Llevar el Nuevo Mensaje al mundo


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 21 de mayo de 2011
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: Bringing the New Message to the World

Escucha el audio original aquí (en inglés):

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Más información sobre este texto


Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

Hoy hablaremos sobre llevar el Nuevo Mensaje de Dios al mundo. Para entender lo que esto significa, primero debes reconocer el significado de este evento y la importancia de este evento, no solo para el individuo sino para el mundo entero.

Porque Revelaciones como esta solo se entregan en importantes puntos de inflexión para la humanidad. Ellas son entregadas no solo para proveer un entendimiento claro y refrescado del significado del propósito y la Presencia Divina en el mundo, sino también para preparar a la humanidad para su próxima gran etapa de desarrollo.

Las grandes tradiciones religiosas del mundo se dieron para construir la civilización humana, para darle un fundamento ético, para darle una dirección mayor y para expandir las Enseñanzas más allá de los límites de una cultura o una nación. Así se convirtieron en Enseñanzas para muchas personas de muchas naciones.

Pero, por supuesto, la humanidad ha interpretado, usado y abusado de las Enseñanzas esenciales, y como resultado gran parte de su enfoque primario se ha oscurecido o perdido. Sin embargo, su importancia permanece, y estas aún contienen mucho de su potencia y sabiduría esencial.

Pero ahora la humanidad está enfrentando un gran punto de inflexión, un punto de inflexión del cual no hay vuelta atrás, un punto de inflexión donde enfrenta un mundo con recursos en disminución e inestabilidad medioambiental, un mundo donde las dificultades políticas y económicas escalarán hasta un punto nunca visto antes, un mundo que será incierto y muy desafiante para toda la familia humana.

Ahora ustedes se enfrentan a la irrupción en una Comunidad Mayor de vida en el universo, donde encontrarán diferentes razas, no en vuestras exploraciones en el exterior sino por las intervenciones dentro del mundo mismo, las cuales ya están ocurriendo.

Ustedes han alcanzado un punto de inflexión evolutivo para el cual las [Revelaciones] previas de Dios no pueden prepararlos. Han llegado al punto donde la realidad y el significado de la espiritualidad humana deben ser aclarados y deben ser revelados nuevamente para que puedan entender vuestra conexión con lo Divino, vuestra conexión con el otro y el significado de la Presencia Divina en el universo, el cual nunca había sido revelado antes. Es un gran punto de inflexión. Es un peligroso punto de inflexión.

Al principio las personas no querrán verla como una Nueva Revelación de Dios porque desafiará sus puntos de vista, sus ideas y sus creencias. Esta requerirá que reconsideren muchas cosas. Requerirá que crezcan y se expandan, para ver con ojos mayores y responder con una mayor honestidad.

Será rechazada. Será negada. Será burlada. Será atacada. Pero esto siempre sucede en tiempo de Revelación, el cual revela quién está listo y quién no, quién puede responder y quién no, quién está listo para recibir y quién no, quién tiene ojos para ver y oídos para escuchar y quién no.

El Mensajero está en el mundo. Él es un hombre, un hombre humilde, un hombre que ha sido enviado al mundo con ese propósito. El recibirá el Nuevo Mensaje durante su vida. Será un Mensaje muy grande, porque este ahora está hablando a un mundo alfabetizado, que tiene comunicaciones globales. Será más expansivo e inclusivo que cualquier Mensaje que se haya dado antes. Incluirá sus propias enseñanzas y comentarios. A él le ha llevado décadas recibirlo, porque el Mensaje es muy grande.

Igual que todas las grandes Revelaciones, esta debe presentar la verdad repetidamente, de muchas maneras distintas. Debe presentar la realidad del mundo futuro al que estás ahora entrando y el significado de la Comunidad Mayor de vida, de muchas formas diferentes.

No será oscura ni obtusa, cuyo significado se deja en manos de la interpretación humana. No se dará en historias ni anécdotas, las cuales son fácilmente tergiversadas y malentendidas. No se describirá en términos pastorales. No será una Enseñanza del mundo antiguo, sino una Enseñanza de un mundo nuevo y del mundo futuro.

