Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 11 de junio de 2008
en Boulder, Colorado, Estados Unidos
Texto original: Technology and the Different Paths to Stability
Más información sobre este texto
Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.
Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.
En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.
“La Comunidad Mayor es vuestro futuro. Es vuestro destino. Pero debéis estar preparados.”
La Comunidad Mayor que experimentaréis tiene muchas restricciones. También tiene muchas oportunidades. En ella se requiere que las naciones se unan internamente [en su propio mundo] para tratar con otros mundos y con las dificultades y complejidades del Contacto. Esto es una gran ventaja, siempre y cuando se realice de un modo verdaderamente beneficioso para la gente de ese mundo. Esto requiere unidad, una unidad que no nace de una filosofía o una religión, sino de una necesidad compartida.
Las naciones de vuestro mundo deben ahora trabajar juntas por la seguridad del mundo. Aquí, de nuevo, la estabilidad y la seguridad se vuelven el énfasis principal. Las antiguas animosidades y los odios entre naciones y tribus deben ser todos moderados, de modo que no lleven a la guerra o a destruir los recursos del mundo.
Aquí os volvéis como la Comunidad Mayor que encararéis. Tendréis que suprimir ciertas tendencias en vuestra naturaleza y en vuestro mundo para poder alcanzar la estabilidad y la seguridad. Y tendréis que desarrollar una frontera entre vuestro mundo y la Comunidad Mayor, para poder ejercer vuestras propias reglas de interacción y determinar la ética que seguiréis respecto a con quiénes estaréis en contacto y cómo os relacionaréis con ellos.
En la Comunidad Mayor, en la región donde existe vuestro mundo, las naciones por lo general se relacionan entre sí en el espacio, en consejos, y raramente en sus planetas de origen. Debido a que el secreto y la discreción son importantes, la visita física a otros mundos es poco frecuente, a menos que los mundos implicados estén juntos en una red y hayan desarrollado con el tiempo una gran confianza mutua. En este caso muchas razas diferentes pueden vivir en varios planetas diferentes si pueden tolerar un ambiente o unos requerimientos ambientales similares. Pero los ambientes multirraciales son realmente bastante poco comunes, debido a los riesgos biológicos que implican. Salvo en los casos en que las razas han evolucionado para funcionar juntas y han desarrollado la tecnología y los límites médicos necesarios para prevenir la contaminación, encontrar diferentes razas viviendo en un único planeta es raro. Pero si las razas viven constantemente en ambientes estériles, la cohabitación es posible y se practica.
Aquí podéis empezar a ver las limitaciones. Es raro encontrar áreas sobre la superficie terrestre de los planetas donde muchos grupos raciales diferentes operen y viajen, yendo y viniendo, etc. Generalmente el comercio se realiza fuera del planeta, usando grandes estaciones y redes comerciales en el espacio. Muchas naciones tienen estaciones comerciales cerca de su planeta —o sus planetas— para controlar la exposición y evitar indagaciones e intrusiones no deseadas.
Aquí podéis empezar a ver el gran problema que supone mantener a la Comunidad Mayor fuera de vuestra esfera de influencia. Si permitís que esta penetre en vuestra esfera de influencia enfrentaréis tremendas dificultades, y la estabilidad y la seguridad serán más difíciles de mantener —y en algunos casos hasta imposibles.
Las sociedades evolucionan y se construyen dentro de estas limitaciones para poder sobrevivir y cruzar los muchos umbrales de desarrollo que han de cruzar, tanto dentro de sus propios mundos como en su contacto con otros mundos. Generalmente, con el tiempo establecerán esta clase de parámetros. Si sus mundos han alcanzado el máximo de lo que pueden mantener para sus propias poblaciones, entonces la estabilidad y la seguridad se vuelven el énfasis. La interferencia externa se reconoce como peligrosa. El comercio, si se participa en él, se trata de manera muy específica. Las sociedades evolucionan alrededor de estas restricciones.
