Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 21 de diciembre de 2012
en Boulder, Colorado, Estados Unidos
Texto original: The Journey to a New Life
Escucha el audio original aquí (en inglés):
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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.
Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.
En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.
Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.
La vida comienza de nuevo con la Nueva Revelación. Es como un nuevo comienzo en la vida. Es una nueva promesa. Es una Nueva Revelación de Dios, dada ahora con el Gran Amor del Creador, dada ahora con profunda compasión por la difícil situación de la humanidad, sus dificultades, su problemática historia, sus destructivas tendencias y demás.
Es como tener un nuevo comienzo para cada persona que puede responder y para el mundo, que ahora está siendo tocado una vez más por el Amor del Creador.
Esto presenta un viaje, que deben iniciar aquellos que pueden responder a la Nueva Revelación, que pueden recibir su instrucción y que pueden comenzar a aprender lo que tiene que enseñar y a compartir de manera natural su sabiduría con otros.
Esto no pretende ser meramente una filosofía sobre la que especular y debatir en las salas académicas o en los cafés y restaurantes del mundo. La gente que hace eso no está respondiendo a la Revelación —no profundamente, no con honestidad, no por completo.
La reconciliación con el Creador es un viaje, como ves —tomando los Pasos al Conocimiento, comenzando a traer orden y claridad a la vida de uno mismo, resolviendo los dilemas y la falta de perdón del pasado, estableciendo un nuevo curso con la guía, la instrucción y la protección de una gran Revelación.
Es como si se ofreciera el regalo de una nueva vida para aquellos que pueden recibir y los que se beneficiarán de aquellos que pueden recibir. Porque el regalo resuena de mente en mente y es demostrado por aquellos que están comenzando a responder.
Es una gran esperanza en un mundo que se oscurece. Es una gran promesa para la humanidad que está perdiendo su esperanza y su confianza en sí misma.
El Mensajero está en el mundo. Está aquí hoy. Pero él es un hombre mayor, y en sus años restantes en la Tierra proclamará el Nuevo Mensaje para llevarlo a las personas y que estas puedan escuchar y comprender.
Él hablará de la gran promesa para la humanidad. Hablará de los grandes desafíos para la humanidad. Hablará del poder y la presencia del Conocimiento que vive dentro de cada persona como la mayor y más poderosa dotación de Dios, esperando a ser descubierta. Hablará de tomar los Pasos al Conocimiento. Hablará de poner la vida de uno mismo en orden y de restablecer la integridad y la certidumbre interna propias. Hablará de prepararse para un Nuevo Mundo, un mundo de inestabilidad medioambiental, política y económica. Hablará de seguir aquello que es poderoso y carece de miedo, que es la gran dotación.
Él hablará de estas cosas, como ves, para dar a la gente confianza y mostrar el camino. Porque esto no es meramente una promesa, como ves. No es meramente una esperanza basada en deseos, porque él tiene la preparación, pues forma parte de la Nueva Revelación de Dios. Esta hablará del Dios revelado, desvelado —el Dios de la Comunidad Mayor; el Dios de tu vida; el Dios de tu corazón; el Dios de tu memoria, tu profunda memoria; un Dios de tu Antiguo Hogar; un Dios de tu mayor futuro; un Dios de tu redención; un Dios de tu origen; un Dios que te ha enviado al mundo con un mayor propósito, que aún tienes que descubrir, pero que espera por ti—. Ahora tienes la promesa y la gran oportunidad de descubrir esto y de tomar los pasos, los grandes pasos, hacia su realización y su cumplimiento.
Con esto, dejas de estar perdido en el mundo. Es como ser pescado en el océano. Estás siendo recogido por la Gran Atracción de lo Divino y por el poder del Conocimiento dentro de ti, que responde solo a esto, porque este mayor poder no tiene otro compromiso aparte del que tiene con su Fuente.
Esta es la promesa de redención. Sin importar lo difícil o infeliz que tu vida se haya vuelto, sin importar lo que hayas hecho en el pasado, sin importar cuántos pesares puedas tener, esta es tu redención. Porque el Conocimiento dentro de ti no está contaminado por el mundo ni por tu propio malentendido y confusión. Permanece puro dentro de ti.
Esto significa que Dios no está contaminado por la historia del mundo y la historia de la religión. Lo que es puro dentro de ti no está contaminado por todo lo que ha sucedido —por la infeliz historia de la humanidad y por tu [propia] infeliz historia.
