El Nuevo Mensaje de Dios

Fuiste enviado al mundo con un propósito mayor, un propósito superior que aún no has descubierto. Este propósito superior se mantiene dentro de un Conocimiento más profundo dentro de ti, dentro de una Inteligencia más profunda llamada Conocimiento. Emergerá cuando estés listo para participar en él, y cuando tú comprendas y experimentes la necesidad más profunda de tu alma: conocer tu propósito, tu significado y tu verdadera dirección en la vida.

Este propósito superior está contigo. No puedes cambiarlo, pero cómo y cuándo surgirá depende de las circunstancias de tu vida, de las decisiones que tomes y de tu entorno cambiante.

Llevas este propósito dentro de ti, incluso en este momento. Es un regalo de Dios para el mundo. Se dará donde más se necesite. Y será tu gran alegría contribuir con este regalo porque este afirmará tu diseño y afirmará el propósito y el valor de tu vida.

Tu propósito superior es específico, implicando ciertas personas y ciertas situaciones. Llamará a ti a ciertas personas que están destinadas a ser parte de este propósito superior, y quienes están destinadas a apoyarlo de una forma u otra. Algunas de estas personas entrarán en tu vida solo temporalmente, y otras vendrán para emprender un viaje más grande contigo.

Estas relaciones son únicas, pues tu atracción por ellas no se basará en la riqueza, la belleza o el encanto, sino en una resonancia más profunda que tengas con la otra persona. Y habrá más de una de estas personas. Ellas pueden servir como un maestro. Pueden servir como un gran compañero. Pueden servir como alguien con quien trabajas en estrecha colaboración. O pueden servir como tu esposo o tu esposa. Pueden servir aquí en muchas capacidades, dependiendo de la naturaleza de tu vida y de la naturaleza de tu propósito para cuyo servicio estás aquí. Aquí, tal vez solo necesites un compañero en tu gran viaje. Quizás necesites muchos, dependiendo de la naturaleza de tu regalo y de tu propio diseño.

Estas relaciones surgirán cuando estés preparado, cuando las necesites y cuando hayas adquirido suficiente madurez y discernimiento para comprender su significado y no malinterpretar su importancia en tu vida. Esto representa un ámbito de relaciones completamente diferente, porque estáis resonando juntos a un nivel más profundo y tenéis un mayor servicio que realizar juntos para el bienestar de otros y del mundo.

En esencia, la búsqueda de estas personas representa tu búsqueda de relaciones. Pero el problema es que buscarás relaciones mucho antes de estar preparado para experimentar una relación de destino, una relación que represente tu propósito superior en el mundo.

Aquí las personas se apegan a otras, se casan con otras, construyen toda una vida con otras antes de que su propósito superior realmente haya tenido la oportunidad de surgir. Aquí el matrimonio es a menudo prematuro y no se basa en los criterios más importantes que representan una verdadera unión en la vida.

Es probable que un propósito superior no surja hasta un poco más tarde, hasta que hayas aceptado tus inclinaciones más profundas en la vida, hasta que hayas aprendido algunas lecciones importantes de discernimiento y discreción. Aquí la vida te enseñará la diferencia entre lo que es bueno y lo que solo parece bueno. La vida te enseñará qué valorar en los demás y cómo no dejarte seducir por la belleza, la riqueza o el encanto, que nada tienen que ver con la verdadera naturaleza y carácter de la otra persona.

El entendimiento importante aquí es buscar primero tu propósito superior. Para eso es tu juventud. No es para perderse en fantasías, aficiones y otras formas de evasión. No es para abrigar romances interminables con personas con las que no tienes ningún propósito o destino real.

Las preguntas críticas son: “¿Para qué estoy realmente aquí? ¿Qué tengo realmente que ofrecer? ¿Y dónde se necesitan más mis dones en el mundo? Si las personas pudieran enfocarse en esto en su juventud, si el sistema educativo pudiera dirigirse a estas preguntas fundamentales, el mundo que experimentas hoy sería muy diferente.

