las ideas de las enseñanzas y tradiciones religiosas humanas, pero, en esencia, desafía la definición. Porque no es solamente una cosa o una idea. Es una presencia y una experiencia, un poder y un movimiento en tu vida.

Dios te ha dado esta inteligencia más profunda para guiarte, protegerte y conducirte a una vida mayor en el mundo, una vida que te permitirá cumplir el propósito superior por el que viniste aquí.

Esta inteligencia más profunda es muy diferente a tu mente mundana. No delibera. No fantasea. No especula. No juzga ni condena. No debate. No se confunde. No está impulsada por el miedo y la inseguridad, el deseo y la fantasía. Es profunda y silenciosa. Es como lo profundo del océano.

Tú vives en la superficie con tu mente superficial. Ahí es donde está tu conciencia. Pero la superficie es solo la superficie. Bajo la superficie de tu mente hay una Mente más honda: una Mente profunda, una Mente en la que estás conectado a la vida, una Mente que tiene un propósito superior para estar en el mundo, una Mente que no le teme al cambio. Ni siquiera teme a la muerte. Esta quieta. Está atenta. Es el centro y la fuente de tu integridad, tu fuerza y ​​tu verdadera dirección en la vida.

En esencia, todas las religiones tenían la intención de llevarte al Conocimiento, pues es ahí donde Dios puede influirte y donde ya existe tu relación con Dios. Es ahí donde Dios no es simplemente un gran concepto o un Ser lejano. Esta es una relación que desafía la definición.

Es por eso que el Camino del Conocimiento ha sido amenazante para las instituciones religiosas que basan su existencia en doctrinas e ideologías, en la obediencia y la lealtad humanas, porque si animas a las personas a conectarse con el Conocimiento dentro de sí mismas, ¿quién sabe lo que estas harán? No puedes aprovecharte de ellas, ni acorralarlas. Ellas no marcharán al paso de tus órdenes. No serán obedientes a tus preceptos. Solo en las tradiciones místicas de cada tradición religiosa verás un énfasis en esta profunda experiencia de conocimiento y resonancia.

Dios ahora está presentando a través de un Nuevo Mensaje una comprensión más profunda de la espiritualidad humana al nivel del Conocimiento. Esta idea no es del todo nueva, pero nunca ha sido debidamente aclarada.

Las personas no se dan cuenta de que Dios ha plantado una inteligencia más profunda en su interior. Porque Dios no está manejando vuestros asuntos diarios. Dios no está controlando los vientos y el clima. Dios no es el autor de todo lo que te sucede a ti y a los demás. Dios ha creado un sistema de vida que se mantiene y se regula por sí mismo. Dios no está controlando el vuelo de la mariposa, ni el movimiento de las hormigas, ni las migraciones de los pájaros.

Dios te ha enviado a un mundo que es muy caótico, un mundo donde te puede pasar cualquier cosa, donde ocurren eventos, algunos de ellos impulsados ​​por fuerzas que ni siquiera puedes entender. Dios no está controlando el movimiento de los planetas o la salida del sol. Todo eso se puso en marcha mucho tiempo antes de que se creara la idea del tiempo. Se puso en marcha de forma que se autorregulara y evolucionara, un sistema y un conjunto de sistemas que funcionaran por sí mismos, en los que la vida podría evolucionar de acuerdo con un patrón de creciente complejidad y diversificación.

Dios no quiere cargar con la gestión de todo esto. Esto se puso en marcha. Y por eso es tan caótico y difícil sobrevivir y adaptarse al mundo.

Por eso, para estar aquí debes tener un intelecto que sea capaz de resolver problemas sofisticados. Debes tener un cuerpo físico maravilloso que sea capaz de funcionar en este entorno complejo y en constante cambio. Pero necesitas el Conocimiento para mantenerte conectado con la Fuente de tu vida y con aquellos que te enviaron al mundo.

Es como el buceador de aguas profundas. Sí, está bajo el agua. Sí, está usando su traje de buceo. Pero hay una línea de vida que lo conecta con la superficie. Y el Conocimiento es como la línea de vida que te conecta con la superficie.

