Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 8 de marzo de 2015
en Boulder, Colorado, Estados Unidos
Texto original: How to Regard the Messenger
Escucha el audio original aquí (en inglés):
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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.
Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.
En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.
Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.
Dios ha enviado un gran Mensajero al mundo para recibir y presentar la Nueva Revelación de Dios. Él no es una persona común y corriente. Ha venido de la Asamblea Angélica, al igual que todos los Mensajeros de todas las grandes Revelaciones. Por eso, el Jesús, el Buda y el Mahoma (Muhammad) están con él, porque él está continuando su trabajo en el mundo. Y él está preparando a la humanidad para un nuevo umbral, que las grandes Enseñanzas de la antigüedad no fueron diseñadas para abordar.
Él tuvo que pasar por una larga preparación que fue muy misteriosa, hasta que estuvo listo, hasta que fue fiable y estable, hasta que su vida estuvo en condiciones de recibir la Revelación más grande jamás dada a este mundo y aceptar el manto de la responsabilidad. Es un gran manto. Tenía que estar listo para recibirlo, de manera que no le aplastara, le abrumara o le oprimiera.
Nadie en el mundo puede entender completamente lo que esto significa. Pero todos los grandes Mensajeros tuvieron que pasar por esta larga preparación para estar listos para recibir la gran Llamada que les correspondía recibir; para asumir la responsabilidad y la carga de recibir, comunicar y proteger una Revelación que incluso excedía su comprensión. Así de grandes son todas las grandes Revelaciones.
La Asamblea que vigila este mundo, la Asamblea Angélica, ha puesto mucho cuidado ahora en que la Revelación se conserve en su forma pura. Con la ayuda de la tecnología moderna, la verdadera Voz de la Revelación puede escucharse y grabarse, por lo que no habrá confusión ni controversia sobre la precisión y la autenticidad de esta gran Revelación para el mundo.
Que nadie se equivoque: Esta es la única Revelación de Dios para el mundo. Porque Dios no ha había vuelto a hablar de esta manera, al mundo entero, en 1400 años.
Porque las grandes Revelaciones no solo traen profecía, clarificación, inspiración y poder espiritual; realmente son para cambiar la realidad del mundo. Si pueden ser adoptadas y practicadas con éxito, en el espíritu mismo de la Revelación, entonces traerán un mayor bien a todo el mundo a pesar de los grandes riesgos de corrupción y abuso humano.
El Mensajero ha tenido que compilar la Revelación para protegerla, aprender de ella y comprenderla lo suficiente para poder proclamarla, enseñarla y corregir todos los malentendidos y objeciones inevitables que surgirán.
Debido a que él viene de la Asamblea, y todos los grandes Mensajeros han venido de la Asamblea, y ellos están con él, él es su igual en este sentido. Ya sea que se le acepte o se le niegue en este mundo, ya sea que su Enseñanza se conserve en el futuro o se corrompa y se desguace, él sigue siendo su igual, como ves.
Debes enfrentar esta realidad, este desafío y esta gran oportunidad. Porque estás viviendo en un tiempo de Revelación, un tiempo que se presenta quizás solo una vez cada milenio. Desde el punto de vista del Cielo, esta es una gran bendición y una gran oportunidad para ti, que estás entre los primeros en escuchar y recibir la Revelación de Dios para el mundo y al Mensajero que ha sido enviado.
Si no puedes aceptar esto, es simplemente porque tu mente está dominada por tus propias creencias y suposiciones. Porque reconocer el Mensaje y al Mensajero es la cosa más natural, a menos que tu mente esté tan condicionada, tan cansada, tan preocupada y tan a la defensiva que no puedas ver, no puedas escuchar y no puedas saber que Dios ha hablado nuevamente.
No te equivoques. No existe nadie en el mundo que pueda decir que Dios no puede hablar de nuevo. Pues ¿quién tiene tal autoridad? Es muy presuntuoso y arrogante. ¿Qué tontería es esa? Decir que Dios no puede volver a hablar es decir que Dios ha perdido interés en este mundo, que ha dejado a la humanidad a su suerte, aun cuando las religiones del mundo se han alterado con el tiempo y están en disputa entre sí, e incluso internamente, produciendo gran conflicto y sufrimiento.
