La Bendición


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 20 de abril de 2007
en Estambul, Turquía

Texto original: The Blessing

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.


La Bendición está sobre la humanidad, porque este es un tiempo de Revelación. Este es el tiempo en el que se le da a la humanidad un gran regalo, un gran regalo para darle propósito y dirección ante los difíciles e inciertos tiempos venideros.

Este es el tiempo en el que la humanidad recibe una mayor comprensión de su espiritualidad, una llamada a su unidad y su cooperación y una revelación de su destino —tanto dentro de este mundo como más allá de él dentro de una Comunidad Mayor de vida inteligente en el universo.

Porque la humanidad ha alcanzado un gran umbral, un umbral a partir del cual no hay vuelta atrás. Es un umbral completamente diferente a cualquier otro umbral que la humanidad en conjunto haya alcanzado antes.

Ahora debéis volveros gente del mundo, no solo gente de una nación, de una tribu o de un grupo, porque estáis emergiendo a una Comunidad Mayor de vida inteligente, donde todos aquellos que podéis encontrar y todos los que os observan incluso ahora os considerarán gente del mundo.

Aquí estáis entrando a un mayor panorama de vida, y estáis entrando a un entorno competitivo en el universo que es diferente a todo lo que podáis imaginar. Cómo os conducís a vosotros mismos aquí, cómo conducís vuestras relaciones mutuas y cómo consideráis vuestra posición en el universo, tiene todo un enorme peso en la determinación de vuestro futuro y en cómo vuestro destino en esta Comunidad Mayor se cumplirá, e incluso si puede cumplirse.

Habéis llegado al gran umbral donde tenéis el poder de destruir los recursos que sostienen la vida en este mundo y colocar a la humanidad en un estado permanente de declive.

Tenéis el poder de competir entre vosotros como siempre habéis competido para llevar a la humanidad a este gran estado de declive. Y aun así, tenéis el poder de elegir otro camino, un camino de salida a un dilema que solo será más difícil e intratable según pase el tiempo.

Lo que haréis como individuos, lo que haréis como parte de un grupo más grande y una nación más grande, determinará cuál de estas dos grandes opciones tomaréis. Si continuáis conduciéndoos como en el pasado, siguiendo vuestros hábitos, entonces vuestro futuro es predecible y extremadamente grave.

Sin embargo, si elegís otro camino, entonces podéis establecer un nuevo comienzo y expresar una mayor promesa que reside en el corazón de todos los que habitan aquí.

La Bendición aquí es hacer surgir esta promesa mayor. Esta se inicia en el individuo, por supuesto, pero se extiende más allá de la familia humana.

Esto ha llamado un Nuevo Mensaje de Dios al mundo, ya que solo un Nuevo Mensaje de Dios puede contener tal Bendición. Solo este tiene el poder de evocar la sabiduría y la compasión mayores que el Creador de toda vida ha puesto dentro de cada persona.

No hay individuo, filosofía o escuela de pensamiento que pueda generar esta llamada. Esta tiene que venir del Creador de toda vida. Debe venir del Dios de toda la Comunidad Mayor —el Único Dios, la Única Fuente, cuyos Ángeles velan sobre el mundo, pero cuyo Poder se extiende más allá de lo que la humanidad puede siquiera imaginar.

Dios ha puesto dentro de cada persona la semilla del Conocimiento para que esta llamada pueda responderse. Este Conocimiento es una inteligencia mayor dentro de cada persona que espera a ser descubierta, pero su completa existencia está en relación con el Creador de toda vida.

No es un recurso que podáis utilizar para enriqueceros o para obtener una ventaja sobre los demás, ya que el Conocimiento no hace estas cosas. Su propósito y su realidad es responder al Creador de toda vida y responder a la gran llamada que está surgiendo según la humanidad continúa aproximándose a este gran umbral en su existencia.

Porque es en este gran punto de inflexión donde la humanidad elegirá el éxito o el fracaso frente a una inmensa dificultad en el mundo y frente a fuerzas de oposición y competencia de la Comunidad Mayor, que tratan de aprovecharse de una humanidad dividida y en lucha.

Muchas personas por todo el mundo están sintiendo un gran malestar, una gran inquietud acerca de la condición del mundo, y tienen una preocupación grave por el futuro del mundo y el futuro de la humanidad. Ellas perciben, sienten y saben que están viviendo en una época de gran poder, una época que determinará el destino y el resultado para la humanidad. Esto no es una comprensión intelectual tanto como una experiencia visceral, un poderoso reconocimiento, un innato sentido de conciencia —todo lo cual proviene del Conocimiento dentro de la gente.