Es como si entraras en una caverna profunda, un laberinto de túneles sin mapear, desconocido, aparentemente interminable. Pero hay un hilo que has llevado contigo para que puedas encontrar el camino de regreso. El Conocimiento es parecido a eso, ¿lo ves?

Has entrado en un mundo donde Dios es desconocido, donde las personas se desconocen entre ellas e incluso a sí mismas. Pero existe una inteligencia más profunda dentro de ti que sí sabe. Es como si un pedacito del Cielo te acompañase en este descenso al mundo de la forma, el cambio, la vida y la muerte.

Incluso si no quieres tener nada que ver con Dios y la Creación, con el propósito y el destino, bueno, así son las cosas. Dios, un pedacito de Dios, te acompaña en el viaje. No puedes sacudírtelo. No puedes huir y esconderte. Puedes negarlo, puedes evitarlo, puedes construir una barrera a tu alrededor. Pero Dios te acompaña en el viaje. Puedes decir: «Oh, no creo en nada de esto. No creo en Dios. No creo en esa inteligencia más profunda», pero la inteligencia más profunda seguirá ahí.

Puedes afirmar que no quieres tener un destino, un propósito y una responsabilidad estando aquí. Que quieres ser lo que tú quieres ser. Que quieres ser el dios de tu universo. Que quieres crear tu realidad. Está bien, adelante. Pero Dios sigue ahí. Dios está en todas partes.

Has olvidado tu estado Celestial, tu Antiguo Hogar, pero este sigue ahí dentro de ti. Y es por eso que la redención está ahí para ti. Es por esta razón que, en última instancia, la redención es para todos. Solo es cuestión de tiempo y sufrimiento. Sin importar en qué nivel de infierno y sufrimiento alguien pueda estar, ya sea que esté en este mundo o en algún otro mundo, Dios le redimirá, porque Dios le acompaña en el viaje.

Si puedes considerar esto, te dará una inmensa esperanza y confianza. Pero debes comprender que eres tú quien debe hacer el trabajo. Eres tú quien debe construir el puente hacia el Conocimiento. Eres tú quien debe ganar el coraje y la determinación para seguir al Conocimiento. Eres tú quien debe desarrollar las habilidades de discernimiento y discreción para construir una conexión con el Conocimiento y aprender a distinguir el Conocimiento de todas las demás voces en tu mente: la voz de tu cultura, la voz de tus padres, la voz de tu familia, la voz de tu gobierno, la voz de tus creencias, la voz de tu ideología, la voz de tus fantasías y la voz de esas fuerzas en tu entorno local que te disuadirían de descubrir el poder y la presencia del Conocimiento dentro de ti mismo.

Eres tú quien debe aprender a gobernar tu mente, a dirigir tus pensamientos, a aquietar tu mente cuando sea necesario. Eres tú quien debe aprender a comunicarse de manera efectiva con otros, y a buscar el poder y la presencia del Conocimiento en su interior. Eres tú quien debe abogar por la verdad. Eres tú quien debe practicar la tolerancia, la moderación y el perdón.

Así que no creas que puedes quedarte sentado y pensar que Dios se encargará de todo por ti. Porque Dios te ha enviado aquí para que te encargues de todo.

No pienses que el Conocimiento simplemente te mostrará y te dirá qué hacer, y que tú serás llevado como un niño pequeño. No, tendrás que ser el vehículo del Conocimiento en el mundo, y tendrás que ganar la fuerza, la habilidad, la moderación y el discernimiento necesarios para asumir esta mayor responsabilidad.

Porque si bien puedes tener tus propias metas y aspiraciones personales, tus propias obligaciones con otros, tus propias limitaciones y demás, el Conocimiento dentro de ti está aquí en una misión. Es tu misión.