Las personas se casarían más tarde en la vida, una vez que hubieran establecido una dirección y una base. Pues, ¿cómo puedes ser conocido por otros cuando ni siquiera te conoces a ti mismo? ¿Y cómo puedes enseñar a tus hijos qué reconocer y qué valorar en los demás si tú mismo no has aprendido estas habilidades?

Busca primero conocerte a ti mismo y tu verdadera dirección en la vida. Busca primero descubrir el poder y la presencia del Conocimiento dentro de ti y escucha lo que te está enseñando, para experimentar sus motivaciones y sus restricciones, su guía y su dirección.

El Conocimiento no se deja impresionar por la belleza, la riqueza y el encanto. Y el Conocimiento no está dominado por el condicionamiento social o por las persuasiones de otros,  de tu familia o incluso de tu cultura. Sabe a quién estás buscando realmente, y sabe cómo vas a participar con ellos y con qué propósito.

Sin embargo, las personas no son conscientes del poder y la presencia del Conocimiento dentro de sí mismas y, a menudo, no escuchan ni experimentan los mensajes que el Conocimiento les envía. No comprenden que cuando se sienten restringidas respecto a involucrarse con otra persona, esa restricción debe ser respetada; que cuando tienes dudas, debes contenerte y no esforzarte para cumplir con las expectativas de otros, ni por adquirir alguna noción de riqueza o beneficio personal.

Las personas entregan sus vidas antes de saber siquiera qué son sus vidas o para qué sirven sus vidas. Esto crea un gran problema porque cuando el Conocimiento emerge, si puede emerger, parecerá desafiar todo lo que has creado previamente, y le tendrás miedo, temiendo que amenace tus establecimientos, tus relaciones, tus metas, tus prioridades. Temes disgustar a otras personas y decepcionar sus expectativas.

Aquí es como si el Conocimiento tuviera que competir con todo lo que has creado previamente, y bajo estas circunstancias, el Conocimiento rara vez puede emerger. Y si eliges seguirlo y honrarlo, te será muy difícil alterar o deshacer lo que has creado antes. Y si una relación de destino llega a tu vida, será de tal contraste con todas tus otras relaciones que no sabrás cómo lidiar con esta. Puede que le temas. Puedes dudar de esta. Y otras personas en tu vida pueden oponerse a la presencia de ese individuo.

Aquí experimentarás una intensa lucha entre lo que sabes, lo que quieres y lo que te ata. Es por esta razón que el Conocimiento generalmente emergerá en la edad adulta temprana y, en menor grado, en algún momento de la mediana edad. Es como si hubiera dos momentos de tu vida en los que puedes proyectar tu vida y determinar tu dirección. Uno se encuentra al final de la adolescencia tardía y principios de la edad adulta, y el segundo se encuentra en la mediana edad.

La juventud realmente debería enfocarse en determinar tu relación contigo mismo, particularmente tu relación con el Conocimiento, y tu propósito y dirección en la vida: lo que tienes que hacer aquí y lo que necesitarás hacer para apoyarte a ti mismo y para desarrollar tus habilidades y demás.

En la mediana edad, a menudo las personas han llegado a un punto de decepción y muchas cosas han comenzado a desmoronarse, lo que les brinda la oportunidad de reevaluar hacia dónde deben ir en la vida. Pero su tarea es más difícil porque ahora tienen que lidiar no solo con todas sus relaciones y compromisos anteriores, sino también con la falta de confianza que han creado dentro de sus propias vidas, habiéndose entregado a tantas cosas que han demostrado ser insuficientes o imprudentes.

Aquí es más difícil construir una relación con el Conocimiento con toda esta historia trabajando en tu contra. Y las heridas, los arrepentimientos y la falta de perdón que aquí pueden acumularse en la mediana edad pueden hacer que sea muy difícil establecer una nueva dirección para uno mismo.

Aquí muchas personas simplemente capitulan y viven el resto de su vida con lo que ellas hayan creado antes, o se conforman con cosas que son solo un poco mejores que aquellas con las que se conformaron anteriormente. Hacer realmente un gran avance en la mediana edad requiere un tremendo afán y esfuerzo personal.