No hay escape de este gran momento, de este gran punto de inflexión. No hay más perderte en tus fantasías y búsquedas individuales. Ya que si entras en este tiempo —en este gran umbral, en este tiempo de Revelación— ciego y obsesionado contigo mismo, no serás capaz de ver, saber y prepararte.

Puedes orar a Dios pidiendo la salvación. Puedes orar a Dios pidiendo la Bendición. Pero la Bendición y la salvación ya han sido puestas dentro de ti —dentro del Conocimiento en ti, esperando el momento en que tengas la madurez y el entendimiento de que este poder en ti debe ser llamado, seguido y honrado por encima de todo lo demás.

Porque esta es tu relación con Dios, y la urgencia que sientes en tu interior es la Llamada de Dios: la Llamada a despertar, a tomar conciencia y a responder.

No creas que sin tu participación tu vida tendrá una mayor posibilidad. No pienses que puedes dormir durante el mayor acontecimiento de la historia humana y esperar beneficiarte de las circunstancias cambiantes a tu alrededor. Y no creas que puedes encontrar paz y ecuanimidad tratando de ignorar los grandes momentos en los que vives, porque no habrá paz ni ecuanimidad en eso. No habrá alivio ni consuelo en eso.

Estás viviendo en un tiempo de Revelación. Estás viviendo en un tiempo en el que la humanidad enfrenta su mayor umbral, sus mayores desafíos, su mayor peligro y, sin embargo, su única gran oportunidad para establecer la cooperación y la unidad humanas frente a circunstancias graves y calamitosas.

Para ver y saber esto por ti mismo, debes ser capaz de superar tu propia negación. Debes ser capaz de superar el condicionamiento de tu cultura, que te impide ver. Debes ser capaz de superar tus propias preferencias y tu propia búsqueda de escape. Tal vez pienses que esto no es posible, pero el poder del Conocimiento dentro de ti te permitirá hacerlo y permitirá que otros también lo hagan.

La Llamada está surgiendo ahora. Un Nuevo Mensaje de Dios está en el mundo. El Mensajero se encuentra en el mundo. Él está ahora preparado para presentar el Nuevo Mensaje. Este contiene la Bendición. Contiene la Advertencia. Contiene la Preparación.

El Nuevo Mensaje no está aquí para sustituir a las religiones del mundo, sino para establecer y reforzar su terreno común, iluminarlas y darles fuerza y propósito para que puedan tener un futuro —tanto en el mundo como en la Comunidad Mayor de vida a la que la humanidad está ahora emergiendo.

Frente a este gran umbral, vuestros gobiernos no tendrán una respuesta. Vuestros filósofos no tendrán una respuesta. Tal vez la gente verá parte de la solución y tratará de expresarla, y eso es necesario, pero la respuesta debe venir de un Poder Mayor en vuestro interior y un Poder Mayor más allá de vosotros.

Porque lo que se requerirá es un gran cambio en la comprensión humana y un cambio en el comportamiento humano. Estas cosas deben ser requeridas por un Poder Mayor y por una respuesta mayor dentro de ti y dentro de la gente por todo el mundo. No todos tendrán que responder, pero suficiente gente en muchos lugares necesitará experimentar esta llamada y esta respuesta.

No queda mucho tiempo. No es momento ahora para volverse apático e indeciso. No hay lujo en permanecer ignorante y tonto ante las Grandes Olas de cambio.

Porque hay una Oscuridad Mayor en el mundo. Es una Oscuridad más profunda y más trascendente que cualquier otra cosa que la humanidad haya enfrentado antes.

[Esta Oscuridad] entra en el mundo en un momento de gran vulnerabilidad para la familia humana, mientras enfrenta un mundo en declive y la gran decisión de si la humanidad elegirá el sendero de la autodestrucción —un sendero nacido de la competencia, el conflicto y la guerra— o si será reconocido, afirmado, requerido y expresado el otro sendero, el otro camino, un sendero hacia la cooperación y la unidad frente a un gran peligro.

Muchas personas en todo el mundo están empezando a ver la evidencia de este gran peligro, pero muchos todavía están durmiendo, soñando con su propia realización personal, inconscientes e inatentos a las Grandes Olas de cambio que ya están llegando al mundo.

