La realidad de tu Familia Espiritual


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 27 de abril de 2008
en Isfahán, Irán

Texto original: The Reality of Your Spiritual Family

Escucha el audio original aquí (en inglés):

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

Todos en el mundo nacen en una familia. Incluso si esa familia se ha perdido o se ha separado, incluso si no conoces a tus padres —si eres huérfano o te han regalado—, naciste en una familia.

Para la mayoría de las personas, esta relación familiar es fundamental para su educación, su condicionamiento, su forma de pensar, su orientación en el mundo y su comprensión de sí mismos como parte de una sociedad. Así que la idea de la familia es fundamental. En algunas culturas se enfatiza más que en otras, pero sigue siendo un foco central.

En la vida, tienes dos familias. Tienes tus relaciones físicas de sangre, particularmente tus hermanos y tus padres, quienes te traen al mundo y, con suerte, te preparan para estar en el mundo, dándote un lugar, un rol y una oportunidad de sobrevivir y avanzar aquí.

Pero también tienes una Familia Espiritual, una familia que te ayuda a crecer en tu mayor comprensión de ti mismo. Aquí no naces bajo su cuidado, como sucede con tu familia física, sino que ellos acuden a ti. Los encuentras. Y ellos tienen un gran impacto a la hora de despertar una conciencia más profunda en tu interior, una comprensión más honda y la Mente más profunda que Dios ha puesto dentro de ti: la Mente del Conocimiento.

La Familia Espiritual es muy misteriosa, difícil de entender. Son personas muy especiales que están destinadas a encontrarse contigo cuando estés listo, cuando puedas recibirlas. Y su educación realmente tiene que ver con el mayor propósito por el que estás en el mundo. Representan una mayor asociación de la que ya formas parte; una asociación que, hasta este momento, no has tenido sido suficiente madurez para entender o recibir.

Tal vez en tu vida ya haya existido un individuo aquí o allá, tal vez un verdadero maestro, o un pastor, o un sacerdote, o una persona muy sabia dentro o fuera de tu familia, que ha hablado de una realidad más profunda dentro de ti de tal forma que te ha conmovido. Te ha estimulado. Te ha afectado de una manera que nada más puede.

No es como si escucharas una idea maravillosa de alguien en una conversación, una conferencia o un libro. Esta persona te ha reconocido a un nivel más profundo y ha tenido un impacto en ti. Este es solo el comienzo de poder experimentar a tu Familia Espiritual, una mayor asociación a un nivel más amplio.

Porque Dios sabe que tu familia inmediata y mundana no puede criarte espiritualmente; no puede hacer surgir de ti tu mayor propósito en la vida, y realmente ni siquiera puede reconocerlo en tu interior. Pues incluso dentro de la unidad familiar, esto es muy inusual. Es inusual que quizá uno de tus padres vea algo en ti que requiera una mayor comprensión, una preparación única.

Tal vez esperarías que todos los padres tuvieran esta capacidad de reconocer un mayor regalo dentro de sus hijos, pero por desgracia no es así. Es un suceso raro y extremadamente valioso cuando sucede.

Tal vez sea un abuelo, o un tío, o un primo, o alguna otra persona de tu familia extensa quien tenga la capacidad de reconocer algo en ti que ni siquiera tú has reconocido o descubierto por ti mismo. Entonces, debes ver que existe una gran distinción aquí entre tu familia mundana y tu Familia Espiritual.

Ahora bien, cuando presentamos esta idea de la Familia Espiritual, resulta difícil de entender y las personas tienden a cometer muchos errores al respecto. Al escuchar sobre ella y contemplarla, al principio, algunas personas dirán: «Oh, quiero mucho a mi amigo. Debe ser parte de mi Familia Espiritual»; o «estoy enamorado de esta persona y vamos a casarnos. Seguro que es alguien de mi Familia Espiritual». O puede que digas: «Oh, me llevo muy bien con esta persona. Debe ser un miembro de mi Familia Espiritual».

Pero esto es incorrecto y representa confusión. Es comprensible y predecible, especialmente al principio. Porque aún no has ganado la madurez, la capacidad o la autoconciencia para discernir a alguien de tu Familia Espiritual que haya sido enviado al mundo para ayudarte a progresar.