Puedes inventarte cualquier meta personal que quieras. Puedes intentar ser lo que quieras ser, lo cual, generalmente, es solo un proceso de imitar a otros. Puedes establecer cualquier tipo de objetivo para ti mismo. Puedes cambiar tu apariencia. Puedes cambiar la apariencia externa de tu vida. Pero todo eso es como redecorar la celda de tu prisión. Pensando que has transformado tu vida, solo le has dado una apariencia diferente, pero tu condición fundamental sigue siendo la misma.

Puedes mudarte a un entorno más agradable. Puedes cambiar tu estilo. Puedes involucrarte en cosas nuevas y emocionantes y pensar que realmente has cambiado tu vida. Pero tu condición, viviendo en Separación y desconectado del poder y la presencia del Conocimiento dentro de ti, no ha cambiado. Tu necesidad fundamental, tu relación fundamental, aún tiene que ser plenamente reconocida.

Por eso, en algún momento, debes volver a la realidad y comprender que ninguna cantidad de placer, de escape, de evasión o de estimulación resolverá tu problema fundamental. Necesitas el Conocimiento para que te guíe, te proteja y te revele lo que es cierto, y para que te revele la dirección en la que realmente debe ir tu vida.

Esto requiere, por supuesto, humildad. Pero también requiere una verdadera autodeterminación, porque el Conocimiento es poderoso y tiene una dirección real. Si no tienes el coraje y la determinación necesarios, te sentirás demasiado débil y ambivalente para seguir esta dirección. Estarás demasiado inseguro. Sentirás que debes vivir en un constante estado de autodefinición y control personal. Pero no puedes tener esto cuando sigues al Conocimiento, porque es misterioso y no lo experimentarás todos los días.

Entonces, ¿puedes soportar esta incertidumbre? ¿Puedes asumir estos riesgos? ¿Puedes romper las cadenas de tu condicionamiento social y tu obligación hacia otros, para seguir un mayor poder y presencia dentro de ti mismo? ¿Puedes cuestionar tus ideas, creencias y suposiciones fundamentales, esperando a que el Conocimiento te revele lo que es realmente cierto, y cómo discernir lo que es cierto de lo que es falso, lo que es realmente bueno de lo que solo lo parece?

No, aquí no hay escapatoria. Aquí no hay beneficencia. Aquí no puedes ser como un niño pequeño. Debes volverte fuerte, determinado, consciente, humilde y compasivo, porque esto es lo que el Conocimiento requerirá de ti si quieres aprender de su realidad y seguir su guía.

Lo que la mayoría de las personas no entienden sobre el Conocimiento es que uno de sus principales objetivos es mantenerte vivo, porque ¿cómo puedes prepararte para una vida mayor si no puedes seguir con vida? Por eso, el Conocimiento te protegerá y ejercerá su influencia para evitar que cometas errores, que te comprometas en relaciones que no tienen futuro ni destino, que entregues tu vida a otras personas antes de que sepas qué es tu vida y cuál es su fin.

Sientes estas influencias dentro de ti incluso si eliges ignorarlas o anularlas. Sientes los esfuerzos del Conocimiento incluso si piensas que es otra cosa. ¿Cuántas veces te has apresurado a hacer algo, sintiendo una sensación de aprensión, de verdadera duda o de restricción dentro de ti mismo? Y, sin embargo, seguiste adelante y lo hiciste de todos modos. Esto forma parte de la experiencia de todos.

En algún momento, te das cuenta de que no tomas buenas decisiones, de que estás ciego a ciertas cosas, de que te convencen fácilmente ciertos tipos de encantos e incentivos. Llegas a darte cuenta de que tienes estas debilidades, y que son realmente críticas al afectar a la calidad y el resultado de tu vida. Aquí llegas a ver la necesidad del Conocimiento.

No puedes ceder toda tu autoridad al Conocimiento, porque eres tú quien debe hacer la mayor parte del trabajo. Pero lo que sí tienes es una guía, una presencia y un poder de una fuerza y ​​una fiabilidad inmensas, un poder que el mundo no puede corromper, un poder que no será seducido por los atractivos de la belleza, la riqueza y el encanto, un poder que te devuelve tu valor y significado esencial, así como el sentido y la dirección de tu vida.

