Texto original: Marriage
Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.
Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.
En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.
Tarde o temprano tienes que casarte con alguien o algo importante en la vida. Puede ser con una persona, o puede ser con un grupo de personas que estén sirviendo a una gran causa en el mundo. Puede ser con una carrera. Puede ser con otra cosa, pero tiene que involucrar a otras personas. Tú debes casarte con alguien. El matrimonio con una idea no es significativo.
El matrimonio, en el sentido más estricto, es donde tú experimentas una Realidad Mayor en una relación. El verdadero matrimonio no es meramente ir a la iglesia y tomar los votos. El verdadero matrimonio es una unión, una entrega, un compromiso. Es la unión de tu mente y tu cuerpo, las cosas que han sido el pináculo de tu identidad separada, con otro. El verdadero matrimonio es hasta cierto punto una rendición de una vida separada, y es un compromiso con el crecimiento espiritual. Esta es la esencia misma del matrimonio. Aquí, no renuncias a ti mismo. En cambio, obtienes un mayor ser. Aquí no sólo tienes una mente para ayudarte, tienes dos mentes. No sólo tienes un cuerpo, tienes dos cuerpos. Y si tu matrimonio es con un grupo de personas, tienes más mentes y más cuerpos. Aquí tus recursos para la sabiduría crecen. Esto puede eclipsar cualquier sentido de limitación personal.
Hasta que realmente te cases a alguien, hasta que te entregues completamente, todavía estarás atado a tu imaginación, y estarás todavía eclipsado por tus ideas. La imaginación sin Conocimiento es caótica y arroja confusión y oscuridad sobre tu cabeza. Sin embargo, la imaginación con Conocimiento es una fuente de alegría, creación y expresión. Tanto si pasas tu vida en el celibato o eres una persona de familia, tú debes estar profundamente conectado con otras personas.
El verdadero matrimonio se vuelve absolutamente necesario en la tercera etapa de desarrollo. Cualquier cosa por debajo del matrimonio aquí deja de tener valor. Esto se debe a que nada por debajo de este compromiso más profundo en el matrimonio puede llevarte a una visión mayor y a un propósito mayor en el mundo. Si vas a ser una persona de familia, a casarte con tu pareja, y a estar unido a tu descendencia. Tú mismo te comprometes con su bienestar, y tú proveerás para ellos. Mientras lo haces, verás que tú no estás apartado de ellos. A pesar de que sigues siendo un individuo y aunque todavía tienes tu santuario interior, tu vida se entrelaza con ellos. Esto cambia tu suerte y tu destino, y ofrece una recompensa que no podrías tener de otra manera.
Hay muchos matrimonios realizándose y rompiéndose todos los días en el mundo. Hay contratos y acuerdos. Hay intentos de devoción y dedicación. Sin embargo, a menos que el Conocimiento sea su fundación, a menos que hayas llegado a ese punto en el que el verdadero matrimonio es una necesidad y no una mera opción, a menos que se te haya preparado para estar en una relación de este nivel, tu matrimonio será sólo un intento. Esto es cierto incluso si valoras el matrimonio por las razones correctas. Es por eso que tú debes estar preparado.
Hasta cierto punto, en el verdadero matrimonio, renuncias a ti. Sin embargo, aquí en realidad sólo estás renunciando a una ilusión de ti mismo. Aquí, en cierta medida, te estás divorciando del matrimonio con tus auto-limitantes ideas y estas restableciendo el matrimonio en el contexto de tu relación con otro. En esencia, tú estás siempre casado con alguien o algo importante porque siempre te estás comprometiendo con algo. No es correcto decir que tú no estás comprometido. Eso es falso. Todo el mundo se ha comprometido a algo, todo el mundo está sirviendo a algo en el mundo y todos están enseñando algo, ya que en el mundo debes estar comprometido, debes servir y debes enseñar. Esta es una función natural de estar en el mundo. Es ineludible. Aquí el énfasis está en la calidad, la dirección y el sentido de tu compromiso, ya que estarás involucrado de todas formas.
En un verdadero matrimonio, renuncias a ti en un cierto grado. Lo que ganas nuevo es un mayor ser. Aquí no escapas a todos los problemas de la separación. Adquieres un nuevo conjunto de problemas. Por ejemplo, si eres una persona soltera y te casas con alguien, tú renuncias a un cierto conjunto de problemas por otra serie de problemas. Tú tienes algunos de los mismos problemas, pero en un contexto más amplio. Tú todavía tienes que ganarte el sustento, pero ahora tienes que ganar el sustento para alguien más que tú mismo. Tienes que compartir con tu pareja y mantener a tu descendencia. El aprovisionamiento es muy importante porque la esencia del matrimonio es aprovisionar, no la auto-gratificación. Sin embargo, el verdadero aprovisionamiento es increíblemente gratificante. De hecho, esto es lo más gratificante de todo, ya que produce satisfacción duradera y contribución.