Este progreso no es simplemente un logro mundano: ser capaz de establecer tu posición en la sociedad, tener un trabajo significativo y demás. Tiene que ver con el recuerdo de que estás aquí con un propósito mayor, sirviendo al Creador de toda vida y a tu Familia Espiritual, la cual, en su mayoría, existe más allá del mundo y representa el grupo de aprendizaje con el que has avanzado no solo en esta vida, sino en tiempos anteriores.

Esta es una nueva idea que se presenta a la familia humana, y parecerá muy confusa. Las personas harán muchas suposiciones y asociaciones al respecto, pero realmente no la comprenden aún.

Si pudieras ver tu vida dentro de la Comunidad Mayor de mundos, dentro del universo mismo, y reconocer que has tenido una historia en esta Comunidad Mayor; que no eres solo un ser humano, que esta vida no es la única vida; si pudieras verte a ti mismo dentro de este contexto mucho mayor, entonces quizá comenzarías a entender que tienes relaciones más allá de este mundo, más allá de esta vida. Y si pudieras considerar esto sin tejer demasiadas fantasías, entonces quizá podrías considerar la idea de la Familia Espiritual de una manera genuina.

Este es uno de los misterios de la vida, de tu vida y de la vida de cada persona aquí. Hay muchas cosas que la humanidad en su conjunto no ha descubierto acerca de la naturaleza y la evolución de la vida. Apenas ha comprendido la naturaleza y la evolución de la vida a nivel biológico y físico.

Pero no eres simplemente un ser físico. No eres simplemente un animal que vive en la Tierra. Tienes conciencia. Tienes conocimiento del futuro y del pasado. Tienes imaginación. Tienes habilidad creativa. No estás simplemente cumpliendo una función en la naturaleza. Por tanto, estás conectado con la vida y con la naturaleza a un nivel mayor, aunque no seas consciente de ello, lo cual es el caso para la mayoría de las personas.

Así que la humanidad en su conjunto, y la sociedad en general, tienen una comprensión muy limitada de la naturaleza y de la evolución, ya que la raza humana simplemente no ha avanzado mucho. Todavía es primitiva y tribal. Todavía está muy centrada en la supervivencia y la competencia mutua. No ha avanzado más allá de ese estado bastante primitivo como sí lo han hecho otros mundos y naciones en el universo, a pesar de que no sean muy comunes.

Teniendo en cuenta la abundancia de vida en el universo, estos mundos y naciones no son muy comunes, pues la sabiduría no es muy común. La manifestación del poder y la presencia del Conocimiento que Dios ha puesto dentro de cada persona, no es muy común.

Es como si toda la familia humana estuviera empezando la escuela secundaria en la evolución de la vida. Todos están rondando el quinto grado. Están luchando por aprender, y están cometiendo muchos errores, y están sucediendo tragedias en todas partes, así como penurias.

Pero, en general, los seres humanos no han avanzado mucho, si tenemos en cuenta todo lo que Dios ha creado realmente en ellos y el potencial de la humanidad en el futuro; particularmente, a medida que la humanidad adquiera conciencia de su lugar en el universo y sea capaz de desarrollar la habilidad y el discernimiento necesarios para interactuar con otras naciones y razas de seres en el universo, lo cual está destinada a hacer y representa uno de los grandes umbrales que enfrenta, incluso en este momento.

Teniendo en cuenta tu vida cotidiana y tus circunstancias, todo esto parece fantástico e increíble. Quizá te guste o quizá no te guste, pero parece irrelevante para tu vida.

Sin embargo, en esencia, tu Familia Espiritual y tu vida en la Comunidad Mayor tienen todo que ver con la razón por la que estás aquí en el mundo en este momento. Y tienen todo que ver con el futuro de la humanidad y con si la humanidad y la civilización humana, en su conjunto, podrán sobrevivir y avanzar en el futuro.

Porque el mundo está emergiendo a la Comunidad Mayor. Esto forma parte de la evolución de la humanidad, y esta evolución dará grandes pasos durante tu vida aquí.

Para ti es ahora importante entender que vives la vida en dos niveles: la vida en la que piensas y la vida en la que sabes; la vida de la mente y la vida del Conocimiento, o Espíritu, dentro de ti. Por eso, tienes familia a dos niveles. Tienes una familia al nivel de tu mente y de tu cuerpo, tu familia mundana. Y tienes una familia a un nivel mayor, tu Familia Espiritual, una familia conectada al Conocimiento y a un mayor propósito en la vida.