Aunque un mundo necesita unificarse para funcionar con éxito en la Comunidad Mayor, la naturaleza de tal unión puede adquirir un amplio abanico de expresiones. Ser una raza libre, una raza con libertades y derechos individuales dentro de su propio mundo y de su esfera de influencia, requiere mucho desarrollo y contención. A medida que los mundos se superpueblan, a medida que los recursos se agotan, las restricciones a la libertad personal crecen.
Esto es lo que vosotros enfrentaréis en las décadas por venir —la pérdida de riqueza, la pérdida de movilidad, la pérdida de espacio físico, la pérdida de oportunidades y las restricciones cada vez mayores impuestas sobre vosotros por vuestros propios gobiernos—. Esto es lo que ocurre cuando llegáis a un punto en el que sobrepasáis los recursos de vuestro mundo, os quedáis sin espacio y corréis el riesgo de minar la capacidad que tiene vuestro mundo de seguir sosteniéndoos en el futuro.
Es por esto que en este momento la humanidad está creando las condiciones mismas que limitarán o incluso destruirán aquí la libertad humana. Este es un problema muy importante. Es un gran problema que será determinado por cómo vosotros —como parte de la familia humana, como parte de una nación e incluso a nivel individual— tratéis con las Grandes Olas de cambio que están llegando a vuestro mundo. Las Grandes Olas de cambio son en gran parte producto del abuso y el uso indebido de los recursos de vuestro mundo, de la polución de vuestro mundo y de la gran inestabilidad que está creándose en los sistemas biológicos, ecológicos y atmosféricos de vuestro mundo.
Hay mundos que emergen a la Comunidad mayor sin que en ellos haya sido conocida o practicada nunca la libertad. Pero, generalmente, los mundos como el vuestro —mundos biológicamente ricos donde los pueblos nativos han evolucionado aislados unos de los otros— pasan por un proceso de establecer contacto y unidad que es muy largo y difícil. Esto raramente se hace de una manera armoniosa, ya que la competición y el conflicto abruman a la gente en un mundo donde ciertos grupos se vuelven dominantes y la riqueza no se comparte o distribuye igualitariamente.
Por tanto, la trayectoria que la humanidad ha seguido en su larga y muy desgraciada y difícil historia, es realmente una trayectoria que han seguido muchos otros mundos emergentes donde la vida inteligente ha sido capaz de evolucionar y mantenerse por sí misma. No penséis entonces que la humanidad es una mala raza y que es más malvada o pecaminosa que otras. En realidad, habéis seguido hasta ahora un camino de desarrollo muy normal en la Comunidad Mayor. Pero los límites de tiempo y los requerimientos de la situación medioambiental en vuestro propio mundo exigen ahora un gran cambio —un gran cambio en el énfasis, un gran cambio en la comprensión, un movimiento desde el crecimiento y la expansión hacia la seguridad, la estabilidad y la sostenibilidad, hacia un estado más constante, hacia una igualdad y un equilibrio mayores entre las naciones y la gente.
Aquí tendréis que controlar el tamaño de vuestra población. Tendréis que controlar la distribución de la riqueza. Tendréis que proveer a los pobres. Y los ricos tendrán que moderar su comportamiento, sus deseos, su codicia y su consumo para lograr estabilidad y seguridad.
La tecnología tendrá que avanzar, pero incluso más que esto vosotros tendréis que cambiar la forma en que vivís. Los que ahora consumen demasiado tendrán que consumir menos. Y los que ahora tienen demasiado poco tendrán que tener un sustento suficiente. Con el tiempo, la población humana tendrá que disminuir, esperanzadoramente mediante medios muy humanitarios y mediante la contención, pues ya no habrá espacio para una población siempre creciente. Tendréis que vivir dentro de unas restricciones mayores.
Otros mundos han tenido que seguir caminos similares. Sin embargo, en muchos casos los mundos fueron tomados antes incluso de unificarse. Se estableció una influencia externa, se penetró el liderazgo de esos mundos emergentes y sus conflictos fueron exacerbados hasta que la nación o el grupo elegido fueron apoyados para doblegar al resto. Esto aún no ha ocurrido en vuestro mundo, y es mejor para vosotros que así sea. Algunos mundos son tan valiosos para otros que son doblegados antes incluso de que la gente nativa haya obtenido alguna tecnología. Esto ha ocurrido innumerables veces en la Comunidad Mayor.