Dos personas que entran en un verdadero matrimonio deben o bien proveer para sus hijos o proporcionar otra cosa en el mundo, porque todo verdadero matrimonio ofrece algo más allá de sí mismo. Esto es lo que distingue a un verdadero matrimonio de una alineación temporal entre dos personas que están tratando de escapar de su soledad y de utilizarse el uno al otro para su realización personal.
Si te fijas en el mundo, encontrarás que el verdadero matrimonio parece ser raro. Esto se debe a que no hay muchas personas en la tercera etapa de desarrollo. El matrimonio en la primera etapa de desarrollo es diferente del matrimonio en la segunda etapa, y del matrimonio en la tercera etapa de desarrollo es completamente diferente del matrimonio en las dos primeras etapas.
Muy pocos matrimonios pueden ir de la fase uno a la fase dos y aún menos matrimonios pueden ir de la fase dos a la tres. Por lo tanto, es común el divorcio de personas si uno de ellos se está moviendo a la siguiente etapa. Aquí las personas se dan cuenta de que tienen que seguir adelante y descubren que su pareja no puede o no quiere ir con ellos. Y a pesar de los acuerdos y la cooperación que puedan existir entre ellos, esta es la verdad del asunto. Los matrimonios a menudo fracasan aquí, porque no pueden seguir el ritmo de la evolución natural de las personas involucradas.
El verdadero matrimonio debe proporcionar a los demás, porque lo que se genera entre dos personas excede con mucho de sus propias necesidades personales. Se convertirá en una fuente de auténtica comunidad para las personas que les rodean. Este es el resultado de un verdadero matrimonio. Mientras que antes, en las dos primeras etapas, los individuos pueden haber tratado de dar a los demás y tener éxito hasta cierto punto, en la tercera etapa, el valor y la esencia del matrimonio se convierten en una auténtica fuente de sustento para los demás.
La vida de las personas, los animales, las plantas y todos los demás seres vivos trata sobre el aprovisionamiento. Toda la naturaleza es sobre el aprovisionamiento. Esto no glorifica al individuo. Se expresa a través del individuo. De esta manera, el individuo se convierte en grande y necesario sin haber tenido preferencia o prioridad sobre los demás. Esto se confirma en la naturaleza. Si observas la vida a tu alrededor, te das cuenta de que los seres humanos tienen mucho que aprender de la naturaleza con el fin de llegar a ser más naturales ellos mismos. Hay una gran cantidad de des-aprendizaje que debe llevarse a cabo aquí, y puede llevarse a cabo porque el Conocimiento está contigo.
En las tres etapas de desarrollo, hay también tres etapas en el matrimonio. Cada una tiene un énfasis diferente. En términos generales, el matrimonio en la primera etapa trata sobre la seguridad personal. El matrimonio en la segunda etapa trata sobre la exploración personal. Y el matrimonio en la tercera etapa trata sobre la contribución personal. A pesar de que surjan problemas y el aprendizaje continúe a través de cada una de estas etapas, estos son los énfasis principales.
En cada una de las tres etapas de desarrollo, existe en el matrimonio un proceso de rendición. En cada etapa, tú adquieres algo y le das algo al otro. Lo que adquieres y lo que sacrificas determinará el tipo de matrimonio que tendrás y hasta dónde en última instancia, puede ir contigo.
En última instancia, la rendición autentica está permitiendo que tu cuerpo sirva a tu mente y tu mente sirva a tu espíritu, que es una expresión de Dios. Aquí rendirse restablece el orden correcto de la autoridad dentro de ti mismo. Sin embargo, muchas personas piensan que en la rendición es donde renuncias a lo que realmente quieres por otra cosa, o cuando le entregas tu poder a otra persona. Esto es lo que tan a menudo asume mucha gente en las dos primeras etapas. Sin embargo, la rendición autentica trata sobre encontrar quién eres, por qué estás aquí, qué necesitas hacer y cuáles son tus dones. Aquí las cosas se dan de buena gana con el fin de despejar el camino para este gran descubrimiento. El sacrificio aquí es pequeño y la recompensa es tan grande.
El matrimonio en la primera etapa se centra generalmente en cosas tales como el placer, la seguridad emocional, la seguridad financiera y, en algunos casos, la ventaja social. Para adquirir estas cosas, la gente a sabiendas o sin saberlo, sacrifica su libertad, su propia honestidad, su integridad y su crecimiento espiritual. Esto es común. El énfasis puede estar en el amor, pero esta es una experiencia muy limitada de amor, y su énfasis principal es la auto-gratificación o, en otras palabras, conseguir lo que quieres. Tras una primera fase romántica atractiva, estas relaciones pueden esforzarse mucho, ya que llegan a un acuerdo con las exigencias de una vida real. Según las personas continúan en estas relaciones, la verdadera intimidad y la honestidad tienden a secarse a medida que intentan proteger su “inversión” en sus bienes comunes y su seguridad financiera. Los niños a menudo se convierten en la razón de permanecer juntos, lo que arroja la culpa sobre ellos por la relación cada vez más infeliz de sus padres.