Pero, verás, aquí en esencia tienes una segunda oportunidad. Lo que te dará la fuerza para elegir sabiamente y no caer presa de tus propias debilidades o de las demandas o persuasiones de otros es el poder y la presencia del Conocimiento dentro de ti.

Y lo que te dará la experiencia de contraste que necesitas en las relaciones es la presencia de una relación del destino. Porque esta relación, cualquiera que sea la forma que adopte en tu vida, producirá un contraste tal con todas tus otras asociaciones personales que demostrará que existe una naturaleza más profunda de relación, una relación que representa un propósito superior en la vida.

Quizás esta persona llegue a tu vida como maestro, o tal vez como compañero de estudios, o alguien que conozcas a través de tu trabajo. Pero cada uno de vosotros estará lidiando con la conciencia de un propósito y dirección más profundos, luchando porque esto contrastará marcadamente con vuestras metas personales y con muchas de vuestras obligaciones personales.

Aquí os podréis ayudar verdaderamente uno al otro, defender uno al otro, y reforzar uno al otro la autoconfianza y una sabiduría más profunda. Quizás solo viajéis juntos por un tiempo, brindando este apoyo mutuo. O tal vez tengáis un viaje más grande juntos. Tendrás que ser paciente y no sacar conclusiones precipitadas aquí porque aún no lo sabes con certeza.

Tener a otra persona en tu vida que está respondiendo al Conocimiento y aprendiendo a seguir y confiar en el Conocimiento es un tremendo refuerzo para ti, porque tú podrías dudar del Conocimiento muy fácilmente pues el Conocimiento contrasta con todas las persuasiones del mundo.

Es un compromiso sagrado. Es una conexión más profunda. Representa tu existencia antes de que vinieras a este mundo, el propósito que te ha enviado a este mundo, y aquellos de tu Familia Espiritual que están contigo incluso en este momento más allá de tu rango de visión.

Tienes una gran asistencia en el estado celestial. Ahora necesitas ayuda aquí en la Tierra, porque no puedes emprender ni incluso descubrir tu mayor propósito en solitario. Necesitas relaciones de un tipo extraordinario, relaciones que no se basen en la belleza, la riqueza o el encanto, sino en una resonancia más profunda y en un propósito mayor.

No puedes agregar estas cualidades a una relación en la que ya estás, o que te atrae, o que quieres establecer con otra persona. Estas cualidades están ahí o no están. No puedes inventarlas. No puedes agregarlas. O están ahí o no están.

Para prepararte para relaciones de esta naturaleza más profunda, es necesario que desarrolles tu relación más primaria, y esa es tu relación con el Conocimiento. El Conocimiento es la Inteligencia más profunda que Dios ha puesto dentro de ti para guiarte, protegerte, y prepararte y conducirte a experimentar una vida mayor en el mundo.

Esta es tu relación más primaria porque es tu relación con Dios. Aquí no estás tratando con un Dios distante, un Dios más allá de todo reconocimiento en el mundo. Estas tratando con una Inteligencia que Dios ha puesto dentro de ti, que tú debes aprender a experimentar y a distinguir de todas las demás voces en tu mente.

Aquí haces un viaje dando los Pasos al Conocimiento porque hay muchas cosas que debes aprender para obtener el discernimiento y la sabiduría para reconocer el Conocimiento, seguir el Conocimiento y expresar lo que el Conocimiento te da para expresar, constructivamente, con sabiduría.

Este no es un evento repentino, donde de súbito tu vida se transforma y te vuelves sabio al instante. Tú te vuelves sabio gradualmente. Y la vida te da todas las oportunidades para desarrollar esta sabiduría.

El mundo está lleno de personas que te están demostrando, de todas las formas posibles, las consecuencias de vivir sin este Conocimiento. Aquí todas están apoyándote para que reconozcas la importancia central del Conocimiento en tu vida. Y las personas te dan la oportunidad de desarrollar las habilidades necesarias para discernir el Conocimiento e interpretar sus signos correctamente.

