Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 3 de septiembre de 2014
en Boulder, Colorado, Estados Unidos
Texto original: The Messenger’s Calling
Escucha el audio original aquí (en inglés):
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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.
Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.
En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.
Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.
Dios ha enviado un Mensajero al mundo, enviado desde la Asamblea Angélica. Es el primer Mensajero que llega desde los días de Mahoma. Y no se enviará otro durante mucho tiempo.
Su papel es muy importante. Está trayendo al mundo algo que nunca antes se ha traído aquí, continuando la gran serie de Revelaciones traídas a la humanidad en puntos de inflexión críticos en su historia y su evolución.
Viene en un tiempo de gran y creciente necesidad, cuando la humanidad enfrenta un mundo de inmenso cambio medioambiental y toda la convulsión política y económica que se producirá. Está llegando en un tiempo en el que la humanidad se encuentra en el umbral de un universo lleno de vida inteligente. Llega en un tiempo en el que la humanidad debe prepararse.
Su llamada al mundo es que el mundo debe recibir esto. Gente de todas las naciones, culturas y afiliaciones religiosas, él os está llamando —a aquellos que pueden escuchar, a aquellos que pueden recibir, a aquellos que reconocen que debe venir una Nueva Revelación.
Porque la religión se ha hundido en la confusión y está en conflicto consigo misma y entre sus expresiones principales. Se ha vuelto una herramienta del estado y de aquellos que buscan poder y dominio sobre los demás.
Pero esto por sí solo no ha traído la Nueva Revelación al mundo. Es en efecto el gran umbral que la humanidad enfrenta, que solo el Nuevo Mensaje de Dios puede revelaros por completo. Es un umbral de inmenso cambio en el mundo, que requerirá preparación y adaptación a una escala nunca vista antes. Requerirá preparación para la interacción de la humanidad con la vida en el universo, que ya ha comenzado, pero de un modo que es muy peligroso para la familia humana.
Gente de todas las naciones, culturas y tradiciones religiosas: el Mensajero os está llamando a tener coraje y honestidad y a sentir la gran necesidad de que Dios os hable de nuevo. Porque Dios solo habla a la humanidad en grandes puntos de inflexión, en tiempos de gran necesidad y oportunidad.
Las oraciones y peticiones sinceras y las necesidades verdaderas de gente de todo el mundo están siendo contestadas ahora mediante la Revelación. Pero Dios no da a la gente lo que esta espera. Dios da a la gente lo que necesita para este tiempo y los tiempos venideros. Y las Revelaciones son tan vastas y profundas que hablan de las necesidades de la gente que aún ha de nacer, la gente de dentro de cincuenta años y de dentro de doscientos años. Así de grande es la Revelación. Es por eso que las Revelaciones previas de Dios han crecido en el tiempo y fueron capaces de proveer de manera continua a gente de eras diferentes y naciones diferentes, en toda clase de circunstancias.
Así ocurrirá con la Nueva Revelación de Dios si esta puede recibirse y aceptarse, estudiarse y aplicarse. No está aquí para reemplazar las religiones del mundo, sino para dar a estas un mayor alcance y dimensión, así como para unirlas. Pues todas ellas fueron iniciadas por Dios, y todas ellas han sido cambiadas por el hombre mediante la adopción, la confusión y la corrupción.
Gente de todas las naciones, culturas y tradiciones religiosas, el Mensajero os está llamando a reconocer vuestra necesidad más profunda, la necesidad de vuestra Alma. Esta no es solo la necesidad del día, o los eventos del mundo, o las crisis de este momento. Es una necesidad que es más omnipresente y profunda —la necesidad de reuniros con vuestra Fuente, la necesidad de obtener la fuerza que solo el Cielo puede proporcionar, la necesidad de conocer vuestro verdadero propósito y dirección más allá de lo que vuestra cultura o incluso vuestra religión os han prescrito. Porque solo Dios puede daros esto.
La necesidad de perdonar, de integridad y de verdadero propósito y dirección más allá de lo que vuestra cultura y otros han prescrito para vosotros —esto debe venir de Dios para poder ser verdadero y eficaz, para poder serviros en todo momento y en todo tipo de situaciones, más allá de todas las divisiones, todos los conflictos y todos los fracasos de la humanidad.
Dios sabe lo que está llegando desde el horizonte y busca advertiros, bendeciros y prepararos.
El Mensajero te está ahora llamando a escuchar, a responder, a encontrar esto, a recibirlo, a dejar a un lado tus juicios, tus preferencias y tus exhortaciones para poder recibir las bendiciones del Creador, dadas ahora de nuevo bajo una serie de circunstancias muy diferente, cuando la humanidad está a punto de enfrentar sus mayores pruebas.