Tarde o temprano, uno o, en raros casos, ambas personas en el matrimonio se enfrentarán al hecho de que su matrimonio es insatisfactorio y que se debe hacer una nueva evaluación y un cambio. Aquí el Conocimiento está empezando a moverse en la persona, animándoles a buscar una mayor unión, ya sea con su pareja o con otra persona. La persona se acerca ahora a la siguiente etapa de su desarrollo.
El matrimonio en la segunda etapa del desarrollo es mucho más prometedor. Aquí al crecimiento espiritual y a la honestidad personal se les da una prioridad más alta, pero todavía hay un gran énfasis en la seguridad emocional y la seguridad financiera. Estos matrimonios a menudo reflejan la creciente lucha entre el Conocimiento y la realización personal que uno o ambas personas involucradas están experimentando. Como resultado de ello, el matrimonio se carga con la tarea casi imposible de equilibrar dos grandes fuerzas que luchan por el predominio de una o ambas personas dentro en la relación.
En la segunda etapa, ninguno de los dos ha descubierto aun acerca de que realmente es su vida ni tienen una idea clara de hacia dónde van. Y a menudo, descubren tarde o temprano de que no van en la misma dirección que su pareja. Aquí el énfasis en la seguridad emocional y la seguridad financiera queda amenazado y tiene que competir con la gran incertidumbre que su exploración interna puede generar. Aquí la gente puede renunciar a su salud, a su estabilidad financiera y, a veces incluso a su cordura para tratar de darle sentido a la divergencia entre la dirección de su vida individual y su compromiso en el matrimonio. Y, por desgracia, muchas personas terminan sacrificando su propio descubrimiento del Conocimiento, ya que tratan de mantener intacto su matrimonio y sus beneficios.
El matrimonio en la primera etapa tiene muy poco fundamento y por lo general se ve amenazado por la aparición de la verdad y la honestidad real, que en su conjunto suele revelar todo lo que realmente está faltando en la relación. El matrimonio en la segunda etapa a menudo reflejará más altos criterios y metas personales, pero casi siempre está acosado por el hecho de que las personas involucradas no han construido su base sobre el Conocimiento dentro de sí mismos. Como resultado, terminan tratando de satisfacer tanto a sus deseos personales como la necesidad más profunda de su alma, a un gran costo para su bienestar y estabilidad personal. Pueden experimentar juntos el verdadero amor, pero el verdadero amor aquí puede obligarlos a separarse por razones que no se pueden entender en este punto.
En esencia, la primera etapa se trata de la dependencia. La segunda etapa se trata de la independencia. Y la tercera etapa es la interdependencia —dependencia, independencia e interdependencia—. El matrimonio en la primera etapa trata de la construcción de la seguridad y el refuerzo de la dependencia. Esto se opone fundamentalmente a la honestidad personal y a la aparición del Conocimiento. El matrimonio en la segunda etapa trata más de descubrirse y diferenciarse al aprender a pensar y actuar de forma independiente. Esto produce el crecimiento personal, pero hace muy difícil establecer la posibilidad de alcanzar una unión y compromiso reales en la relación.
El intento de matrimonio en las dos primeras etapas es muy difícil. En cualquier caso, debes poner el matrimonio en peligro con el fin de encontrar y seguir el Conocimiento dentro de ti mismo. Si no puedes hacer esto, finalmente abandonarás por completo tu Conocimiento y con ello cualquier esperanza de encontrar la felicidad y la satisfacción real en tu vida.
Tu vida está destinada a llegar a un lugar. Tiene el propósito de que puedas llegar a la claridad real y a la madurez dentro de ti y dentro de tus relaciones. Aquí tú debes entregar tu intento de realización personal, a fin de ser libre para encontrar la verdadera realización que está esperando por ti. Naturalmente, esto te lleva a través de las etapas de desarrollo. Aquí vas más allá de la dependencia para llegar a la independencia, y eso es un gran proceso en sí mismo. Y entonces, finalmente, vas más allá de la independencia para volverte interdependiente. Entonces es cuando el matrimonio tiene el potencial más grande, porque sólo se puede estar en el matrimonio verdadero en un estado de interdependencia.