Las personas están viviendo en el pasado. Sus ideas nacen de creencias y suposiciones pasadas. Como resultado, ellas no pueden ver lo que viene en el horizonte. No pueden ver la imagen más grande de sus vidas. Piensan que esta es solo una repetición de ciclos anteriores de experiencia.

Pero están entrando a un nuevo mundo –un mundo distinto al pasado, un mundo de cambio medioambiental que no ha sido visto en 10.000 años. Están entrando a un mundo donde crecientes números de personas beberán de un pozo que mengua lentamente.

Este es un tiempo donde la humanidad tendrá que elegir una y otra vez si continuará en su camino autodestructivo de competición, explotación y guerra o si se unirá por su propia supervivencia y para cumplir con un destino mayor mientras permanece en el umbral del espacio. Por eso se da ahora la Revelación y por eso debe ser llevada al mundo.

Un único hombre no puede llevar una Revelación al mundo, porque esta debe ser presenciada por muchas personas. Muchas personas deben dar testimonio de esta, y apoyarla y asistirla.

Siempre ha sido así, como ves. Si este testimonio no ocurre, entonces el Mensaje o bien se perderá enteramente, o será descubierto en algún tiempo posterior. Pero está destinado al mundo actual y a los días y a los años venideros. Su Mensaje no se puede perder.

Por eso debe ser llevado al mundo tan rápido como sea posible, y tantas personas como sean posibles deben ser expuestas a él, de modo que tengan una oportunidad de recibirlo, de responder y de traer su gracia y su poder a su experiencia de vida. Es enteramente relevante para el mundo actual, pero será incluso más relevante en el mundo mañana y los días venideros.

Por eso la Revelación está llamando. ¿Quiénes serán los primeros que respondan? ¿Quiénes estarán entre los primeros en recibirla, en reconocerla, y en comprender que tienen la responsabilidad de compartirla con otros? Porque el regalo no es simplemente para la edificación propia. Está destinado a pasar a otros a través de cada persona.

Es demasiado grande para que un individuo la retenga y la use solo para sí mismo, aunque muchas personas intentarán hacer esto. Es demasiado grande para que una persona la reclame y no la comparta, pues esta solo cobrará vida y revelará su mayor potencia y significado si la persona se convierte en un conducto para su expresión.

Simplemente no puedes recibir un regalo de esta magnitud y no revelárselo a otros, porque al darlo se confirma su recepción y se reconoce su significado y su valor para tu vida. Al guardarlo para ti mismo, este simplemente se convertirá en ideas y opinión, y su potencia espiritual no será reconocida.

Dios quiere que la humanidad se prepare para el nuevo mundo y para su irrupción en una Comunidad Mayor de vida. Dios quiere que la humanidad comience a aprender sobre la espiritualidad al nivel del Conocimiento, la Inteligencia más profunda que Dios le ha dado a la familia humana.

Esto requiere de una reevaluación de casi todo: el trabajo, las relaciones, la salud, la autoexpresión, la contribución en el mundo, el servicio a otros, la satisfacción, la realización personal, y el significado de la vida y del destino propios.

No puedes simplemente recubrirla con un conjunto de creencias y asunciones, pues la Revelación de Dios no está limitada por tus creencias y suposiciones. Simplemente no puedes intentar hacer que esta coincida con lo que es actualmente aceptado o asumido, porque la Nueva Revelación de Dios no está limitada por estas cosas, y las desafiará y estimulará. Porque esta es una Nueva Revelación.

El regalo debe pasarse a otros porque es para el mundo entero. No es un regalo especial para ti ni para una persona en particular. Al recibir, debes dar, y es en el dar que el poder del Nuevo Mensaje se vuelve evidente. Su relevancia respecto a todo se vuelve evidente.