¿Qué recompensa en el mundo podría compararse con esto? ¿Quizá hermosas posesiones que poder contemplar; elogios de otros que solo quieren usarte en su propio beneficio; belleza para atraer a personas con intereses depredadores; encanto para que puedas controlar a otras personas y hacer que hagan lo que tú quieres que hagan, perdiendo así cualquier esperanza de tener una relación genuina y significativa con ellas?

Cuando mires estos incentivos en el mundo, verás que en realidad son una traición, porque requieren que seas algo diferente de lo que eres. Te niegan el valor de la relación genuina y la experiencia de afinidad con otros.

Aquí usas a las personas y todas las cosas como si fueran meros recursos para lograr tus objetivos, pero, al hacerlo, te conviertes tan solo en un recurso. La honestidad, la inspiración, el reconocimiento, la verdadera relación… todo esto lo pierdes. Pagas el precio más alto de todos. Y, al final, encuentras una terrible decepción, una vida infructuosa.

Incluso si logras riqueza y dominio, eres una persona desconocida para ti mismo. Eres como un depredador. No sabes tu valor. No conoces tu propósito. Estás solo. Tienes miedo. Estás perdido en el papel que has creado para ti mismo. Eres un prisionero en tu hermosa y pequeña celda.

Piensa por un momento si esto es lo que quieres lograr para ti. Ve con los ricos y los poderosos y observa si te inspiran. Ellos podrían fascinarte con sus posesiones y sus placeres. Pero observa y ve si ellos, como individuos, te inspiran o si darías tu vida por ellos.

Es posible que desees riqueza para no tener que trabajar tan duro para mejorar tus circunstancias. Y hay mérito en eso, hasta cierto punto. Pero si te pierdes a ti mismo, si pierdes tu corazón, si pierdes la cabeza en el proceso, serás el gran perdedor.

Es mejor que fracases en tus objetivos y no pierdas la vida en el proceso. Es por eso que, para algunas personas, el fracaso es mucho mejor que el éxito. Les da la oportunidad de redescubrir su relación fundamental con el Conocimiento, mientras que las personas que logran sus objetivos se alejan cada vez más del Conocimiento. Ellas piensan que están ganando cuando, en realidad, están perdiendo. Y seguirán intentando ganar de la misma manera, perdiendo así cada vez más. Porque la única satisfacción real para la necesidad más profunda del alma es que encuentres tu propósito y lo cumplas.

Puedes rodearte de cosas hermosas, gente hermosa y lugares hermosos, pero si no has encontrado tu propósito y tu verdadera dirección, entonces tu alma está inquieta. Y tu mente se llenará de conflicto e insatisfacción. Has creado una gran ilusión para ti mismo y estás tratando de obtener valor de ella, pero apenas puede darte nada.

Para que tengas una relación genuina con otro, la presencia del Conocimiento debe estar ahí, porque unir tu alma con otro requiere el permiso de tu alma. No es una función de la voluntad de tu mente: «Me obligaré a mí mismo a entregarme a esta persona». Si el Conocimiento no va allí, entonces no tienes una relación real con esa otra persona. Es una relación basada en la atracción, basada en la manipulación, basada en la ilusión y la usura. No resistirá las dificultades y los desafíos de vivir una vida real.

Entonces, las caras bonitas se marchitan. Y la riqueza y el esplendor conducen a una especie de autodegradación, una disipación de tu Espíritu. Esto lleva a muchas personas a las adicciones. Intentan automedicarse para dejar de sentir el dolor y la angustia de sus vidas vacías.

Pero el Conocimiento sigue contigo. Está contigo ahora mismo. Si aquietas tu mente y aprendes a hacer esto, aquietándote a ti mismo, puedes comenzar a sentir que el Conocimiento ya te ha entregado mensajes. Imagina que hay un buzón en ti y que el Conocimiento te envía mensajes. Y así, vas todos los días a ver si hay algo en tu buzón, cualquier cosa que sepas que tienes que hacer ese día o que tienes que terminar de los días anteriores. Sigues al Conocimiento en cosas pequeñas, y luego obtienes la fuerza y ​​la confianza para seguir al Conocimiento en cosas más grandes.