En el ambiente estable que existe en vuestra región del espacio, vuestro mundo es uno de los muy pocos que no han sido dominados o consumidos por otras naciones. La diversidad biológica de vuestro mundo ha influido en parte en esto. El valor de vuestro mundo ha evitado que otras naciones entrasen en competición directa unas con otras. Pero ahora existe una competición entre las razas que buscan conseguir aquí su dominio, una competición por la influencia —una especie de intento sutil de conquista para volver a la humanidad débil y dependiente y alentar secretamente el conflicto humano, de modo que la humanidad no obtenga nunca seguridad ni estabilidad y necesite, por tanto, extender su mano hacia poderes externos, aceptando cualesquiera incentivos que estos poderes puedan ofrecerle.
Vuestros escasos aliados en esta región del espacio hablarán explícitamente en contra de esto, tal y como han hecho en los Discursos que los Aliados de la Humanidad han enviado al mundo. Pero la intervención y la influencia son parte del problema y el reto que supone emerger a una Comunidad Mayor de vida inteligente. En cualquier caso, esto es muy diferente de las expectativas y suposiciones de la mayoría de la gente.
En términos generales, si las naciones avanzan tecnológicamente entonces se vuelven por completo seculares en su naturaleza, y raramente tendrán tradiciones religiosas vitales y activas. Esto es así porque el énfasis en la tecnología y los recursos se vuelve tan predominante y tal fuente de riqueza y control que aplasta cualquier otra noción de poder y autoridad que la gente nativa pueda haber tenido. Como resultado, con el tiempo la realidad y la existencia de la religión tal como la conocéis se vuelve algo muy poco común, que solo practican pequeños grupos y a menudo en condiciones clandestinas. Por tanto, nunca deberíais asumir que el avance tecnológico fomenta el avance ético o espiritual, pues en la mayoría de los casos lo que realmente sucede es lo contrario.
Los grandes poderes tecnológicos en vuestra región raramente permiten alguna libertad individual entre su gente. Ellos operan con gran uniformidad, esperando que sus ciudadanos se ajusten a patrones de comportamiento muy estrictos para mantener este énfasis en la estabilidad y la seguridad. Este énfasis tiene aquí resultados muy desafortunados para las razas que han perdido su base espiritual y su énfasis en la libertad y la creatividad individuales.
Hay algunas razas avanzadas que han sido capaces de mantener esta libertad y creatividad para su ventaja y la ventaja de su gente. Pero hablando en términos generales, las sociedades tecnológicas, particularmente si han extendido su esfera de influencia más allá de sus sistemas solares, tienden a tener estructuras sociales muy rígidas, y como resultado han creado ambientes que vosotros no consideraríais favorables para la vida —ambientes en los que tendríais grandes dificultades para vivir.
El énfasis para vuestro mundo, por tanto, está en lograr estabilidad y seguridad de una manera que preserve y honre la libertad del individuo, valorando la creatividad individual y aplicándola beneficiosamente al mundo. Esto requiere una clase de desarrollo muy especial.
Por tanto, no os enamoréis de la tecnología, porque si lo hacéis caeréis presa de aquellos que son más avanzados tecnológicamente que vosotros. No penséis que la tecnología asegurará la libertad y el bienestar humanos, porque la tecnología es un poder que puede usarse para bien o para mal. Este poder debe ser moderado y coordinado con otras prioridades, manteniendo vivos el Conocimiento y el espíritu de la humanidad a través de los difíciles tiempos por delante, a través de las Grandes Olas de cambio. Solo esto preservará la libertad humana en un mundo que se volverá mucho más ordenado y limitado.