Al recibir el regalo, debes honrar al Mensajero. Él no es un dios. No es un superhombre. No lo conviertas en algún tipo de héroe. No lo adores, pues la adoración está reservada para el Creador. Pero no pienses que él es como todos los demás, porque él es el Mensajero. Y él es el único en el mundo hoy, o mañana o en los años venideros, que puede traer un Nuevo Mensaje de Dios al mundo.

Las proclamaciones de todos los demás simplemente serán una reevaluación de ideas y creencias existentes, una especie de reempaquetado de lo que ya existe. Mientras que el Nuevo Mensaje confirmará las grandes verdades que existen en todas las tradiciones del mundo, revelará cosas nunca reveladas antes. Proveerá un nivel completamente nuevo de comprensión sobre Dios, sobre el propósito y sobre el destino.

Está libre de siglos de interpretación y mal uso humano. Está aquí en una forma pura y, por primera vez, puedes de verdad escuchar a la Voz de la Revelación: la voz que habló a Jesús, a Mahoma, a Buda y a muchos grandes maestros y profetas de todas las épocas.

¿Comprendes la importancia de esto? Si lo haces, verás que esta es una llamada para ti y es una responsabilidad para ti recibir y dar, aprender y aplicar, reevaluar tu vida y tu posición, incluso tus creencias y suposiciones más fundamentales, pues ese es el desafío de la Revelación.

No es el Mensajero quien llevará la Revelación de Dios al mundo. Son aquellos que responderán. Ese es su desafío y su gran oportunidad. Este es su servicio y su llamado. ¿Qué otro servicio o llamado puede competir con esto?

Asistir al Mensajero, ser un compañero del Mensajero, bueno, ¿qué podría ser más satisfactorio que esto? ¿Qué podría tener un mayor impacto en el mundo que esto?

Tu propósito involucrará otras cosas, pero recibir la Revelación será una gran parte de esa expresión. Aquí debes ser muy honesto y ver que no puedes usarla ni atribuírtela. No puedes convertirla en otra cosa y ponerle tu nombre.

No pienses que puedes persuadir a los líderes de las naciones y de las empresas tu solo. No seas el Judas de la Nueva Revelación. Debes tener humildad y permitir que el Conocimiento, el poder más profundo dentro de ti, te guíe. Pues así tu servicio será verdadero y será eficaz.

Las personas querrán que el Mensajero sea muchas cosas. Querrán que sustente sus creencias, sus actividades y sus empresas. Pero Dios no está atado a estas cosas. El Señor de los universos no está limitado por la expectativa o la presunción humanas.

Las personas querrán que el Mensajero produzca milagros, milagros para ellas, por supuesto. Querrán que el Mensajero sea como ellas creen que fueron los Mensajeros precedentes, una creencia que tiene poco que ver con la realidad.

Pero tú tienes la oportunidad, mientras el Mensajero está en el mundo, de ser testigo del proceso de Revelación tal como es realmente, y no como se retrata y embellece posteriormente.

La historia del Mensajero está ocurriendo ahora mismo. No se deja en manos de alguna generación futura, imaginarla y crearla. Por eso las Revelaciones previas de Dios han sido malinterpretadas, y ha sido omitido mucho de lo que debería haberse incluido.

No pienses que no podría haber futuras Revelaciones. Pues Dios no ha terminado de hablarle al mundo, y nadie en el mundo, ni siquiera los Mensajeros de Dios, pueden decir lo que el Creador hará a continuación. Ni siquiera la Asamblea Angélica puede determinar lo que el Creador hará a continuación.

Eso es necedad y presunción, ignorancia y arrogancia, todo junto. Así es cómo la religión se vuelve lo que las personas quieren que sea, en lugar de lo que realmente es: una Revelación, una iniciación, un camino al Conocimiento.

Por eso la corrección en la comprensión de las personas será tan desafiante y es por lo cual muchas personas no serán capaces de enfrentar este desafío. Ellas simplemente no son lo suficientemente fuertes, o lo suficientemente humildes, o lo suficientemente honestas para hacerlo.