Si no eres fuerte con el Conocimiento, entonces cuando una relación de destino llegue a tu vida, no sabrás cómo responder. Incluso puedes rechazar a esta persona que te ha sido enviada. Puedes experimentar una profunda confusión sobre cómo tratar con ella y qué forma debe adoptar vuestra relación. Bajo estas circunstancias, ellas despertarán en ti una gran confusión y conflicto interior. Es posible que no puedas reconocerlas ni comprender el significado de su presencia en tu vida.

Si no tienes una relación de esta naturaleza en tu vida, no te preocupes. Ellas vendrán. Pero primero debes desarrollar tu relación con el Conocimiento y dar los Pasos al Conocimiento.

Piénsalo así: Tú naciste con dos mentes. Tienes una mente mundana que ha sido moldeada por tu familia, tu cultura y tus experiencias en el mundo, una mente que está llena de dudas y confusión, y llena de persuasiones que se han originado en gran medida fuera y más allá de tu propia consciencia.

Luego tienes una Mente más profunda, una Mente que ha sido creada por Dios. Esta Mente no está confusa. No delibera. No debate. No juzga ni condena. No se apega a cosas insignificantes. No se confunde. Y no teme al mundo. Esta Mente del Conocimiento más profunda dentro de ti es muy diferente a tu mente personal, tu mente mundana.

Al principio, puedes intentar usar el Conocimiento como un recurso, para ayudarte a obtener más de lo que deseas: obtener riqueza, obtener compañía, encontrar el amor. Pero el Conocimiento no es un recurso para la mente personal. En realidad, es al revés. La mente personal es un recurso para el Conocimiento. Pero esto requiere un cambio real dentro de ti para entender lo que realmente significa.

El intelecto no es simplemente lo que tú piensas que es. Es realmente un vehículo de comunicación para el Espíritu. Y el cuerpo es un vehículo de comunicación para el Espíritu. Esta es la verdadera naturaleza y función de la mente y del cuerpo. El cuerpo sirve a la mente y la mente sirve al Espíritu. Esta es la verdadera jerarquía del Ser dentro de ti.

Pero cuando las personas comienzan su gran viaje para descubrir un propósito superior en la vida, este no es su punto de partida. La mayoría de las personas comienzan pensando que el Espíritu está ahí para servir a la mente y que la mente está ahí para servir al cuerpo. Esta absoluta confusión, este malentendido, les dificulta mucho discernir la importancia de su mente, la importancia de su cuerpo y cómo guiarlos y usarlos de manera efectiva.

Aquí la mente es como una esclava de las necesidades del cuerpo, y el cuerpo es el esclavo de las necesidades de la mente. Y si acaso se piensa en el Espíritu, se piensa en él como una especie de recurso o salvavidas. Aquí la mente trata de usar el Espíritu para alcanzar sus objetivos y obtener sus adquisiciones. Pero el Conocimiento no puede ser usado así. No es un recurso para tu intelecto. Es realmente el poder y la presencia que guían tu vida.

Por lo tanto, es natural que busques relaciones que representen tu propósito superior. Pero primero debes cultivar tu relación con el Conocimiento. Debes sentir el movimiento del Conocimiento y ver cuánto contrasta con tus deseos, tus miedos y tu pensamiento general.

Debes mirar al mundo con compasión, sin condena, para ver cómo las personas te están demostrando las consecuencias de vivir sin Conocimiento, y cómo esto socava la salud mental y física de las personas, y las conduce a tomar decisiones tontas en sus relaciones, y las lleva a malinterpretar lo que la vida les dice y lo que les dice su propia experiencia más profunda.

Por lo tanto, tu primera relación es tu relación con el Conocimiento. Cuanto más fuerte seas en esta relación, más difícil será para ti cometer un error, especialmente un error muy importante; un error en el discernimiento en las relaciones, por ejemplo.

Aquí tus valores comenzarán a cambiar. Tus prioridades comenzarán a cambiar. En lugar de buscar escape y estimulación, querrás más y más quietud para sentir el movimiento más profundo de tu vida. En lugar de buscar relaciones superficiales con los demás, buscarás una conexión más profunda. Buscarás esto. Y no estarás satisfecho con nada más.