No os dejéis impresionar por razas con tecnología avanzada, pues la mayoría de ellas ha tenido que sacrificar cosas de gran valor para lograr esa tecnología. Su búsqueda de poder les ha costado la libertad y en algunos casos la autodeterminación de su raza. Vosotros encontraréis que en la mayoría de las sociedades tecnológicas avanzadas hay muy poca libertad —muy poco énfasis en la individualidad y en la importancia de la creatividad individual y demás—. Aquí se considera a la gente como grupos, no como individuos. Los individuos son valorados por las habilidades de su grupo, no por sus talentos individuales. Se les considera parte de una sociedad en funcionamiento —una sociedad que requiere un orden rígido para poder funcionar, una sociedad que se ha desbordado hacia la Comunidad Mayor y que ha destruido y abrumado sus recursos naturales—. Estas sociedades se vuelven uniformes y opresivas. Incluso si conducen sus relaciones con otras naciones de forma pacífica, sus propios ciudadanos son forzados a vivir bajo una tremenda restricción, sometidos a expectativas que son contraproducentes para el bienestar y la libertad individuales.
Desafortunadamente, en el universo la adquisición de poder conduce por lo general en esta dirección. Por tanto, las razas que siguen siendo libres en su proceso evolutivo deben aceptar límites a su tecnología y a su deseo de tecnología, comprendiendo que la tecnología es solo una parte de lo que hace posible y sostenible la vida.
Incluso hoy día podéis ver en el mundo el énfasis en la tecnología, la creencia en la tecnología, la creencia en que la tecnología solucionará todos los problemas, y la realidad de que la tecnología se está volviendo aún más el énfasis principal de la gente, como si esta fuera una religión en sí misma.
Incluso en vuestras propias naciones, particularmente en las naciones ricas, podéis ver el énfasis en la veneración de la tecnología, la creencia en la tecnología, la creencia en que la tecnología os salvará y en que la tecnología es el verdadero énfasis en la vida. Mucha gente joven en vuestro mundo actual tiene una relación más fuerte con sus máquinas que con ninguna otra persona. Esto significa moverse en la misma dirección que muchas otras razas de la Comunidad Mayor han seguido, y el resultado es desafortunado.
Cualquier cosa con la que os relacionéis ejercerá una influencia sobre vosotros, volviéndoos semejantes a ella. Si os relacionáis principalmente con la tecnología, vosotros mismos os volveréis más semejantes a una máquina —pensando solo en ciertas líneas de entendimiento, basando vuestra información solo en ciertos preceptos, controlando vuestra mente, limitando vuestra mente, ignorando vuestros poderes mayores y vuestra mayor perspicacia—. El autocontrol racional y la lógica humana se vuelven en este sentido muy semejantes a los de una máquina. Esta conformidad y esta rigidez son muy fomentadas entre la mayoría de las razas tecnológicamente avanzadas del universo.
La humanidad ya está cayendo en esta seducción, y en efecto es una seducción. Aunque necesitaréis desarrollar vuestra tecnología para establecer la estabilidad en vuestro propio mundo y para proveer alimento y recursos para vuestra creciente población, debéis recordar siempre que vuestra fuerza esencial no la representan vuestros logros tecnológicos, sino el mayor poder del Conocimiento dentro del individuo y dentro de la gente en conjunto. Nunca perdáis esto de vista, porque si lo hacéis perderéis lo más valioso para vuestra vida, vuestro futuro y vuestra autorrealización.
Es natural que las razas inteligentes evolucionen en sistemas sociales más complejos y que, en algún momento, asuman ciertas formas de tecnología que les proporcionan ventajas en sus propios medioambientes nativos. Pero la búsqueda de poder es seductora, y más allá de satisfacer las necesidades prácticas esta búsqueda se vuelve un énfasis por sí mismo. Aquí es importante la contención. En la Comunidad Mayor, si establecéis una tecnología que sea única o que otros no tengan, seréis objeto de indagación, influencia e incluso intervención.