Cuando vayas a un restaurante y elijas del menú, piensa en todo lo que te atrae. ¿Es eso realmente lo que deberías comer esta noche? Es un sentimiento. Tal vez no importe, pero en ciertos casos importará, porque lo estás preguntando. Antes de salir a ver una película, pregúntate: «¿Realmente debería ver esta película?». Ya sea que el Conocimiento responda o no, lo importante es que estés preguntando. Y comenzarás a sentir y escuchar una respuesta.

Esto moderará tus deseos. Esto debilitará la atracción que ejercen otras cosas sobre ti. Esto comenzará a mitigar tus compulsiones y tu necesidad de escapar de ti mismo.

Al principio, creará una lucha, una lucha entre lo que sabes y lo que quieres. Quieres esto, pero al Conocimiento realmente no le importa, lo que significa que no es importante. Quieres tener esta cosa, esta persona, esta experiencia, y vas al Conocimiento. O te está restringiendo, o no le importa. Y ves la diferencia entre lo que quieres, entre las necesidades y los deseos que impulsan tu intelecto, y la naturaleza real de la inteligencia más profunda dentro de ti.

Ves que lo que pensabas que querías, en realidad no lo quieres. Lo que pensabas que era tan atractivo, realmente no atrae al Conocimiento en ti. Lo que realmente te preocupa, bueno, al Conocimiento no le preocupa. Que estés en las nubes en tu imaginación o bien en el bosque del Conocimiento, hace una gran diferencia en lo que te influye, lo que te afecta, lo que te atrae y lo que es realmente importante para ti.

Aquí comienzas a ver en tu propia experiencia que existe una parte de ti que es sabia y perseverante, y otra que es imprudente, necia, crédula, que se deja persuadir y seducir fácilmente. Hay una parte de ti que caerá en las trampas que te rodean, y hay una parte de ti que no lo hará. Hay una parte de ti que entregará tu vida por una cara bonita o una personalidad encantadora, y hay una parte de ti que nunca hará eso.

Conectarte con el Conocimiento, identificarte con el Conocimiento y seguir al Conocimiento en sus motivaciones, sus restricciones y su indiferencia, es lo que libera tu mente y centra tu experiencia de ti mismo en un nivel más profundo, en una base más íntima y profunda.

Las personas pueden orar a Dios pidiendo liberación, pidiendo libertad, pidiendo lograr sus objetivos, pidiendo ser liberados del peligro. Pueden postrarse. Pueden llevar a cabo con fervor las ceremonias de su religión.

Pero Dios ya ha puesto el Conocimiento dentro de ti. Sin embargo, este no se encuentra en la superficie en la que vives. Está en las profundidades. No es una idea. Ir al Conocimiento no es un ejercicio intelectual. No es algo que tu mente pueda construir y controlar. Tu mente solo puede participar. No está a cargo del proceso.

Las personas siguen intentando entender. Tratan de entender. Tratan de conceptualizar, de sacar conclusiones, de dar forma a las cosas, de acotar las cosas. Pero el intelecto no fue diseñado para hacer eso con las cosas realmente importantes de la vida. Fue diseñado para resolver los problemas de las dificultades de la vida: para enfrentar el desafío de la supervivencia, para enfrentar el desafío de vivir y adaptarse a un mundo en un estado constante de cambio y flujo. Pero no fue creado para discernir y definir el mayor significado y propósito de la vida. Estas son experiencias profundas que suceden a un nivel más hondo.

Si quieres saber hacia dónde van las corrientes oceánicas, tienes que ir bajo la superficie. Tienes que mirar el panorama general. Si quieres saber por qué los vientos soplan de una manera un día y de otra forma al día siguiente, tienes que entender el clima a una escala mayor, las fuerzas que mueven lo que tú experimentas localmente todos los días.