La tercera etapa es la etapa de la interdependencia. Aquí te das cuenta de que no importa cuán libre e independiente te hayas vuelto, tú no puedes hacer nada solo. Solo, tu vida tiene poco sentido y promesa. Solo, tú eres sólo un potencial. Para encontrar tus regalos, necesitas relaciones reales en tu vida, que deben basarse en el Conocimiento. Aquí rendirte se convierte en la expresión natural de tu deseo de entregar tu vida a esas personas y al propósito mayor que está destinado para ti. Aquí realmente no te rindes. En cambio, tu Conocimiento te rinde a ti. Aquí no es necesario debatirte sobre si quieres darte a otro. Simplemente lo sabes.
Lo que antes pensabas que era importante se hace ahora necesario. La honestidad, la integridad, la compatibilidad y el servicio al mundo pueden haber sido tratados en las dos primeras etapas, pero ahora se han convertido en los criterios determinantes respecto a con quienes puede estar y a cómo participas con ellos. Aquí las fantasías del amor se disipan a favor del verdadero poder del amor, que está conectado a tu propósito superior en el mundo. Cuando entregas tu vida a esto, el verdadero amor emanará de ti de manera natural. Sin embargo, abandona esto y marcha en contra de tu propósito superior, y el amor degenerará en deseo frenético y miedo. Así se perderán la gracia y el poder redentor del amor.
El verdadero matrimonio es la recompensa por pasar a través de las etapas de desarrollo. Lo que antes se buscaba ahora se convierte en verdaderamente posible y necesario. Siempre te estás preparando para el matrimonio verdadero, porque el verdadero matrimonio es tu meta. Es verdadera contribución. Este puede expresarse a través de la unión con otra persona o con muchas personas que están sirviendo a una gran causa en el mundo. En cualquier caso, el Conocimiento, la compatibilidad y el servicio en el mundo es lo que distingue a un verdadero matrimonio de todas las demás relaciones.
El verdadero matrimonio es donde cambias un pequeño ser por un mayor ser sin perder tu individualidad. El verdadero matrimonio es donde tu individualidad se convierte en parte de algo más grande y en un vehículo para algo más grande. Aquí tu individualidad es un activo y no un pasivo. Esto te libera, en vez de mantenerte en la esclavitud. En las primeras etapas, estabas obligado a servir a tus deseos y creencias. Ahora tú estás sirviendo algo más grande. Este es el camino de la realización personal.
El verdadero matrimonio está esperando por ti. Sin embargo, tú no puedes saber cómo será. Tú no puedes saber si vas a ser con una persona o con un grupo de personas que están sirviendo a una gran causa. Tú no puedes saber si tu matrimonio con otro será con el propósito de tener hijos o no. Sin embargo, el matrimonio verdadero te está esperando.
Donde quiera que el verdadero matrimonio se ha establecido, una gran bendición se ha producido en el mundo, un milagro se ha manifestado. Dos o más personas han trascendido sus límites. Estas alianzas, por tan raras que sean, son realmente beneficiosas y tienen gran fundamento. Ellas son lo que han mantenido vivo el Conocimiento en el mundo. Ellas son las que mantienen el avance de la humanidad.
En un matrimonio verdadero, eres capaz de experimentar con otra persona la unión que tienes con tus Maestros Internos y tu Familia Espiritual. Esta unión se está expresando ahora en el mundo. Una vez que hayas experimentado tu unión con tu Familia Espiritual, no querrás nada menos en tu matrimonio con otro.
Una vez que hayas establecido un matrimonio verdadero debes llevar a cabo y mantener un compromiso con tu desarrollo. El deseo de este emanará naturalmente. Sin embargo, no puedes ser negligente y dar por sentado que la otra persona va a estar contigo para siempre. Porque si descuidas lo que debéis hacer juntos, y si descuidas lo que debes encarar dentro de ti mismo, entonces incluso un matrimonio con una gran promesa se marchitará. Esta relación aún debe ser cultivada y nutrida. Sin alimento, morirá. Dejará de progresar, y sin progreso, no puede mantenerse.
Desde un punto de vista donde la separación es respaldada y defendida, la verdad parece ser una amenaza que socava la felicidad de una persona y su realización personal. Pero para el Conocimiento, la verdad, es una bendición, un invitado bienvenido y maravilloso con quien desearías quedarte para siempre, una experiencia tan diferente a todo en contraste con ella y tan totalmente beneficiosa y auto-afirmante que con el tiempo no buscaras nada más.
Por lo tanto, acepta que el verdadero matrimonio es inevitable para ti, porque ya estás casado con tu Familia Espiritual y tus Maestros Internos. Este matrimonio tiene que expresarse en el mundo en tus relaciones con los demás. Acepta que ya estás comprometido con tu Familia Espiritual y con tus Maestros Internos. En el mundo, tú estás casado y comprometido con tus ideales hasta que eres capaz de liberarte, de experimentar el matrimonio y el compromiso en el contexto de tus relaciones auténticas con otros.