Tú que estás escuchando estas palabras y estás recibiendo la Voz del Nuevo Mensaje de Dios, debes aprender ahora sobre esto. Pues estás conociendo una mayor dimensión de la naturaleza y de la realidad. Esta dimensión tiene que ver con tu mayor propósito en el mundo, con tu naturaleza más profunda, y con aquellos que apoyarán y ayudarán a la realización de esta naturaleza más profunda y este mayor propósito.

Por ahora, este no debe ser un tema de conversación con otras personas. No andes hablando de tu Familia Espiritual. No la utilices como tema de conversación o especulación. Es mejor que la mantengas como sagrada en tu corazón, reconociendo que verdaderamente aún no la comprendes, pero que tiene importancia para tu vida más profunda y tu mayor comprensión.

Todo lo sagrado debe guardarse de esta manera. No debe ser debatido ni discutido. No debe ser llevado a la conversación, excepto muy raramente, y solo con ciertos individuos.

Habrá personas, a las que estás esperando conocer, que ayudarán a activar tu conciencia de ti mismo a un nivel más profundo. No te estimularán solo sus ideas, sino su presencia. Será algo en ellas. Será algo en vuestra relación que estimula un recuerdo antiguo dentro de ti, así como un sentimiento recurrente de que estás aquí para hacer algo mayor.

No te preocupes de que todos los que te rodean no parezcan estar interesados ​​o no respondan a esto, porque debe suceder al nivel del individuo. Esta autorrealización, esta conciencia más profunda, esta naturaleza más honda, se descubre sobre una base individual. No puedes salir a hablar con todo el mundo y esperar algún tipo de aceptación y reconocimiento.

Esto es lo que significa ser llamado por Dios. Una llamada no es simplemente que escuchaste una voz y decidiste hacer algo. Una llamada es cuando se te llama a salir de tu conciencia y tus circunstancias normales para recibir algo más grande y notable. Sin embargo, esta llamada es muy humilde. No se te pide que te conviertas en un santo, ni en un líder, ni en un avatar, ni en alguien que sea poderoso y lo sepa todo.

Una llamada es muy simple, muy humilde, pero habla de una realidad más grande dentro de ti, porque estás aquí para hacer algo mayor; no mayor en el sentido de ser magnífico, sino en el sentido de que está más allá de tu rango normal de actividades; mayor en cuanto que habla de una mayor conciencia y motivación dentro de ti.

Aquí existe una tensión entre tu familia mundana y las obligaciones que tienes aquí, por un lado, y tu Familia Espiritual, que habla de tu responsabilidad con Dios. Hablemos de esto ahora.

Muchas personas en el mundo, si tienen una familia funcional —e incluso si tienen una familia muy sana que les brinda apoyo—, tendrán responsabilidades y obligaciones familiares. En circunstancias normales, eso está bien. Es entendible. Es incluso necesario para sostener el tejido social. Es incluso necesario para mantener la civilización humana, así como tu cultura y sociedad local.

Pero cuando una persona recibe una llamada, cuando conoce a alguien de su Familia Espiritual, cuando se conmueve o se despierta algo en su interior que es fundamental para su naturaleza y su propósito en el mundo, entonces está empezando a responder a una mayor responsabilidad y obligación: algo que es mayor que sus obligaciones y responsabilidades con su familia y con su cultura local. Esto puede causar un gran conflicto, y en la mayoría de los casos lo hace.

Incluso los grandes Mensajeros que han sido enviados al mundo, incluso ellos, experimentaron este conflicto, esta fricción entre su identidad mundana y su mayor identidad. No nacieron con una conciencia de su mayor propósito, sino que esta surgió y fue estimulada por Dios más tarde en la vida.

Ellos no nacieron perfectos e inmaculados. Incluso los grandes regalos que llevaban para la humanidad no surgirían ni serían estimulados hasta más tarde en sus vidas. Y aquí hubo un conflicto entre ellos y sus familias y obligaciones familiares, porque tuvieron que separarse para cumplir con su mayor responsabilidad con Dios y su mayor llamada. No podían estar atados y retenidos por sus responsabilidades familiares.

Esto significa que, si hay un individuo en tu familia o el individuo eres tú mismo, y esta mayor llamada comienza a surgir y es auténtica, tú lucharás con ella dentro de ti y existirán problemas con tu familia, porque no entenderá lo que ahora te motiva y tú tampoco lo entenderás, pues al principio resulta incomprensible.