No defiendas tu fe de esa manera. No defiendas tus creencias de esa manera, porque estarás ciego ante ese Dios al que dices servir y a quien alabas en tu iglesia, tu templo o tu mezquita.
Porque Dios habla cuando Dios quiere, y no existe nadie en la Tierra, ni siquiera los grandes Mensajeros del pasado, ni siquiera la Asamblea Angélica, que pueda decir cuándo llegará el momento en que Dios hable nuevamente.
El Mensajero debe ser respetado. Su gran regalo debe ser considerado de manera honesta, abierta y objetiva. El Cielo observará para ver quién puede recibir y quién no, quién lo asistirá y quién lo negará.
Él no es un dios, pero ninguno de los Mensajeros fue un dios. Él no es el hijo de Dios, porque Dios no tiene hijos ni hijas. El Señor de todo el universo y los universos más allá, de las innumerables razas de seres muy diferentes a la humanidad, no tiene hijos ni hijas. Eso es una fábula. Es una creación humana y un gran malentendido.
Las personas elevan el estatus de los Mensajeros a dioses, porque realmente no pueden tratar con el Mensaje en sí. No pueden enfrentar su desafío. No pueden aceptar su poder. No pueden cambiar su vida según lo que requiere de ellos. Y así, hacen del Mensajero un dios y se olvidan del propio Mensaje.
Pero todos los Mensajeros han venido de la Asamblea Angélica. Todos ellos continúan el Plan Mayor de Dios para el mundo. Porque Dios conoce los grandes pasos evolutivos que la familia humana tendrá que tomar y los que ha dado antes. Y todos ellos forman parte del Plan Mayor de Dios, como ves, algo que está más allá del cálculo y la comprensión humanos. Porque tu intelecto no es lo suficientemente grande como para sostener algo de esta magnitud.
Porque lo que Dios quiere para el mundo, Dios lo quiere para todo el universo, pues el Plan de Dios para el mundo forma parte del Plan de Dios para todo el universo.
¿Qué teología, sistema de creencias humanas o conjunto de suposiciones puede contener esto? Es imposible incluso intentarlo. Es absurdo intentarlo, ya que tus estimaciones serán patéticamente limitadas y, a menudo, peligrosamente erróneas.
Debes considerar al Mensajero como el Mensajero, el único Mensajero en el mundo actual y el único que vendrá a este mundo durante mucho tiempo, sin importar lo que las personas proclamen para sí mismas.
El Mensajero trae una realidad completamente nueva a este mundo. No es simplemente un profeta, o un maestro o un defensor. Trae una realidad completamente nueva, así como una gran corrección y clarificación a lo que Dios ha provisto antes en las grandes Revelaciones para la familia humana.
Si sostienes que tu religión es la única religión, la última religión o la religión final, entonces no ves que todas ellas forman parte del Plan Mayor de Dios. Tus suposiciones serán incorrectas y, por tanto, tus conclusiones no serán correctas.
Debes honrarlas todas, a pesar de todo lo que se ha hecho para cambiarlas y hacer un mal uso de ellas, por parte de gobiernos y personas ambiciosas a lo largo del tiempo. Esto es lo que sucede cuando se introduce algo puro en un mundo corrupto, un mundo de Separación, donde todos quieren protegerse y obtener ventajas sobre los demás.
Dios sabe que esto sucederá incluso con la Nueva Revelación de Dios. Pero ahora se está dando mucho para proteger su pureza. Y aquellos que se han reunido con el Mensajero tendrán que proteger su pureza en el futuro, porque no se podrá agregar nada una vez que el Mensajero se haya ido. Nada deberá cambiarse una vez que el Mensajero se haya ido.
Todo ha sido registrado y preservado, para que las personas, dentro de cien o doscientos años a partir de ahora, no creen una religión partiendo de algo que no conocieron al principio —moldeando al Mensajero a su propia semejanza, según sus propios planes.
La humanidad se enfrenta al cambio más grande que jamás haya enfrentado en su conjunto: una nueva realidad mundial de destrucción medioambiental y convulsión política y económica. No sabes lo que viene en el horizonte y lo que enfrentarás. Si bien puedes sentirte ansioso por el futuro e inseguro, lo que se avecina supera probablemente tu estimación. La necesidad de la Revelación está respondiendo a la realidad de tu vida presente y futura, de la cual sabes muy poco.