Dios está siendo experimentado de nuevo, como un nuevo Dios —nuevo para ti, pero atemporal e inalterable.
Comienzas el viaje de muchos pasos. Comienzas a aprender cómo dirigir tu mente en vez de ser dirigido por ella. Aprendes cómo tomar verdaderas decisiones con la certeza del Conocimiento. Aprendes cómo liberarte de ciertas situaciones y obligaciones que no representan tu destino ni tu propósito mayor aquí.
Mucho antes de que descubras este mayor propósito, estarás tomando estos pasos para liberarte, para recuperar tu vida perdida, para recuperar tu poder y tu confianza en ti mismo. Porque tu mayor propósito no es simplemente una gran definición. Es un destino. Pero para moverte en la dirección de tu destino, debes liberarte lo suficiente de tu pasado para poder moverte hacia delante con una mayor inspiración. Así que comienzas el viaje.
Aunque todos deben aprender ciertas cosas, el viaje de cada persona es único a su situación, a su naturaleza, a su historia y a sus circunstancias. Cada viaje es único en este sentido, pero todos están aprendiendo las mismas cosas y liberándose de las mismas cosas.
No estás perdido en la Separación en el retorno a Dios. [Este retorno] está empezando ahora a reunirte con otros de una manera profunda y significativa. Es aquí donde surgirán tus relaciones del destino. Es aquí donde encontrarás verdadero compañerismo, basado no en la familiaridad o en tu personalidad, sino en una resonancia más profunda en la que podéis ayudaros mutuamente en este viaje, y estáis haciendo este viaje juntos. Aunque es algo misterioso y está más allá del dominio y el alcance del intelecto, os apoyáis mutuamente a la hora de hacer lo que no se había hecho antes y tener el coraje y la confianza para establecer una nueva aventura en la vida.
Aquí tus mayores relaciones se manifestarán. Aquí tus mayores fortalezas se renovarán. Aquí aprenderás a ver el mundo con compasión y objetividad en vez de con miedo, anhelo y condena.
Aquí observarás tu pasado, sin importar lo dificultoso que pueda haber sido, para obtener de él la sabiduría que pueda proveer, porque te está enseñando lo que significa vivir una vida sin el Conocimiento, una vida sin propósito, una vida sin verdadera dirección. Puede servirte ahora si puedes utilizarlo objetivamente. Es la demostración de que debes responder a la llamada más profunda de tu vida, debes reconocer el nuevo Dios, que es el viejo Dios desvelado, y debes responder a lo que Dios ha puesto dentro de ti para que lo sigas y lo experimentes.
Aquí comienzas a resolver los dilemas de tu vida para poder recuperar tu fuerza, que antes se había perdido —perdida en [las relaciones con] la gente, en las circunstancias, perdida en la desesperanza y los esfuerzos sin sentido, perdida en la falta de perdón y la condena de ti mismo y de otros.
Ahora estás empezando a recuperar este poder perdido, esta parte perdida de tu vida, pues necesitarás esta fuerza en el futuro para enfrentar un nuevo mundo de mayor cambio e incertidumbre. Necesitarás esta fuerza para vencer tu propio miedo y tus debilidades, que antes te han perseguido e incapacitado.
Porque ahora te encuentras en un viaje. Solo conoces este viaje porque lo sientes, porque algo se está moviendo en lo profundo de tu interior. Este es el principio mismo de tu revelación personal, que se desplegará cada vez más a medida que avances, y siempre y cuando avances ella continuará. Siempre y cuando sigas dando pasos, ascenderás a esta montaña. Encontrarás tu camino. Aflojarás los lazos que te retuvieron y te mantuvieron abajo en los valles. Verás qué decisiones has de tomar y cómo ver las decepciones y pesares del pasado.
No entenderás este viaje, porque está más allá del dominio de tu entendimiento. Pero lo sentirás. Lo percibirás. Y, en ciertos momentos, reconocerás su completa necesidad en tu vida. En otros momentos, tendrás que sostener este sentimiento y encontrar a otros que puedan asistirte a hacerlo. Este es el retorno natural a aquello que es grande dentro de ti.
Aquí Dios no te está llamando a salir del mundo, sino a estar en el mundo de una manera enteramente diferente —no como una persona débil y patética; no como un seguidor ciego de tu cultura y tu religión; no como alguien que es acorralado para trabajar e ir a la guerra, sino como alguien que ha sido enviado al mundo con un mayor propósito, como un contribuidor, como alguien que puede traer a otros lo que ellos no pueden darse a sí mismos y traer resolución y fuerza de una manera única a la vida de las personas a tu alrededor.