Dentro de ti, esto es un misterio. El intelecto tiene límites. Tiene fronteras. Puede crear fabulosos sistemas cosmológicos de pensamiento, pero el Misterio siempre está más allá.

Para experimentar este Misterio, tienes que salir de tu mente. Tienes que ir bajo la superficie y dar los Pasos al Conocimiento. Tienes que dejar de lado tus nociones de la realidad metafísica y todas las asociaciones que tu mente intentará hacer, porque, realmente, la experiencia central no necesita esas cosas. Y puede que no las valide en absoluto. En el nivel del Conocimiento, puedes descubrir que la vida es muy diferente de lo que pensabas que era, o de lo que pensabas que debería ser.

El poder y la presencia del Conocimiento están dentro de ti. Esto representa tu relación más fundamental. Representa la fuente de tu fuerza, tu integridad y tu seguridad. Evitará que entregues tu vida. Te impedirá el comportamiento autodestructivo. Te dará el poder de discernimiento para saber con quién estar y cómo estar con ellos, y todas las muchas cosas que debes evitar, y cómo considerar un mundo en cambio y un mundo en conflicto.

El Conocimiento es silencioso y penetrante. No está inquieto ni agitado como tu intelecto. Te dará el poder de ver, saber y actuar con una certeza más profunda y una mayor determinación.

Esto es lo que necesitas ahora. Tú, que apenas puedes quedarte quieto durante cinco minutos, necesitas este poder de concentración. Necesitas saber estar tranquilo, reducir la velocidad, estar con las cosas plenamente, considerar tus decisiones con más profundidad, evaluar las cosas con mayor objetividad, dejar de ir de un lado a otro y esas tonterías para estar realmente con las cosas esenciales de tu vida.

Pregúntate: «¿Qué es lo realmente importante para mí en la vida?». Sigue haciéndote esta pregunta y sigue escribiendo lo que te venga a la mente. Haz esto por un tiempo, y luego observa tus relaciones con las personas, los lugares y las cosas, y di: «¿Representa esto, en verdad, lo que es realmente importante para mí? ¿Puede esto, en verdad, apoyar lo que es realmente importante para mí?».

Te chocará lo que verás. Verás con qué poco te has conformado, cuánto compromiso has hecho cuando no se requería compromiso. Verás que estás asociado con personas y lugares de una manera que no representa tus inclinaciones más profundas, tus necesidades más profundas.

Verás que es mejor estar solo que estar con personas que no pueden o no quieren reconocer quién eres ni discernir tu mayor propósito y dirección, y que todo este comportamiento social termina por no significar nada, a menos que tengas una conexión realmente más profunda con las personas y estés haciendo con ellas algo importante en la vida.

Toda esta huida y obsesión por las cosas de poco valor es desperdiciar tu vida. Estás gastando tu inteligencia, tu tiempo y tu energía, y estás perdiendo las cosas realmente importantes. No estás prestando suficiente atención a tu entorno. No estás viendo las Grandes Olas de cambio que se avecinan en el horizonte. No te estás tomando la vida en serio.

¿Qué es lo realmente importante para ti que es más importante que cualquier otra cosa? Si solo puedes ser, hacer o tener tres cosas en la vida, ¿cuáles serían? ¿Estás viviendo una vida basada en esto? ¿Son tus estándares lo suficientemente altos? ¿Estás funcionando y comportándote de acuerdo con tus necesidades más fundamentales? ¿Cómo puedes ser frívolo e inconsciente de tu comportamiento cuando tienes una misión tan grande que hacer en tu vida, una conciencia tan profunda dentro de ti?

El Conocimiento comenzará a surgir dentro de ti cuando realmente veas que lo necesitas, y veas cuánto lo necesitas, y veas que, sin él, vivirás una vida muy por debajo de lo que realmente debe ser. Verás hasta qué punto tus pensamientos, tus sentimientos y tu comportamiento están determinados por la voluntad y la expectativa de otros.