Lo que el Mensajero enseña y lo que dice es solo superado por la propia Revelación. Y como él la está grabando, y los que están cerca de él están grabando esto, es más probable que se asegure su autenticidad.
Parte del mensaje está en su interior. Parte de su papel es ahora aclarar la Revelación, para disipar esos mitos y conceptos erróneos que evitarían que las personas tengan una comprensión clara y directa; otra parte es reunir la Revelación, organizándola para que se pueda presentar claramente y con la mayor posibilidad de ser reconocida y aceptada en un mundo de disonancia, discordia y ansiedad cada vez mayores.
Él ha venido en un momento antes de que las Grandes Olas de cambio afecten profundamente al mundo, dando tiempo a las personas para que entiendan lo que se avecina y se preparen de manera inteligente y constructiva, no solo para servirse a sí mismas, sino también para servir a otros, porque ellas han venido para eso.
Es por eso que has venido, no para enriquecerte ni proporcionar una zona de confort a tu alrededor, sino para desempeñar un papel pequeño pero necesario en la preparación para el gran cambio que se avecina, y para preservar lo que es más grande, más poderoso y más beneficioso dentro de la familia humana.
La Nueva Revelación de Dios aclara qué es esto, qué significa y cómo puede preservarse y hacerse real y eficaz en un mundo que se está desmoronando poco a poco.
En este sentido, debes honrar al Mensajero. Porque nadie más puede recibir esto, pues él fue el elegido. No es simplemente un hombre que un día recibió un gran Mensaje, sino que fue preparado incluso antes de venir a este mundo.
Pero él tuvo que pasar por el largo proceso de convertirse en un ser humano funcional y competente, un ser humano capaz de adquirir una mayor sabiduría, un individuo compasivo, sin ambición, sin odio, que no buscara vengarse de otros. Esto requería una larga preparación, incluso antes de que tuviera una idea de lo que se le exigiría hacer, ver y saber.
La Revelación es mucho más importante. No se le puede dar a alguien que no tenga esta confiabilidad o esta predestinación.
Las personas proclamarán que están trayendo nuevos mensajes de Dios, pero en realidad se trata de información antigua que simplemente se está reciclando una vez más, con gran fanfarria tal vez, pero sin hacer lo que puede hacer la Revelación verdadera. No cambia la realidad de la humanidad. No inicia a las personas a un mayor servicio y una mayor relación con lo Divino, porque no tiene el Poder del Cielo en su interior, a menos que sea la Revelación verdadera.
Tendrás que lidiar con el hecho de que el Mensajero esté vivo entre la humanidad. Y cuando se marche, tendrás que lidiar con el hecho de que se haya ido y que su gran regalo deba ser preservado y protegido, sin aliarlo con otras cosas, sin agregar ni restar de él las partes que te gustan o disgustan. Debes tenerlo todo para que sea poderoso y real.
El Mensajero es ahora un hombre mayor. En sus años restantes, tiene mucho que hacer para reunir la Revelación, aportar a ella, proclamarla y proporcionar enseñanzas que aclaren muchas de sus enseñanzas mayores y menores, todas las cuales es muy, muy importante que las personas las reciban con el tiempo.
No pienses que puedes entender algo de esta magnitud en un solo momento, de una sola vez. Es una Enseñanza de mil enseñanzas, dada ahora a un mundo alfabetizado, de comunicaciones globales, comercio global y creciente conciencia global; dada ahora no en términos pastorales o anecdóticos, ni con gran simbolismo, sino en el lenguaje más claro posible para que pueda ser traducida fácilmente, de modo que su gran profundidad pueda ser accesible a las personas de todas las naciones e idiomas.
Es un regalo para todas las religiones del mundo, ya que forma parte del Plan Mayor de Dios. Le dará al Islam lo que el Islam necesita. Le dará al Cristianismo lo que el Cristianismo necesita. Le dará al Budismo lo que ahora necesita el Budismo y necesitan todas las tradiciones de fe: preparación para una nueva experiencia mundial; preparación para el contacto con la vida en el universo; y una comprensión mayor y más clara de la Espiritualidad Única de la humanidad, que reune y une a todos con su Creador, incluso cuando parecen vivir en Separación en este mundo. Su gran aclaración ayudará a todas las personas que tengan un enfoque honesto.