No todo el mundo será capaz de responder al principio, pero hay muchos en el mundo actual que están listos para escuchar esto, en todas las naciones y en todas las culturas. En todas las tradiciones de fe hay muchos que están listos para escuchar esta llamada.
El Mensajero es ahora un hombre mayor. Por tanto, el tiempo es vital para que le escuches, le recibas y le reconozcas en sus años restantes en la Tierra.
Él te está llamando a recibir, a aprender y a tomar los Pasos al Conocimiento, el Conocimiento más profundo que Dios ha puesto dentro de ti, que fue puesto allí antes incluso de que vinieras al mundo, para guiarte, protegerte y conducirte a una mayor vida de propósito y satisfacción en el mundo. Tú no puedes darte a ti mismo estas cosas.
Sin este Conocimiento, las personas seguirán a la tribu. Seguirán su cultura. Seguirán las exhortaciones de otros. Se perderán en un mundo de deseos, fantasías y quejas. Vivirán vidas de desesperación y a menudo violencia. No estarán preparadas para las fuerzas mayores que están cambiando el mundo incluso en este momento.
Sin el Conocimiento, las personas se enfrentarán las unas a las otras como siempre lo han hecho, luchando, compitiendo, peleando, destruyéndose mutuamente como siempre lo han hecho.
Es solo gracias a los grandes Mensajeros y Mensajes que la humanidad ha llegado hasta donde ha llegado con tanto éxito, a pesar de sus muchos fracasos y errores.
Pero ahora debe darse una Nueva Revelación. El Mensajero ha pasado cuarenta años recibiéndola en aislamiento. Ahora debe proclamar al mundo en sus años restantes. Él está llamando entonces no solo a un grupo, a una nación o a una región. Llama al mundo entero, y es por eso que está retransmitiendo al mundo entero, proveyendo la Revelación para el mundo entero y proveyendo, por primera vez en toda la historia humana, la Voz de la Revelación.
La Voz que habló a Jesús, Buda y Mahoma, puedes escucharla por primera vez —Nuestra Voz, esta Voz, la Voz de la Asamblea Angélica hablando unida como uno solo, una realidad y un fenómeno que tu intelecto no puede entender, pero que tu corazón puede recibir poderosamente.
Porque el Señor es el Señor del universo entero, con incontables razas de seres muy distintas a vosotros, y de otras dimensiones del universo físico, y de la Creación que está por completo más allá del reino físico.
Dios ha puesto el Conocimiento dentro de ti. Si despiertas a esto y respondes a esto, entonces la Voluntad de Dios puede moverte y protegerte y guiarte, porque necesitas esto ahora más que nunca antes.
Gente de todas las naciones, culturas y tradiciones religiosas, escuchad al Mensajero llamándoos. No lo disputéis. No lo neguéis, o negaréis la Gracia y el Poder de Dios. Y negaréis el regalo de Dios para vosotros, que ahora necesitáis más que ninguna otra cosa.
Porque las grandes tradiciones del pasado no pueden preparar a la humanidad para el gran cambio que está llegando al mundo ni para el encuentro de la humanidad con la vida inteligente en el universo —los dos mayores eventos en toda la historia humana; los dos eventos que, más que ninguna otra cosa, pueden afectar el futuro de toda persona en la Tierra y de aquellas aún por venir—. Es tan grande la necesidad que apenas puedes reconocerla. Está más allá de las necesidades en las que piensas.
Pero el mundo está comenzando a descomponerse. La civilización humana está comenzando a descomponerse. Esto te afectará a ti y toda persona, sea rica o pobre, en todos los países, en todos los rincones del mundo.
Debes escuchar la llamada que te hace el Mensajero. Dios le ha enviado aquí para ser el receptor y el representante principal de la Nueva Revelación para el mundo.
No disputes esto por razones religiosas, porque no puedes determinar lo que Dios hará o cuándo hablará. No puedes determinar que no se enviará al mundo otro Mensajero. Solo la arrogancia y la necedad podrían proclamar esto.
Estáis entrando en un nuevo mundo de recursos en disminución, meteorología violenta, cosechas fallidas e inmenso cambio físico y biológico en el mundo creado por la necedad y la codicia de la humanidad y su abuso del mundo. Es un tiempo de creciente necesidad, aumentando con cada día que pasa. Pocas personas son conscientes de lo que esto realmente significará y cuánto cambiará sus circunstancias. Pero Dios lo sabe, y la Revelación revela esto con mucha claridad.