El Conocimiento surgirá cuando veas que es esencial y fundamental para tu vida. Entonces traerá la determinación y el reconocimiento necesarios. Tal vez la decepción te lleve a este reconocimiento dentro de ti mismo. Tal vez el fracaso personal, que buscas evitar con tanto ímpetu, sea lo que traiga sobriedad a tu mente y te muestre tu mayor necesidad, la necesidad más profunda de tu alma, y ​​te devuelva a una experiencia más profunda dentro de ti.

Tu intelecto es un instrumento maravilloso cuando se emplea correctamente. Es creativo. Es brillante. Tiene inmensas capacidades cuando se emplea correctamente. Pero debe servir a algo más grande. Es un sirviente maravilloso, pero un dios pésimo.

Es débil. Es falible. Es fácil de seducir y persuadir. Es crítico. Es vengativo. Es celoso. Es mezquino. Es obsesivo. Es todas estas cosas cuando no tiene nada más grande a lo que servir, para lo cual está destinado y diseñado. Sin este mayor servicio, es inseguro. No sabe lo que está haciendo. Es un gran vehículo de comunicación sin nada realmente de valor o significado a lo que servir.

Su potencia se está desperdiciando. Sus capacidades no están siendo cultivadas. Y así, actúa de manera errática y necia. Al no tener una seguridad real en su interior, al no tener un servicio mayor que realizar, comienza a funcionar incorrectamente.

Es por eso que personas que son tan inteligentes viven vidas tan tontas y carentes de sentido, porque no han encontrado su mayor servicio. No están poniendo su intelecto y su cuerpo al servicio del propósito real que las ha traído aquí. Así que nada está funcionando muy bien. Y el cuerpo se convierte en esclavo de la mente y es castigado por los propios conflictos y usos indebidos de la mente.

Ves esto en todas partes. No condenes a las personas por sus errores o sus necedades, pero aprende de ellas. Porque la vida a tu alrededor te está enseñando los méritos de seguir el Conocimiento y los resultados de no seguirlo. Deja que todo te enseñe el valor de acceder a esta inteligencia más profunda.

Pero recuerda, no puedes usar al Conocimiento. No es un recurso para el intelecto. No puedes usarlo para ganar competiciones, controlar a otros, manipular el futuro o crear riqueza personal. El espíritu no es un recurso para la mente. Muchas personas cometen este error, y es un error fundamental.

Es la mente intentando ser Dios, usando a Dios o tratando de usar a Dios. Pero esto no se puede hacer. La mente no puede usar al Conocimiento. El Conocimiento simplemente se volverá silencioso, como si ni siquiera existiera. No puedes usar el Conocimiento para ganar la lotería, o para hacer que alguien te ame, o para hacer algún tipo de plan que te haga rico, que saque provecho del fracaso y los errores de otros. El Conocimiento es ético y moral. No hará eso. Entonces se retirará, y tú pensarás que ni siquiera existe.

Vienes al Conocimiento para entregar tu vida, para pedir ayuda. Vienes en un estado de humildad y reconocimiento de tu verdadera condición. No vienes a usar ni a manipular. Si esa es tu intención oculta, el Conocimiento permanecerá en silencio contigo. Es mucho más inteligente que tú, que tu mente. No puede ser persuadido, ni manipulado, ni enrolado en tus planes y esquemas. Si ese es tu intento, el Conocimiento calla y ni siquiera te das cuenta de que está ahí. Simplemente, tejerás tus propias ilusiones al respecto y pensarás que estás siendo guiado por el Conocimiento, cuando, en realidad, solo estás siendo engañado por tu propia trampa.

Tomas los Pasos al Conocimiento dándote cuenta de que estás tratando con la Presencia de Dios dentro de ti. Vienes basado en tus necesidades reales y en un estado de humildad y reconocimiento honesto. No vienes como un estafador o un depredador. Vienes porque es ahí donde la naturaleza y tus impulsos más profundos te están llevando. Vienes porque ves que no puedes administrar o dirigir tu vida de manera efectiva sin este mayor poder e inteligencia. Alcanzas a ver que no puedes definir tu vida ni vivir únicamente de acuerdo con los modelos de la sociedad, si quieres que tu existencia tenga algún significado real.