La Revelación desvela muchas cosas. Es como el océano al retirarse, revelando todo bajo la superficie: la verdad, la falsedad, la honestidad, el engaño, los errores en el pensamiento, los malentendidos, la ambición, la corrupción, todo. Esto es así porque el Mensaje es puro e incorrupto.

El Mensajero debe ser apoyado y protegido. El tendrá grandes adversarios, no solo aquí entre ciertos grupos de individuos, sino incluso entre aquellos poderes exteriores que están hoy en el mundo buscando sacar ventaja de una humanidad débil y dividida; poderes extranjeros del universo a vuestro alrededor, funcionando en el mundo subrepticiamente, en secreto. Con sus intermediarios humanos, ellos plantean una gran amenaza a la libertad y a la soberanía humanas en este mundo. Ellos también se opondrán al Mensajero y al Nuevo Mensaje, porque revelarán su presencia y su propósito aquí, algo que ellos desean ocultar mientras continúan engañando respecto a su presencia.

El Mensaje se vuelve fuerte en el mundo porque está siendo compartido. Y existen suficientes personas en el mundo actual que están listas y esperando para recibirlo: personas que no han sido capaces de entregarse a las enseñanzas y religiones del pasado, personas que se dan cuenta que su vida tiene un propósito mayor a pesar de que ellas no puedan definir lo que es ni lo que significa.

No será todo el mundo, por supuesto, porque todos no pueden responder al principio. Pero tendrá un poderoso comienzo si las personas tienen la oportunidad de recibirlo y experimentarlo.

Este será uno de tus regalos al mundo, tú que has sido enviado aquí para dar. Esto será parte de tu propósito, un propósito que no puedes crear ni definir por ti mismo.

Esto será parte de la Revelación; la revelación del testigo, la revelación que alcanzará a las personas que han estado esperando esto por mucho tiempo. Esto será parte de la validación y la justificación de tu vida, la cual ha sido largamente malgastada y malentendida.

Esto es lo que redimirá al individuo, mientras reconocen que son parte de algo magnífico y grandemente necesitado en el mundo.

Aquí todos juegan una parte. Quizás sea una parte muy grande. Quizás sea una parte muy pequeña. Pero es una parte esencial. Pero la única forma en que sabrás y entenderás esto es reconociendo lo que tienes frente a ti.

Si piensas que es solo otra enseñanza en un mundo lleno de enseñanzas, bueno, no reconocerás la Revelación.

Si piensas que el Mensajero es solo un hombre con ideas y creencias, fallarás en ver quién es él realmente y por qué está él en el mundo.

Si estás tan hastiado y decepcionado por las actividades de la religión, que no puedes ver que estás en medio de una Revelación, ¿qué puede hacer Dios por ti?

¿Para qué pedirle a Dios alguna cosa si no puedes ver la Revelación? ¿Por qué rezar por paz cuando no oyes ni reconoces la respuesta? ¿Para qué pedirle algo a Dios cuando Dios está dándote la mayor oportunidad de tu vida, una oportunidad mayor de la que jamás te daría algo?

Las generaciones futuras te envidiarán, [o] te juzgarán, dependiendo de tu respuesta. Es como ir a escuchar al Profeta y no quedar impresionado, o pensar que es solo una persona loca, o una persona ambiciosa, o una persona peligrosa.

No reconocer esto es un fallo bastante grande; un fallo sobre el que reflexionarás una vez que dejes este mundo y tu Familia Espiritual esté esperándote, mirándote, y sabrás instantáneamente si cumpliste tu tarea o no.

Más allá de este mundo, todo se vuelve claro. Dentro del mundo, todo se vuelve nublado. Pero Dios ha puesto el Conocimiento dentro de ti, una Inteligencia más profunda. Es la parte de ti que nunca ha abandonado a Dios. Esa es la clave de tu éxito y de tu habilidad para responder, para oír Nuestras palabras, y para reconocer la Revelación y su gran importancia en el mundo.

Las personas quieren muchas cosas del Mensaje y del Mensajero. Y muchas de esas cosas serán decepcionadas porque este es un Nuevo Mensaje de Dios, no es un mensaje que ellas se den a sí mismas, no es un mensaje que ellas puedan simplemente interpretar de acuerdo con sus creencias o preferencias.