Para conseguir estabilidad y seguridad, las estructuras sociales pueden moverse hacia un equilibrio saludable o bien hacia uno restringido. Aquí, o bien hay un énfasis en la libertad individual y en el valor del individuo, o bien no lo hay. El proceso de construir estabilidad y seguridad requiere que la gente encuentre maneras de trabajar y cooperar unida. Esto puede forzarse sobre la gente, o bien ser algo que la gente establezca en su propio beneficio. Elegir qué camino tomar representa uno de los grandes umbrales en la evolución de una raza.
La humanidad va a necesitar crear ahora una mayor estabilidad y seguridad. Esta necesidad crecerá inmensamente. Aún está por ver si la humanidad escogerá imponer el orden o cooperar para crear el orden. Aún está por ver si la humanidad alcanzará la estabilidad mediante un mayor consenso, o si la estabilidad se forzará sobre la gente desde una jerarquía de poder. Aún está por ver en vuestro mundo si la gente puede vivir con una mayor restricción de forma voluntaria y respetuosa.
Demasiado a menudo en la Comunidad Mayor, la estabilidad y la seguridad se establecen mediante el dominio de un poder gobernante, y este es siempre el caso cuando las naciones son tomadas por otras naciones o dominadas económicamente por otras naciones. La supresión del individuo es siempre el resultado.
Por tanto, la libertad es poco común en el universo, y la libertad es la cosa más importante. La libertad de ser una raza de gente autosuficiente y autodeterminada y la libertad del individuo para contribuir sus dones a su sociedad y a su mundo, son ambas el mayor de los énfasis, no la toma de poder tecnológico.
La humanidad, en su larga y difícil historia, ha elegido siempre, con pocas excepciones, el camino del dominio y el poder. Si seguís este curso, este os conducirá a un final inevitable, un final que ha sido demostrado repetida y consistentemente por toda la Comunidad Mayor, donde la libertad es algo poco común. Vosotros podéis aprender de otros mundos, y podéis aprender de la demostración de esto en vuestra propia historia y vuestro propio mundo.
En sociedades muy estructuradas se requirió conformidad, y esta conformidad ha persistido. Estas sociedades consiguieron estabilidad y seguridad en un grado más alto que otras, ¿pero a qué precio? Estas sociedades solo avanzaron en su desarrollo tecnológico. Como resultado, son ambientes miserables para vivir, a menos que uno esté en la cima, a menos que uno controle el poder. Estas sociedades son extremadamente opresivas y destructivas para sus poblaciones.
Vosotros tendréis que encontrar un camino hacia la estabilidad que no sea opresivo y destructivo. Junto a la preparación para la Comunidad Mayor, este será quizá el mayor desafío que encare ahora la humanidad, y el mayor que haya encarado nunca. Pero es esta difícil serie de requerimientos y circunstancias lo que dará a la humanidad su mayor oportunidad para avanzar ética y espiritualmente y construir una unidad y cooperación que nunca antes se ha logrado en el mundo. El camino que escojáis es lo que marcará toda la diferencia.
Por tanto, no seáis románticos respecto a la Comunidad Mayor. No la imaginéis llena de amorosos seres angélicos que están simplemente esperando para ayudar a una humanidad joven y en lucha. No penséis que está llena de maravillas tecnológicas que podréis disfrutar plenamente y conseguir para vosotros mismos. No penséis que podéis viajar a cualquier lugar a voluntad, visitar cualquier mundo que queráis, moveros por todo el universo sin obstáculo y viajar sin ningún problema o dificultad. Aquí debéis afrontar una realidad que es real y genuina, y que refleja muchas de las mismas tendencias y dificultades que experimentáis aquí en la Tierra. Pero en este inmenso panorama de vida, las dificultades, los desafíos y las oportunidades son mayores.
La Comunidad Mayor es vuestro futuro. Es vuestro destino. Pero debéis estar preparados. Debéis mirarla con gran sobriedad. Y dado lo que aquí se está revelando, ved si todavía tenéis un deseo y una inclinación por ella, nacidos no de la fantasía y la expectativa esperanzada, sino de una conexión más profunda —una conexión más profunda con la vida en el mundo y más allá del mundo, y un sentido más hondo del destino del ser humano y de su posibilidad de elegir un camino de libertad si escoge esta mayor oportunidad.