La necesidad es muy grande y está creciendo cada día. El sufrimiento y la privación y la miseria están creciendo cada día. El riesgo de guerra entre grupos y naciones por los recursos restantes está creciendo cada día. Por tanto, la llamada a la redención es poderosa y deber sonar de nuevo por todo el mundo, a través de una Nueva Revelación de Dios.
Tú que estás escuchando y leyendo esto estás entre los primeros en responder. Es una llamada que viene de la Fuente de tu vida, hablando a esa parte de ti, esa parte más profunda de ti. Es esto lo que te dará el poder para responder, para atravesar periodos de incertidumbre, para resolver lo que antes parecía irresoluble y liberarte de lo que no podías liberarte antes. Porque ahora te encuentras en un viaje, como ves, un viaje de muchos pasos.
El Conocimiento sabe el camino. Pero tu intelecto tendrá que seguirlo, porque ha de servir a este mayor poder dentro de ti, ya que por sí solo el intelecto no puede ser este poder. Dios está llamándote a responder. En tu corazón, responderás.
Aquí aprenderás sobre la vida en el universo. Aquí aprenderás sobre el origen del universo. Aquí aprenderás sobre el milagro de la Creación. Aquí ganarás todo un nuevo entendimiento sobre la evolución de la humanidad dentro de un mayor ámbito de vida en el universo.
Aquí descubrirás cosas que nunca antes se enseñaron o revelaron a la humanidad, salvo a ciertos sabios e individuos escogidos. Aquí obtendrás una mayor educación sobre el destino de la humanidad y lo que se requerirá para liberar a la humanidad en un universo donde la libertad es poco frecuente y existe mucha competición por el poder.
Aquí aprenderás cosas más allá de tus intereses personales. Aquí descubrirás que estás viviendo en un momento clave de la historia humana, un gran punto de inflexión, un tiempo de gran desafío y dificultad, pero también de gran promesa para una humanidad en lucha. Aquí verás más allá de tus miedos y tus previas obsesiones. Aquí verás más allá de tus anteriores ideas. Aquí tendrás una ventana hacia una vida y un destino mayores, que solo pueden serte revelados mediante una Revelación de Dios.
Esta Revelación está siendo dada ahora a toda la humanidad. No es algo que se imparta simplemente a una o dos personas. Se está dando porque el Mensajero está en el mundo, y Dios ha hablado de nuevo para dar a la humanidad un mayor entendimiento de su realidad, de su mayor promesa y de los desafíos que debe enfrentar y superar.
Este es el viaje para toda la humanidad. Pero también es tu viaje. Porque no tienes un viaje aparte de este. Tu parte será una parte pequeña, pero una grande e importante, una parte que tiene el poder de redimirte y restaurarte, de darte dignidad y propósito y un verdadero sentido de tu riqueza y tus mayores capacidades.
Así es como Dios te renueva y te restaura. No es meramente creyendo en ciertas cosas o teniendo ciertas ideas. Es haciendo el viaje, como ves, e involucrándote con el Conocimiento más profundo dentro de ti, lo cual es algo que aprenderás a hacer a medida que tomes los Pasos al Conocimiento.
La humanidad tiene un mayor viaje que hacer para prepararse para vivir en un nuevo mundo de inestabilidad medioambiental, un mundo de recursos en declive y creciente población, un mundo donde el riesgo de guerra y competición es mayor que en cualquier otro momento anterior. Pero es en este mundo donde la humanidad puede comprender, finalmente y por necesidad —gran necesidad—, que debe cooperar para rescatar la civilización humana y asegurar su posición en un universo que ahora debe enfrentar y debe comprender.
No es como si se te llamara a hacer un viaje mientras todos los demás están yendo a otra parte, porque todos están siendo llamados a este viaje mayor para jugar su parte pequeña pero esencial. Pero para hacerlo, debes tener el poder del Cielo dentro de ti para guiarte. Debes tener la fuerza más profunda del Conocimiento dentro de ti para guiarte hacia delante, llevarte a través de periodos de gran incertidumbre y confusión y tratar con la confusión, la duda y la crítica de otros. Necesitarás esta mayor fuerza más de lo que comprendes, así como todo lo que está fuerza te otorgará, y que no puedes producir por ti mismo.