Dios está dando a la humanidad lo que esta necesita y lo que necesitará para sobrevivir las Grandes Olas de Cambio que están llegando al mundo y sobrevivir a la peligrosa transición a una Comunidad Mayor de vida.

Nadie en el mundo puede proveer estas cosas. Ni siquiera una raza extranjera, ni siquiera una raza extranjera benéfica del universo, puede proveer estas cosas. No pienses que serás salvado por alguna otra raza del universo, porque la Intervención está aquí para salvar al mundo para sí misma. No seas tonto. No sueñes con esas cosas, pues esas son las ambiciones de un tonto. Es el paraíso de los tontos.

Debes mirar con ojos claros. Debes tener una aproximación sobria. No vengas con miedo ni con preferencia. Ven a mirar y a ver, a oír y a escuchar.

No vengas lleno de veneno, juicios y acusaciones, pues esto te cegará y te impedirá ver. No vengas buscando validación, porque el Nuevo Mensaje solo validará tu naturaleza más profunda y tu propósito superior para estar aquí. No está aquí para darte lo que quieres, sino para darte lo que te redimirá a ti, y contigo al mundo entero.

Lleva la Revelación al mundo. No necesitas describirla o definirla [completamente], pues es demasiado grande. Solo apunta a la gente hacia ella. Haz que esté disponible para ellas. Permíteles tener su propia experiencia. Solo inviértete en aquellas que realmente pueden responder. Serás descorazonado y desalentado si intentas persuadir a aquellas que no pueden.

Apunta hacia la Revelación. Deja que las personas tengan su propia experiencia. Compártela en cualquier forma que esté disponible para ti, donde sea que estés. Si vives en una nación de opresión política o religiosa, sé muy cuidadoso y discreto al hacerlo. La Revelación no pide mártires, solo participantes.

Cada persona está en el mundo para ser un vehículo de comunicación y servicio. Ese es su mayor propósito, pero más de la mitad del mundo se encuentra bajo el yugo de la pobreza y la opresión política y religiosa.

Existen muy pocas naciones libres en el mundo. Las personas están oprimidas por las circunstancias, son oprimidas políticamente, son oprimidas religiosamente. Pero, de todos modos, la Nueva Revelación es para ellas, y es para ti: para los ricos, para los pobres, para los favorecidos y para los desfavorecidos, para los líderes de las naciones y para los refugiados que viven en los bordes de la ciudad.

Llévala a quienes estén más preparados y receptivos. No trates de puentear la brecha con esos que no pueden responder o no van a responder. Deja que el Nuevo Mensaje fluya adonde debe. Primero debe alcanzar a sus verdaderos demandados, los primeros en responder, para sacarles de su confusión, desesperación y degradación.

No intentes gobernar adónde va o a quién alcanza. Deja que vaya donde naturalmente puede ir. Es más sabio que tú. Es mucho mayor que tú. Es más grande que tus ideas.

Dios ha hablado de nuevo. Eso puede transformar al mundo. Pero la humanidad puede fallar en responder y en recibir.

Este peligro es muy grande. Pero a pesar de los riesgos, lleva el Nuevo Mensaje a otros. Recibe tú mismo el Mensaje. Comienza a tener reformada tu vida por el poder y la presencia del Conocimiento. Comienza a ver lo que no podías ver antes, a escuchar lo que no podías escuchar antes y a hacer lo que no podías hacer antes.

El poder más grande y la fuerza más grande están esperando a ser descubiertos, y el Nuevo Mensaje los invocará en ti; para servirle, para expresarlo, para pasarlo vocalmente o secretamente a otros.

Ahora tu vida está conectada a algo mayor. No es meramente un intento desesperado por sobrevivir y ser feliz en un mundo difícil. Ahora estás sirviendo al Creador de toda vida, y el Poder y la Presencia comenzarán a emerger en tu vida.

Permite que este sea tu entendimiento.