Aquí la honestidad con uno mismo se vuelve realmente importante. Aquí las relaciones genuinas y honestas con otros se vuelven realmente importantes. Mientras antes buscabas escapar de tu experiencia más profunda, ahora buscas descubrirla, reconocerla y honrarla.

Esto representa el mayor punto de inflexión en tu vida. Esto creará un cambio en tus valores, en tus prioridades, y en lo que buscas en otras personas y en ti mismo. Este cambio es totalmente natural. Representa una etapa en tu desarrollo que es completamente natural y apropiada. Pero debido a que esto contrastará con tu condicionamiento social y con las expectativas de otros, y quizás con las expectativas que tienes de ti mismo, parecerá ser una inmensa interrupción en tu vida.

Aquí se puede resistir, temer y dudar del surgimiento del Conocimiento cuando, de hecho, es lo más natural que te puede suceder. Pero las personas han perdido el contacto con lo que es natural. Han valorado otras cosas. Las personas se han perdido en el mundo, identificándose con objetos, lugares y personas que realmente no representan la corriente más profunda de sus vidas.

Por eso cuando alguien comienza a responder al Conocimiento y a seguir el Conocimiento, su vida se vuelve extraordinaria, inspiradora y confusa para otras personas porque el Conocimiento es muy raro en el mundo, y cualquiera que pueda seguir el Conocimiento se convierte en un contribuyente significativo para otras personas, una inspiración para otras personas, y una demostración de que las personas no tienen que volverse esclavas de sus condicionamientos sociales o de cualquier poder que intente gobernar sus vidas.

En esto, el Conocimiento es verdaderamente revolucionario, pero también es amoroso y compasivo. Aquí las personas se vuelven mucho más libres que las personas con las que se relacionan. Se vuelven mucho más genuinas y auténticas que lo que ven en el mundo que las rodea. Y como resultado, comienzan a valorar cosas que son más fundamentales para la vida y más esenciales para la felicidad y la satisfacción humana.

Así que no te preocupes si no hay otra persona en tu vida que demuestre un mayor propósito y dirección, porque este es tu momento para construir tu conexión con el Conocimiento.

El Creador de toda vida ha enviado un Nuevo Mensaje para la humanidad, un Nuevo Mensaje para reavivar el Fuego del Conocimiento dentro del individuo, y para clarificar la verdadera naturaleza y propósito de la Espiritualidad Única de la humanidad al nivel del Conocimiento.

Este es el poder de redención que vive dentro de ti, porque Dios recupera a los separados a través del Conocimiento. Y el Conocimiento es lo que te da fuerza e integridad, poder y propósito en el mundo, en un mundo donde el Conocimiento no es reconocido ni altamente valorado.

Este Nuevo Mensaje del Creador de toda vida ha proporcionado los Pasos al Conocimiento, la preparación. Esta no es la única preparación en el mundo, pues a lo largo de los siglos ha habido hombres y mujeres que han descubierto el poder y la presencia del Conocimiento y lo han enseñado a otros.

Pero estos raros maestros pueden ser difíciles de encontrar. No son los maestros que ves en la televisión. No son las celebridades que proclaman tener los secretos del universo. Los verdaderos maestros del Conocimiento son difíciles de encontrar, a menudo viven en lugares remotos, a menudo enseñando a un número muy reducido de personas.

Dios entiende esto, por supuesto, y comprendiendo la gran necesidad de Conocimiento en el mundo actual y en los tiempos venideros, ha enviado un Mensaje de preparación pura en los Pasos al Conocimiento.

Por lo tanto, existe un camino para prepararse, porque no puedes prepararte tú mismo, porque no conoces el viaje. Y es posible que no tengas acceso a uno de los verdaderos maestros del Conocimiento que viven hoy en el mundo. Así que Dios te ha proporcionado los Pasos al Conocimiento.