Por tanto, para aquellos que pueden responder, será necesario responder completamente —reconociendo la gran amenaza, escuchando la gran advertencia y recibiendo la gran Bendición del Creador de toda vida.

Hay una respuesta para la humanidad, pero no es una respuesta que la humanidad pueda inventar por sí misma. Porque la respuesta debe tener el poder de llamar a la gente a un mayor servicio mutuo. Debe tener el poder de superar y anteponerse a lo psicológico, a las ideologías políticas y sociales y a las tendencias que continúan colocando a la humanidad en oposición a sí misma. Debe ser un poder lo suficientemente grande como para incitar compasión, tolerancia y perdón en la familia humana.

No es simplemente un conjunto de ideas. Es el poder de la redención. Es una llamada de Dios y una respuesta de la Creación de Dios —una respuesta dentro de la gente, una respuesta dentro de ti.

Por tanto, recibe la Bendición. No puedes comprenderla intelectualmente por completo, pero puedes sentirla y saber que es auténtica. Puedes sentir la respuesta despertando en tu interior.

Honra esta respuesta y permite que surja en tu conciencia. Permite que te lleve hacia delante. Es la orientación que el Creador te está proveyendo. Ha estado durmiendo en tu interior mientras tú has estado durmiendo a su alrededor.

Ahora debe despertar, ya que el momento de su emergencia ha llegado. Ahora debes mirar al mundo con ojos claros y objetivos. Ahora debes dejar de lado las preocupaciones infantiles y tontas que solo te mantienen débil, ciego y vulnerable.

Este es un tiempo de Revelación. Tiempos así solo vienen en muy raras ocasiones —en grandes puntos de inflexión para la familia humana, en grandes momentos de oportunidad donde el Creador de toda vida puede dar a la humanidad una mayor sabiduría y Conocimiento y una nueva infusión de inspiración y poder espiritual.

Este es tu tiempo. Este es el tiempo para el que has venido, ya que no has hecho todo el camino hasta este mundo, con la ayuda de las Huestes Angélicas, simplemente para ser aquí un consumidor —para construir un nido para ti mismo, para enriquecerte y para luchar con otros por este enriquecimiento.

Aunque esta puede ser la realidad de tu vida aquí en este momento, no es tu realidad mayor, la cual es traer algo más precioso al mundo, algo que el mundo no puede darse a sí mismo, y permitir que este regalo remodele tu vida y la redirija al servicio de la humanidad y al servicio de la vida en este mundo.

Pero un propósito debe ser activado por una llamada mayor y un mayor conjunto de circunstancias. Por tanto, no rehúyas las Grandes Olas de cambio que se avecinan; afróntalas. Estarás asustado e incierto bajo su sombra, pero su realidad también encenderá un poder espiritual dentro de ti, y este poder espiritual emergerá debido a la Llamada, debido a la Bendición.

Porque Dios está llamando a todos los que ahora duermen para que despierten de sus sueños de miseria y realización, respondan a este gran tiempo y se preparen para entregar los regalos que fueron enviados a dar a una humanidad en lucha —una humanidad cuyo futuro será ahora determinado en gran medida dentro de los pocos años por venir—. Esta es la Bendición.

Puedes orar a Dios por muchas cosas. Puede que pidas protección. Puede que ores pidiendo oportunidad y ventaja. Puede que ores por el bienestar de los miembros de tu familia y tus seres queridos. Pero no hay mayor respuesta que Dios pueda dar y no hay mayor regalo que pueda darse que la Bendición. Porque la Bendición responde a una pregunta mucho mayor que viene de tu interior, de la necesidad de tu alma. Se trata de una comunicación mucho más allá del intelecto y las necesidades del momento. Provee mucho más de lo que has aprendido a pedir.

[La Bendición] es un camino. Es un sendero. Es una toma de conciencia. Es un viaje. Es una montaña que escalar. Eso es la Bendición.

Eso es lo que reorganizará tu vida y le dará sentido. Eso es lo que organizará tu forma de pensar y te ofrecerá un escape de la ambivalencia y el caos. Esto, independientemente de tus circunstancias, traerá la Bendición a tu vida para que otros puedan verla, sentirla y responder a ella. Es intangible. Es inefable. Pero tiene el poder de traer a la familia humana todas las recompensas mayores.

Solo la Bendición puede preparar y proteger a la humanidad. Solo la Bendición os dará el camino a través de los inciertos y difíciles tiempos por delante. Y solo la Bendición puede prepararos para la Oscuridad Mayor que está en el mundo —la Oscuridad Mayor que tiene el poder de determinar el futuro de cada persona de hoy y de todas las personas que vendrán después en este mundo.