Tu reto es seguirlo incluso si no lo entiendes. Tu desafío es honrarlo incluso si no tienes forma de afirmar su realidad ni de validar su significado.

Este es un umbral peligroso para las personas, porque en él pueden cometer muchos errores. Puede que se retengan. Puede que se rindan a las presiones de su familia, que buscan que solo sean un hijo, un padre, un miembro de la familia o un miembro de la sociedad.

Aunque Dios las está llamando a ser otra cosa y a comenzar su preparación para ser otra cosa, ellas no tendrán el coraje ni la fe para hacerlo. Y las presiones de su familia y de su cultura pueden ser demasiado fuertes y dominantes para ellas.

Este es un gran umbral. Es uno de los primeros grandes umbrales que cualquiera que tenga esta gran bendición, y cualquiera que tenga la fortuna de recibir una mayor llamada, debe encarar y enfrentar.

Si reconoces esto en uno de tus hijos, en uno de tus hermanos o en algún miembro de tu familia, es importante que entiendas que esa persona está experimentando algo de una naturaleza mayor. Es posible que no tenga éxito en responder a esto, porque existen riesgos asociados muy reales. Pero aquí es importante que le brindes tu apoyo y que la escuches, para percibir si algo más grande está sucediendo en su vida.

Pues muchas personas están teniendo problemas psicológicos. Se están rompiendo emocionalmente. No se relacionan consigo mismas ni tampoco con su familia y sus circunstancias, pero esto no significa que estén experimentando una llamada mayor. Ten aquí mucho cuidado para no cometer un error en tu comprensión.

Porque esta llamada es rara. Muchas personas no son muy sanas ni felices psicológica o emocionalmente. Muchas están experimentando grandes privaciones. Muchas tienen dificultades incluso para funcionar dentro de sus circunstancias actuales. Pero esto no significa que estén teniendo una mayor llamada de Dios.

Pero si supieras de esto en alguien, en un miembro de la familia o en un amigo, debes darle la oportunidad y ayudarlo a seguir una llamada más profunda, una mayor luz en su vida; hacer esto, entendiendo que existen grandes riesgos asociados.

Es como comenzar una vida completamente nueva, de la cual sabes muy poco; pero debes comenzar. Si esta es ahora tu experiencia, entonces tal vez haya alguien en tu familia que pueda reconocer que está sucediendo algo único y diferente dentro de ti. Quizá haya alguien en tu vida que, aunque no pueda hacer este viaje por sí mismo o no esté experimentando semejante llamada, pueda decirte: «Debes seguir esto y confiar en ello».

Es una gran ventaja tener a alguien que pueda afirmar esto dentro de ti. Porque hay muchos que son llamados pero no pueden responder. Ellos están atados por sus familias. Están atados por sus obligaciones. Están atados por una vieja comprensión de sí mismos. No pueden liberarse. Es como si estuvieran anclados al suelo y no pudieran surgir ni levantarse.

Es una gran tragedia, pero Dios sabe que no todos pueden responder. Sucede como con las semillas: no todas las que caen al suelo llegarán a ser una planta. No todas las bellotas serán un gran roble. Es por eso que hay muchas.

No todos se darán cuenta de su gran propósito y llamada. Incluso si este ha sido activado por Dios, incluso si ha llegado el momento de que surja su mayor conciencia, incluso si se han encontrado con un miembro de su Familia Espiritual, esto no asegura en absoluto el éxito.

Muchos entrarán en negación. Muchos darán unos pasos y no irán más lejos. Y es una tragedia, porque ahora saben que hay algo más importante en su vida, y si no lo siguen, esto no los dejará en paz. Los perseguirá por el resto de su vida. Será un problema que nada, ninguna cantidad de placer o distracción, podrá realmente resolver.

Porque una vez que eres llamado, debes responder. Si no puedes responder o no respondes por cualquier motivo, ello causará una dificultad persistente en tu vida. Tal vez envidiarás y condenarás a cualquier otra persona que responda. Y puede que sea así.

El Nuevo Mensaje de Dios revela lo que significa esta llamada. En este gran momento de cambio y dificultad para la humanidad, se requerirá más que solo un individuo excepcional aquí y allá elevándose a su mayor llamada y propósito. Se requerirá que surjan muchas más personas.

Y así, el proceso de iniciación, el proceso de compromiso con tu Familia Espiritual, ahora se vuelve algo que debe compartirse con el mundo, y no simplemente mantenerse en secreto en monasterios o en enseñanzas secretas y demás.