En todas las tradiciones del mundo, existe una enseñanza central en El Camino del Conocimiento. Pero esta enseñanza central puede ser muy diferente de la enseñanza pública que las religiones presentan y sobre la cual basan sus teorías y sus doctrinas.

Un verdadero maestro del Conocimiento es raro, pero existe. Pero si no conoces a ese maestro o no puedes acceder a él, entonces Dios te ha enviado los Pasos al Conocimiento. Dentro de esta preparación, aprendes a enfocar tu mente en la corriente más profunda de tu vida. Aprendes a reconocer las señales y las comunicaciones que el Conocimiento te está dando.

Aquí aprendes cómo aquietar tu mente superficial, tu mente social, para que puedas escuchar y tener una experiencia más profunda de tu naturaleza. Aquí comienzan a abrirse las puertas internas y comienzas a experimentar una comunicación profunda que ha estado funcionando durante toda tu vida, pero a la que antes no habías sido capaz de responder.

Así pues, existe una vía. Existe un camino. Puedes estar solo en tus inclinaciones más profundas, pero estás trabajando en conjunto con muchos otros en el mundo que están siguiendo esta educación cada vez más profunda. Esta educación no es una imposición de ideas ajenas. Más bien, es una estimulación de tus inclinaciones más profundas y naturales. Es una agitación y un reconocimiento del Conocimiento dentro de ti, dándole la oportunidad de emerger en tu conciencia y de ejercer su poder y su gracia en tu vida.

Así es como Dios te habla y te influye. Así es como Dios te protege de cometer errores fatales en tu vida. Así es como Dios te guía para que te mantengas fuera del camino peligroso y reconozcas el verdadero camino que debes seguir, un camino que probablemente no reconocerías de otra manera.

Aquí las relaciones que llegan a tu vida para apoyar este propósito superior serán profundas e importantes. Tendrán un poder que trasciende vuestras personalidades divergentes y quizás diferentes. Y serán para ti una confirmación de que en verdad has venido al mundo con un propósito superior, un propósito que no te inventaste, un propósito que vive dentro de ti, esperando a ser descubierto y expresado en las circunstancias cambiantes de tu vida.

Cuando lleguen estos individuos, debes ser muy cuidadoso para discernir la forma apropiada de esa relación. Aquí quizás tu cultura te haya condicionado a pensar en las relaciones en términos de si estas representan un matrimonio o un benefactor. Aquí debes usar un discernimiento más profundo y tener paciencia para permitir que este nuevo tipo de relación encuentre un lugar en tu vida.

Porque estas relaciones a menudo no representan matrimonios ni benefactores. Aquí tendrás que ver a dónde te está llevando el Conocimiento y comenzar a obtener una mayor comprensión de la vida, para ver cómo estas relaciones encajan en un plan mayor para ti.

Es como escalar una montaña. Cuando estás al pie de la montaña, no puedes ver el panorama de la vida. Solo puedes ver tus circunstancias inmediatas. Estás sumergido en los valles, en los árboles, y todavía no tienes ninguna perspectiva real. Y aunque alguien puede tratar de compartir contigo su perspectiva desde lo alto de la montaña, tú mismo aun no puedes ver eso.

Entonces, el énfasis aquí es subir esta montaña, paso a paso. Y a medida que comienzas tu largo ascenso, aprendes lo que es importante mantener contigo y lo que es importante dejar de lado. Reconoces lo que es realmente útil y necesario, y lo que simplemente es una carga y una distracción.

Aquí aligeras tu carga. Reorganizas tu equipaje. Ajustas tus expectativas y construyes la fuerza para continuar. En el camino, querrás establecerte. Pensarás que has ido lo suficientemente lejos; querrás decirte a ti mismo que está bien tal como está, que es suficiente para ti.

Pero el Conocimiento continúa guiándote. No te permitirá comprometer tu vida. Debes hacer este viaje, porque solo este viaje te dará la comprensión y la conciencia de lo que realmente es tu vida, para qué es, y cómo puede ser expresada de la manera más completa y más satisfactoria.