Este es un tiempo pidiendo que la unidad, la fuerza y la sabiduría humanas pasen a un primer plano. Porque ahora enfrentáis la competencia de más allá del mundo, así como circunstancias desastrosas dentro del mundo. Se trata de un conjunto de circunstancias que no tiene precedentes en toda la existencia de la humanidad.

No penséis que se trata de una realidad en un futuro lejano o que no está sobre vosotros ahora. A menos que podáis ver el gran desafío, no sentiréis la gran necesidad. Si no podéis sentir la gran necesidad, no reconoceréis la Bendición. No sentiréis la necesidad de la Bendición. Y no podréis ver que, sin la Bendición, la humanidad entrará en un período de declive prolongado con circunstancias graves e inmensamente difíciles.

Dios entiende la difícil situación de la humanidad, aun si la humanidad no puede reconocerla por sí misma. Dios conoce la necesidad de vuestra alma, incluso si aún no la podéis sentir dentro de vosotros mismos. Dios sabe lo que se avecina para la humanidad, y hace una llamada para que la humanidad despierte, tome conciencia y se prepare.

La Voluntad de Dios y las decisiones humanas no son lo mismo. Por tanto, el resultado depende de la gente. El Creador ha dado ya la gran dotación del Conocimiento. Los Ángeles velan por el mundo. Pero el resultado está en manos de la gente.

Como muchas otras razas en la Comunidad Mayor han elegido a través del tiempo inmemorial, la gente puede elegir fracasar, entrar en declive y caer bajo la persuasión y el dominio de otras fuerzas. Esto ha ocurrido en innumerables ocasiones, tanto dentro de vuestro mundo como en la inmensa vastedad del universo.

Lo que Dios quiere y lo que la gente elije y quiere para sí misma no son lo mismo. Este es el problema. Este es el dilema. Esto es lo que crea la gran Separación. Esto es lo que te impide seguir el Conocimiento dentro de ti mismo. Esto es lo que mantiene a las personas ciegas y genera un comportamiento tonto y destructivo. Por tanto, si puedes reconocer el problema, te pondrás en posición de reconocer la solución.

La Llamada debe venir de Dios. La respuesta está en el Conocimiento dentro de ti y en el Conocimiento dentro de todos. No hay competencia o conflicto entre el Conocimiento, porque existe en todos. Qué diferente es esto de vuestras teorías e ideas, vuestras prescripciones y las prescripciones de vuestras sociedades.

Al final, la humanidad debe tomar medidas valientes y decisiones difíciles. Pero la Llamada está aquí.

Tus decisiones y acciones deben seguir a la Bendición y no precederla. Permítete recibir el regalo de la Bendición y luego, paso a paso, sabrás qué hacer —qué serie de acciones debes emprender, los umbrales por los que debes pasar y el cambio que debes llevar a cabo en tu propio pensamiento y en tus propias circunstancias—. La acción y la comprensión siguen a la Bendición.

Para dar, primero debes recibir. Para saber, los ojos deben primero estar abiertos. Para tener el poder y el valor de responder, debes ver la necesidad y sentir la grandeza de los tiempos en los que vives.

Debes preparar tu mente y tus emociones. Debes prepararte para recibir la Bendición y experimentar la mayor respuesta en tu interior, la gran llamada al Conocimiento dentro de ti. Debes permitir que este Conocimiento surja poco a poco, sin tratar de controlarlo, dominarlo o manipularlo de ninguna manera.

De este modo, la Bendición se afianza y crece en ti, porque la Bendición no es una cosa momentánea. No es algo que experimentes como el destello de un relámpago. No ilumina el paisaje nocturno durante solo un segundo.

La Bendición inicia un proceso de emergencia. Inicia un proceso de renovación. Inicia el proceso de redención que puede dirigir y cumplir el resto de tu vida aquí. Esta es la gran necesidad de la humanidad, y esta es la gran necesidad de tu alma y del alma de todos los que aquí habitan.

Que el poder de la Bendición y la gravedad de vuestra situación se te revelen ahora poderosamente, y que puedas pasar a través de los sentimientos iniciales de temor, inseguridad e incapacidad a fin de permitir que la respuesta más profunda del Conocimiento suceda en tu vida, como lo hará hoy, mañana y cada día siguiente. Porque este es el tiempo de la Revelación. Estás aquí en el tiempo de la Revelación.