Aunque la gran mayoría de las personas no podrá entenderlo, ni verá su importancia o su significado, esto debe compartirse y transmitirse, porque ha llegado el momento de que la humanidad se levante en su propia defensa, se una para salvar al mundo y se una para enfrentar la realidad de la vida en el universo, la vida de la Comunidad Mayor que ahora está actuando en su mundo.

La familia humana ha alcanzado un umbral —de la evolución de la civilización, de la evolución de la humanidad—, en el que debe surgir una mayor conciencia entre suficientes personas. Y por eso se está enviando al mundo el Nuevo Mensaje de Dios. Los Mensajes anteriores de Dios no pueden preparar a la humanidad para esto.

Por tanto, se debe dar una Nueva Revelación a la humanidad. Parte de esta Revelación trata del proceso de llamada e iniciación y de la realidad de tu Familia Espiritual.

Es muy difícil aprender algo nuevo, recibir algo nuevo, ser parte de algo nuevo. Todos se aferran al pasado por motivos de seguridad, de aceptación, de ventaja social. Pero recibir una Nueva Revelación y vivir en un tiempo de Revelación, ¡oh!, eso es muy desafiante.

La única razón por la que puedes hacerlo es porque Dios ha puesto el Conocimiento dentro de ti. Si el Conocimiento no estuviera dentro de ti, siempre funcionarías como parte de un grupo. Serías como ganado, siguiendo siempre a la manada, al grupo, para obtener protección, seguridad, aceptación, validación y reconocimiento.

Pero no eres ganado. La humanidad tiene una mayor promesa, y cada persona aquí tiene un Conocimiento profundo en su interior; un Conocimiento que no ha descubierto, un Conocimiento que puede bendecirla, protegerla y guiarla hacia un mayor logro y un mayor servicio a la humanidad.

Es difícil estar al comienzo de una Nueva Revelación. Es como empezar de nuevo. Debes dejar a un lado todo lo que has aprendido sobre religión y espiritualidad. Muchas personas no están dispuestas a hacerlo. Han usado su educación para elevarse a sí mismas, pero aquí debes comenzar desde el principio, con una mente abierta y sin asumir nada.

¿Cuántas personas pueden hacer esto? ¿Cuántas personas tienen el coraje y la humildad de comenzar desde el principio, dejando de lado todas sus creencias, todas sus ideas importantes sobre sí mismas y el mundo? ¿Quién tiene el coraje y la humildad para hacerlo? ¿Quién tiene el coraje y la humildad de aprender de su naturaleza más profunda, de la realidad de su Familia Espiritual y de la emergencia de la humanidad a una Comunidad Mayor de vida inteligente?

No busques aquí a los expertos, a los líderes de la religión y el gobierno, ya que su comprensión de sí mismos se ha construido sobre el pasado, y muy rara vez podrá alguno de ellos comprender el mayor umbral que ahora enfrenta la humanidad. Muy pocos podrán responder a un Nuevo Mensaje de Dios.

El Nuevo Mensaje de Dios es una realidad muy diferente. Supone tal cambio a un plano de existencia más elevado que, inicialmente, las personas no lo reconocerán. Pensarán que es solo una variación de lo que ya existe. Observarán sus ideas y pensarán: «Bueno, entiendo estas ideas».

Pero no las entienden. No saben lo que están mirando. Al igual que Jesús fue tratado como un criminal, verán el Nuevo Mensaje como una especie de engaño. No distinguirán el oro de la piedra.

¿Qué puedes hacer tú? ¿Qué puede hacer Dios? La Revelación debe darse. Y aquellos que están destinados a ser parte de ella, a beneficiarse de ella, deben ser llamados. Son ahora muchas personas, no solo una persona extraordinaria aquí y allá.

Este es el desafío al principio, porque el Mensajero está en el mundo. ¿Lo negarás? ¿Lo repudiarás? ¿Creerás que es falso? ¿Proyectarás sobre él tus miedos y tus creencias? ¿O escucharás para poder oír?

La Nueva Revelación está en el mundo. ¿La negarás? ¿La evitarás? ¿Pensarás que es solo una enseñanza entre miles?