Aquí, en tu viaje a la montaña, otros vendrán a seguirte, porque ellos también están viajando. Algunos de ellos serán compañeros para toda la vida, porque la montaña es muy grande.

Aquí tendrás que dejar atrás a personas que no pueden o no quieren hacer este viaje. Quizá no haya llegado para ellas el momento de que el Conocimiento surja en su experiencia. O quizá el Conocimiento está surgiendo, pero no pueden aceptarlo. Ellas están demasiado asustadas y demasiado inseguras para reconocer su importancia central en sus vidas.

En cualquier caso, no puedes quedarte atrás tratando de convencerlas o tratando de arrastrarlas montaña arriba, porque eres tú quien debes ir. Y necesitarás todas tus fuerzas para hacer este viaje. No puedes estar arrastrando a otras personas, intentando rescatarlas, o redimirlas, o convencerlas de alguna forma. Si ellas no pueden ver y no pueden saber, ¿qué puedes hacer tú? Aquí debes seguir y hacer el viaje, aunque eso signifique dejar relaciones atrás.

Tienes la responsabilidad fundamental de criar a tus hijos hasta la edad adulta y, en algunos casos, de cuidar de los padres ancianos que no pueden cuidar de sí mismos. Pero más allá de esto, tu primera responsabilidad es con el Conocimiento, porque esa es tu responsabilidad con Dios.

Las personas suelen pensar aquí que el Conocimiento es como otra personalidad, que es como su mente personal. Ellas piensan que el Conocimiento está sujeto a todas las debilidades y distracciones de la mente personal.

Las personas piensan que Dios está sujeto a todas las debilidades y distracciones de la mente personal. Piensan que Dios es colérico, vengativo o celoso, lo cual, por supuesto, es ridículo. ¿Cómo podría el Creador de todo el universo ser colérico, vengativo o celoso? Las personas piensan que Dios piensa como ellas, con todas sus debilidades y frágil carácter.

Algunas personas pensarán que el Conocimiento es también así, pero no lo es. Eso es lo que lo hace tan diferente de tu mente personal y social. Eso es lo que le da poder y consistencia, fuerza y ​​determinación. Porque el Conocimiento dentro de ti no puede ser seducido ni inducido por nada en el mundo. Solo responde al Conocimiento en los demás, y solo responde a Dios.

Eres tan afortunado de tener dentro de ti un guía tan magnífico y digno de confianza. Y a medida que ganes altura en esta montaña y aprendas a ver más allá de las copas de los árboles y los límites de los valles, comenzarás a ver que el Conocimiento es realmente tu verdadero Ser, un Ser que no está separado de la vida.

Verás que ser fiel al Conocimiento es, en el sentido más puro, ser fiel a ti mismo. Verás que nunca podrías dar tu vida por completo a otra persona a menos que el Conocimiento te guíe para hacerlo, y que todos los demás compromisos y arreglos eran por su propia naturaleza incompletos y limitados en el tiempo.

Aquí surgimiento del Conocimiento hace posible la verdadera unión con otro. Esto establece el matrimonio a un nivel completo, a un nivel más profundo, más allá de los límites del intelecto: un matrimonio o una amistad o una sociedad que trasciende el entendimiento humano y que tiene el poder y la gracia de Dios en su interior.

Estas relaciones producirán un gran valor para otros, pues aquí no vives sólo para la otra persona. Estás aquí para contribuir con algo más grande al mundo, para apoyar algo importante en el mundo, para fomentar algo significativo o para innovar algo nuevo para el bienestar y el beneficio de la humanidad.

Aquí se te da el poder y el don de las relaciones al nivel de un propósito superior. Pero primero debes ganar un sentido, una comprensión y una aceptación de un propósito mayor en tu vida. Y debes ver que no puedes inventar ni controlar este propósito superior. Solo puedes ser su testigo, apoyarlo, seguirlo y aprender de él.

Esto es seguir el viaje más grande en la vida. Y esto, por fin,  está liberándote para encontrar la mayor satisfacción en la vida y la mayor contribución por la cual estás aquí, para dar a las necesidades de la humanidad y a las necesidades cambiantes del mundo.