Ahora se está haciendo mucho trabajo para proteger la Revelación de aquellos que no tienen este enfoque tan honesto. Porque es muy fácil que el Mensaje caiga en las manos equivocadas, en manos de personas que afirmen ser su autoridad o sus gobernantes. Debe hacerse mucho trabajo ahora para garantizar que se oriente y se gestione de forma adecuada, pues de lo contrario el mundo lo destrozará.
Puedes escuchar por primera vez la Voz de la Revelación, grabada ahora para que las palabras sean puras y claras, lo cual antes no era posible por razones obvias.
No es una Voz de tu mundo. No pienses que representa una Voz de esta o aquella nación. Es la Voz de muchas Voces, que hablan como una sola. Es antigua y vieja, y a la vez nueva y revolucionaria.
Es como la Voz que habló al Jesús, al Buda y al Mahoma (Muhammad), hablándote ahora, hablando al mundo entero, invocando a aquellos que pueden responder, invocando a aquellos que sienten que tienen una mayor misión y propósito en el mundo, invocando a aquellos que saben que deben prepararse para un futuro muy incierto, invocando a aquellos que tienen un enfoque honesto y que sienten una mayor conexión con Dios, una mayor conexión con el mundo y una mayor conexión, quizá, con la vida más allá del mundo. Porque existen muchas personas en el mundo actual que tienen esta mayor conexión.
Este es el Plan Mayor que sobrepasa todos los otros planes de la humanidad, todas las demás creencias, suposiciones y evaluaciones de la familia humana, tanto ahora como en el pasado. Parte de esto puedes entenderlo con el intelecto, pero en su mayoría debes entenderlo con tu propio corazón y tu alma.
No puedes poner esto en una fórmula. No puedes decir que es como eso otro. No puedes llamar mera intuición al Conocimiento, porque si lo haces no tendrás una comprensión real de lo que este significa. No puedes decir que el Mensajero es simplemente otro maestro, porque decir eso significa que no conoces quién es o qué ha traído aquí, ni tampoco el Poder del Cielo que se ha inculcado en él y en su Mensaje.
Este es un desafío para el receptor, tanto ahora como en el futuro. En el futuro, habrá muchos que tratarán de tomar la Revelación y construir su propio imperio con ella, para establecerse como la gran autoridad de la Nueva Revelación de Dios, a la que incluso le agregarán su propia parte, la parte que ellos quieran añadir.
Pero cuidado, porque esto es una corrupción. Debes retornar a la Revelación pura y a aquellos que el Mensajero ha asignado para protegerla y preservarla en el futuro.
De esta forma ayudarás a salvaguardarla, porque muchos intentarán corromperla para sus propios propósitos y designios. Incluso los gobiernos podrían asumirla y usarla para sus propósitos.
Esto es lo que le ocurre a la religión en el mundo. Pero ahora estás en el comienzo, en el tiempo de la Revelación, en el tiempo del Mensajero, y estarás aquí en el tiempo tras la vida del Mensajero.
El Cielo verá quién puede responder y actuar aquí apropiadamente. El Cielo verá a los que intentarán cambiarla, modificarla y adaptarla a sus propias preferencias y temperamento. No habrá castigo para ellos, pero serán excluidos. Y pondrán en peligro el intento de preservar la Revelación pura, en lo cual se ha puesto tanto cuidado, tanta preparación, tanto para el Mensajero como para aquellos que están cerca de él.
El cambio venidero será convulsivo y muy perturbador. La tentación de alterar el Mensaje será muy grande para muchas personas. Pero Dios sabe exactamente lo que viene y cómo prepararse, porque esta es la única preparación que ahora tienes para el futuro
Las grandes tradiciones de la antigüedad no pueden prepararte para lo que viene, porque ese no es su propósito ni su diseño. Todas ellas tenían como objetivo llevar a la humanidad al centro de su realidad espiritual, así como enseñar la alta ética que debe reforzarse constantemente en un mundo donde el miedo, la ira y la codicia llevan a las personas a hacerse daño a sí mismas y a otras.