Aquí debes escuchar con tu corazón, porque esto está más allá de tu capacidad intelectual. Está más allá de tu filosofía o tu teología, de tus ideas, de tus religiones, de todo. Está más allá de la comprensión humana. Pero lo que es más verdadero en ti, lo que supone la realidad de tu vida y lo que te ha enviado al mundo, también está más allá de la comprensión humana.

Por tanto, no esperes que otros reconozcan esto, lo acepten, lo alienten y lo aplaudan, porque no será así. Y esto es lo que te madura y te exige una verdadera confianza en ti mismo; una verdadera fe en que lo que está moviendo tu vida tiene un mayor propósito, y no es simplemente parte de la condición caótica del mundo.

Lo que te llama a subir esta gran montaña no es tu ambición, tu psicología o cualquier otra cosa que puedas comprender de inmediato. Es algo más grande. Y si conoces a algún otro que esté respondiendo a algo de esta magnitud, debes apoyarlo. Debes ser su testigo.

No pienses que esto se aplica a todos, porque no todos están siendo llamados. No te preocupes de que la condición de la humanidad sea tan depravada y desafortunada que tal llamada no tenga impacto alguno, porque debes mirarte a ti mismo. Debes mirar tu vida. Es ahí donde ocurrirá la llamada. Si no ha sucedido, es ahí donde sucederá, no al nivel de la humanidad. Si miras a todos los demás, siempre te sentirás desanimado.

Si puedes comenzar a responder, otros serán enviados a ayudarte. Algunos solo estarán contigo muy temporalmente, incluso solo por un momento, pero todos serán signos señalando el camino. Algunos vendrán solo para animarte a continuar. Otros te entregarán mensajes.

Finalmente, otros vendrán para unirse a ti y ayudarte a descubrir tu mayor propósito y trabajo en el mundo. Esto debe ser ahora para ti una cuestión de fe pues, tal vez, esto solo te ha sucedido de momento una o dos veces.

Dondequiera que vivas, cualquiera que sea tu cultura, cualquiera que sea tu condición financiera, este es el caso. Dios no solo da a los ricos y privilegiados. De hecho, los individuos más importantes vendrán de circunstancias mucho más empobrecidas.

Los grandes Mensajeros han nacido tanto en familias humildes como en familias ricas. Cada una tiene sus ventajas y sus desventajas en términos de esta gran llamada, en términos de encontrarse con su Familia Espiritual y con la mayor llamada que los trajo al mundo.

Adquirir una conciencia y un entendimiento de lo que significa esta idea de la Familia Espiritual, representa solo una parte de tu educación superior. Y esto es nuevo para la humanidad. Para que puedas relacionarte con la vida inteligente en el universo, debes tener esta comprensión de tu Familia Espiritual; de lo contrario, no entenderás quién eres dentro de este contexto más amplio. No verás que tienes mayores asociaciones incluso con otras razas del universo.

Seguirás pensando que solo eres parte de una tribu humana, solo un ciudadano de un estado, alguien asociado con solo cierto sector de la vida, y que tu familia mundana es todo lo que tienes y necesitas tener. Pensarás así. No verás que tienes mayores conexiones, incluso más allá de la propia familia humana.

Para que tengas este entendimiento, debes aprender de la Comunidad Mayor. Debes aprender de tu Familia Espiritual. Y solo el Nuevo Mensaje de Dios puede revelarte estas cosas, porque están más allá de la especulación, la filosofía y las ideas humanas. No es una creación humana, sino de Dios. Es un regalo para la humanidad, y ha llegado justo en el momento adecuado.

Por tanto, comienza tu comprensión con humildad, sin intentar encajar todo esto con tus viejas ideas, suposiciones o creencias. En lugar de hacer eso, déjalas a un lado, porque esto es algo nuevo: es una Nueva Revelación. La propia Revelación te enseñará lo que debes aprender a comprender. Y el mayor movimiento de tu vida te mostrará cómo es realmente el viaje y qué requiere.

Aquí verás que has venido al mundo para servir a la humanidad en un gran punto de inflexión, tal vez el mayor punto de inflexión de todos los tiempos, porque la humanidad se enfrenta a un mundo en decadencia mientras encara la realidad de la vida en el universo.

El Nuevo Mensaje de Dios revela estos dos grandes umbrales; revela qué significan y cómo deben considerarse. Es todo el contexto para tu vida mayor. Es por eso que se te llama o se te llamará en el futuro. Es lo que da realidad y sustancia a tu naturaleza más profunda y a tu mayor razón para estar aquí en este momento.