¿Qué persona en el mundo sabe lo que es la vida en el universo, o lo que requerirán para la humanidad los encuentros de esta naturaleza, o cómo distinguir amigo de enemigo en dichos encuentros? Solo Dios lo sabe, y Dios ha enviado la Revelación para revelaros esto y prepararos para esto, porque nada en el mundo puede prepararos para esto.
Gente de todas las naciones, culturas y tradiciones religiosas, escuchad la llamada del Mensajero. Él es la única persona que puede hacer esto. Porque ha sido enviado desde la Asamblea Angélica. No es una persona ordinaria. No es un Dios, porque ninguna persona es un Dios. Pero es un miembro de la Asamblea, y está en el mundo. Porque todos los grandes Mensajeros han venido desde la Asamblea. Eso es lo que les ha dado el poder y la asociación para traer las grandes Revelaciones que han traído al mundo.
Ahora estás viviendo en un tiempo de Revelación. Es un tiempo que desafiará tu fe, tu coraje, tu confianza y tu fe en ti mismo y en otros de maneras nunca vistas antes. Incluso las grandes guerras del siglo pasado significarán muy poco comparadas con lo que vais a enfrentar ahora —el producto del abuso del mundo por parte de la humanidad.
Solo Dios puede mostraros el camino. Porque, hasta ahora, la humanidad no ha podido corregir su comportamiento por su cuenta. Solo Dios puede mostraros un camino hacia un mayor futuro para la familia humana, porque la gente no puede inventarlo por sí misma.
Para esto, debes ver que Dios es mucho más grande de lo que previamente pensaste —un Dios de incontables razas en el universo, un Dios de un reino de vida tan extenso que tu intelecto difícilmente puede entenderlo, ni siquiera una parte.
Este es el Dios que te ha enviado al mundo a través de tu Familia Espiritual. Este es el Dios que ha puesto el Conocimiento dentro de ti para guiarte y darte Sabiduría de más allá del mundo. Este es el Dios que te devolverá tu verdadera integridad, tu naturaleza más profunda y el verdadero propósito que te ha traído al mundo bajo las circunstancias mismas que buscas negar o evitar.
Gente de todas las naciones, culturas y tradiciones de fe, escuchad la llamada del Mensajero, porque es la llamada de Dios. Él es el Mensajero. No está aquí meramente para entregar el Mensaje, sino para representarlo y hablar en su nombre. Lo que hace esto posible es quién es él y de dónde ha venido.
No hay nadie más en el mundo que pueda apoderarse de la Revelación de Dios y usarla para sí, porque nadie tiene el poder o la conexión para hacerlo. Y el Cielo no honrará a esa persona, no importa lo que proclame para sí misma.
Solo uno ha sido enviado, porque así es como sucede. Solo uno ha sido enviado, y él está en el mundo, y te está llamando. Te está llamando con su voz, y te está llamando mediante la propia Revelación, que está poniéndose a disposición del mundo lo más rápidamente posible.
El Mensajero es un hombre humilde. No tiene posición en el mundo. Ha pasado por una preparación distinta a todo lo que puedas imaginar, para [cumplir] una llamada y una misión mayores aquí en la Tierra. Él debe hablar a la gente de la Tierra y llegar a tantos como pueda en sus años restantes.
Esta es su llamada a ti. Este es tu desafío. ¿Puedes encarar la Luz de la Revelación? ¿Puedes ser receptivo a la Nueva Revelación de Dios para el mundo? ¿Puedes llevarla a tu corazón y aplicarla en tu vida? Porque la Revelación proveerá mucho para ti ahora mismo en todo lo que estás haciendo y en todo lo que necesitas.
Dios ha dado la Revelación para el mundo, pero esta también provee la restauración para cada persona que pueda recibirla y aplicarla en su vida. Solo el genio del Creador podría hacer esto. Solo el genio del Creador podría hablar a la gente de cada nación, cada cultura y cada tradición de fe a través de la Nueva Revelación.
La Bendición está sobre ti. El Mensajero está llamándote a recibirla. El Mensajero está llamándote a ser verdaderamente honesto y receptivo. El Mensajero está llamándote a dejar a un lado tus creencias y exhortaciones para poder ser receptivo a la Revelación. Si no puedes hacer esto, entonces Dios no puede ayudarte. No puede asistirte.
Porque Dios sigue presente en el mundo, y la Revelación de Dios para la humanidad ha llegado de nuevo.