Debes comprender, entonces, que tienes la bendición de vivir en este momento y ver que esta es tu gran oportunidad. Cuando el Mensajero se haya ido la oportunidad estará todavía ahí, pero será más difícil.
Porque mientras él esté aquí, él traerá una gran Presencia a la familia humana. Y aunque él es imperfecto, porque todos los Mensajeros han sido imperfectos, lo que él es, de dónde viene y lo que da es lo más importante.
Él no cumple con las expectativas de belleza, riqueza y encanto que tiene la gente. No es tan magnánimo que todos se arrodillan ante su presencia, pues eso no ha sucedido con ninguno de los Mensajeros. En su tiempo en la Tierra, ellos no fueron advertidos ni reconocidos por casi nadie.
Olvida tales cosas, tales tonterías. Tu mente puede pensar lo que quiera, pero tu corazón sabrá, porque lo que el Mensajero trae es tu conexión con Dios, pura y clara.
Esto revitalizará tu tradición de fe. Te dará un nuevo camino si no tienes una tradición de fe o debes cambiarla. Pero está aquí para bendecir a todos. Está aquí para proteger el mundo del colapso interno y de la subyugación externa, ante fuerzas del universo que han llegado para aprovechar la debilidad y la división humanas.
El Cielo sabe lo que viene, pero las personas todavía están confusas. Están intentando vivir el momento, olvidando que también deben prepararse para el futuro.
¿Y quién puede conocer más el futuro que Dios? ¿Quién puede conocer más el destino humano que su Fuente y la Asamblea Angélica que vigila este mundo y siempre lo ha vigilado, desde el momento del primer ser humano, la primera entidad consciente aquí en la Tierra, hasta el presente y hacia el futuro?
Este es un gran portal. Hay mucho que aprender, mucho que reconsiderar. Debes tener el ánimo para hacerlo. Debes tener el coraje y la humildad para hacerlo. No querrás estar entre aquellos que no están preparados para el gran cambio que se avecina, ni tampoco entre los que obstaculizan el mayor Propósito y Diseño de Dios para la humanidad.
Esta es tu oportunidad, como ves, y no podría ser más grande o más importante. Es más importante que cualquier otra cosa que puedas pensar para ti o para el mundo.
Ven a la Revelación y te impactará, si puedes estar con ella el tiempo suficiente. Escucha las palabras del Mensajero. Te hablarán en un lugar que apenas conoces, pero que representa tu centro: quién eras antes de venir al mundo y quién serás cuando te marches. El Mensajero hablará a esa parte de ti.
No mires a los demás para responder, ya que debes emprender este viaje. No te desanimes por la debilidad y la ignorancia humanas y la incapacidad de muchas personas para responder. Eres tú quien debes responder: al Mensaje, al Mensajero y a aquellos que han sido asignados para proteger la Revelación durante y después de su vida.
Ven con tus preguntas. Ven con tu confusión. Ven con tus admoniciones. Ven con tus quejas. Ven con tus alabanzas. Ven tal como eres, porque la Revelación puede hablarte tal como eres, con la mayor calidad de amor que puedas imaginar.
Sin embargo, la Revelación trae también responsabilidad, porque tú debes hacer el trabajo. Debes emprender el viaje. No existe una poción mágica aquí. No existe una creencia mágica. No existe un talismán. No hay ascensor en esta montaña; tienes que subirla. Y solo escalándola te volverás fuerte, competente y capaz de ver más allá del bosque que existía debajo.
El Cielo busca elevarte, pero debes emprender el viaje para hacerlo. Debes seguir los Pasos al Conocimiento, el mayor poder que representa tu conexión con Dios.
No existe otra manera, como ves. En todas las tradiciones de fe, en cualquiera de ellas, es lo mismo. Debes hacer el trabajo. Debes hacer el viaje.
Aquí en la Revelación, el viaje se aclara una vez más; no para remplazar lo que se ha dado anteriormente, sino para ampliarlo y darle una mayor dimensión y relevancia para este tiempo y los tiempos venideros.
Porque las bendiciones del Creador están aquí. Aunque el mundo se oscurece con cada día que pasa, el Poder y la Presencia de la Revelación están en el mundo. Que tengas ojos para ver y oídos para escuchar y experimentar esto por ti mismo.