Solo Dios sabe cómo dirigirte hacia aquello que te redimirá y te restaurará. Tú no puedes descifrarlo. No es una idea o una filosofía o una invención humana.
Dios te da el camino y te llama a retornar. Este camino se está dando ahora con gran claridad, pues el Mensaje es puro. No está contaminado por la historia y la manipulación humanas ni por los compromisos de la adopción humana. Es puro. Está íntegro. Está completo. Es grande en su alcance. Y aun así te da el siguiente paso a tomar en tu vida.
Porque el Señor de todos los universos habla a tu corazón y a tu alma, el lugar más íntimo dentro de ti, donde ni siquiera el mundo puede llegar —esa parte de ti que el mundo no puede corromper ni tomar.
Esta es tu libertad. Este es tu poder. Este es tu destino. Esto es lo que te propusiste hacer antes de venir a este mundo. Esto es aquello sobre lo que reflexionarás cuando abandones este mundo. Todo lo demás se olvidará. No tendrá importancia entonces.
En un mundo de cielos que se oscurecen y mayor ansiedad y confusión, debes tener esta certidumbre. Pero debe ser una verdadera certidumbre. Debe tener el Poder del Cielo en su interior, y debe tener tu apoyo incondicional para que se te revele por completo.
El viaje te dará esta oportunidad de elegir la Revelación una y otra vez en cada punto de inflexión, donde te detendrás sintiéndote incierto sobre qué hacer, temiendo lo que podría requerir. Es solo dando un paso hacia delante, a través de esa puerta, a través de ese umbral, que encontrarás que estás siguiendo aquello que es lo más natural y fácil que puedes seguir, y que cualquier otra decisión que tomes será una decisión de re-entrar en la confusión y caer de nuevo en las sombras de la vida.
Hay parte de ti que es débil y parte de ti que es fuerte; parte de ti que es tonta y parte de ti que es sabia. Sin duda, la parte de ti que es débil debe seguir a la parte de ti que es fuerte. La parte de ti que es tonta debe seguir a la parte de ti que es sabia. Esto es lo que significa tomar los Pasos al Conocimiento —retornar a aquello que es esencial para tu vida y hacer el viaje, que es el viaje más importante que puedas hacer en la vida y el más importante que nunca harás.
No mires a otros buscando tus señales, porque ahora estás siendo llamado por la Fuente. No sigas a la multitud, pues ellos están perdidos. Pero tú estás siendo llamado a ser recuperado, restaurado y renovado.
Mira tu vida. Escucha dentro de ti. Porque sabes que no estás viviendo la vida que has de vivir. No estás cumpliendo el propósito que realmente fuiste enviado aquí a cumplir. Esta es una honestidad más profunda que tiene el poder de vencer la ambivalencia y la incertidumbre, así como el miedo y la necesidad de tener la aprobación de los demás.
Así es como Dios te restaura, liberándote de una cosa tras otra, de modo que tu mente pueda estar libre y puedas tener el poder del Cielo dentro de ti para que te lleve hacia delante. Porque debes ser una luz en un mundo que se está oscureciendo. Debes tener la fuerza y la confianza para hacer esto. Debes tener la fuerza para experimentar gran alegría y felicidad en un mundo donde la alegría y la felicidad parecen estar desapareciendo, porque eso forma parte de tu regalo a otros.
Aquí la Revelación te está restaurando día tras día, paso a paso, a medida que aprendes a traer fuerza y propósito a tus asuntos, a medida que aprendes a aprender sobre la vida en el universo a vuestro alrededor y el significado de la evolución humana. Aquí incluso tus errores te sirven. Y los errores de otros te sirven para recordarte la gran necesidad de Conocimiento y la necesidad de recibir y recuperar tu vida mayor.
Este es el viaje. Este es el Poder del Cielo. Esta es la promesa para toda la humanidad. Si suficientes personas pueden emprender este viaje y avanzar en él, la promesa para la humanidad crece; la fuerza de la humanidad crece; el coraje, el propósito y la integridad de la humanidad crecen. Este es el contrapunto a todo lo que parece estar desmoronando la civilización humana y el poder, la potencia y la creatividad de la humanidad.
Este es el viaje —tu viaje, el viaje de la humanidad—. Este es el Poder del Cielo trabajando dentro de ti en las circunstancias cotidianas de tu vida. Este es el regalo que da, que restaura, que renueva, que libera y que nutre la certidumbre más profunda en aquellos que te rodean.