Vienes al Conocimiento porque es totalmente natural que lo hagas. Al darte cuenta de tus límites, al darte cuenta de tu capacidad de errar, al darte cuenta de la vulnerabilidad de tu vida y de la fragilidad de tus circunstancias, vienes al Conocimiento. No sabes lo que el Conocimiento te dará; simplemente, vienes a él.

Este es el gran punto de inflexión en la vida. Y muchas personas vienen aquí como resultado de una profunda decepción y desilusión. Vienen porque sienten la necesidad más profunda del alma. Y se dan cuenta de que no pueden satisfacer esta necesidad con todas las cosas que han estado intentando hacer, ser y tener. Este es un gran momento. Esto es prometedor. En las gradas del Cielo están vitoreando, porque estás viniendo al Conocimiento.

Dios ha provisto los Pasos al Conocimiento en la Nueva Revelación de Dios para el mundo. El camino al Conocimiento ha sido establecido dentro de todas las grandes tradiciones, pero debes buscarlo. Y debes encontrar a los verdaderos maestros, los cuales pueden ser difíciles de encontrar. No son las figuras públicas. No son las personalidades de los medios de comunicación. No son las celebridades de la religión. Ellos son los maestros ocultos y secretos. Pueden ser muy difíciles de encontrar. Así que Dios ha enviado los Pasos al Conocimiento en una forma que cualquiera puede usar allí donde se encuentre, sin tener que buscar en los rincones ocultos del mundo.

Dios ha enviado un Mensaje en forma pura. No ha sido tomado por los gobiernos. No ha sido cambiado por personas ambiciosas. No ha sido codificado ni alterado por personas que no tienen una base espiritual real. Viene en forma pura. Parece humilde y simple, pero es profundo y penetrante.

Las personas pueden mirarlo y decir: «Oh, sé todo sobre esto. Lo entiendo». Pero no lo entienden. Ellas piensan que esto encaja con su conjunto de ideas. No tienen idea de con qué están lidiando aquí.

Dios ha enviado los Pasos al Conocimiento porque ahora todos necesitan el Conocimiento. No es simplemente una recompensa para la élite, para los elegidos o para unos pocos. Todos necesitan ahora el poder y la presencia del Conocimiento.

Los necesitan para la necesidad de su alma. Los necesitan para traer armonía y claridad a sus circunstancias. Los necesitan para corregir los errores y encontrar su verdadera dirección. Los necesitan para prepararse para las Grandes Olas de cambio que se avecinan en el horizonte, las cuales alterarán el paisaje del mundo. Los necesitan para poder tener la oportunidad de encontrar y cumplir el propósito superior por el que vinieron al mundo. Los necesitan para su seguridad y protección, no solo del daño físico y la privación, sino también del control y la manipulación por parte de otros que buscan usarlos como recursos.

Todo el mundo necesita el Conocimiento ahora: los ricos, los pobres, los favorecidos, los desfavorecidos, en cada nación, cultura y tribu, en cada aldea y pueblo, porque Dios redime a través del Conocimiento, a través de la adhesión al Conocimiento, a través de la unión con el Conocimiento. Así es como Dios redime a los separados en todas partes, siempre, en todos los mundos, en todos los planetas, en todas las galaxias. Ese es el Plan de Dios.

En cada religión, en cada tradición de fe, así es como Dios redime a los separados: reuniéndolos con el poder y la presencia del Conocimiento y capacitándolos para cumplir su misión en la vida. Esto es lo que te reúne con tu Fuente, con tu poder, con tu valor. Y esto se hace de tal manera que el mundo en el que vives se beneficia de tu redención. No es simplemente una búsqueda egoísta de iluminación. Contribuyes al mundo inmensamente. Y eres redimido en el proceso, porque tu contribución proviene del Conocimiento. Este es el regalo y el poder, la promesa y la realidad.

Que este sea tu entendimiento.