Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 2 de junio de 2008
en Boulder, Colorado, Estados Unidos
Texto original: The Great Waves and Your Life
Más información sobre este texto
Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.
Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.
En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.
Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.
Las personas se preguntan: “¿Cómo serán estas Grandes Olas? ¿Qué podemos esperar? ¿Para qué nos estamos realmente preparando? ¿Es una situación difícil o es una situación terrible?” La respuesta depende de muchas cosas —depende de la reacción y la responsabilidad humanas.
Ciertamente, los recursos del mundo disminuirán y habrá grandes dificultades para obtenerlos, en particular en los países pobres y para la gente pobre en general. Y el riesgo de conflicto y de guerra por estos recursos menguantes será muy grande. El riesgo será muy grande.
¿Cómo responderán las personas? ¿Se autodestruirá la humanidad en sus luchas y disputas por obtener los recursos restantes, o habrá una mayor unión y cooperación? La respuesta es incierta, pero en ambos casos la humanidad se está entrando en un tiempo de gran dificultad.
El clima del mundo cambiará y se volverá más cálido en la mayoría de los lugares, disminuyendo la producción de alimentos, disminuyendo los suministros de agua, creando grandes dificultades en ciertas regiones del mundo. El riesgo de ruptura de la sociedad es muy grande en estas circunstancias, y el hecho de que la mayoría de las personas no estén al tanto de esto o se lo estén tomando demasiado a la ligera genera gran preocupación.
La humanidad ha gastado más de la cuenta su herencia natural. Ha abusado del mundo, este lugar de magnificencia y abundancia. La humanidad no ha planeado para el futuro. No ha moderado su comportamiento. Ha desperdiciado su gran patrimonio natural a causa de la codicia y de los conflictos, a causa del mal uso y la corrupción, y ahora tendrá que enfrentar las consecuencias. Tendréis que pagar por los pecados del pasado, al igual que vuestros hijos tendrán que pagar por los pecados del presente. Estos pecados son errores, errores fundamentales y, en algunos casos, errores tremendos.
Por tanto, no puedes escapar de esto. No puedes mudarte a otro lugar y ser inmune a las Grandes Olas de cambio. Tendrás que vivir de manera muy diferente, y solo el Conocimiento dentro de ti puede guiarte específicamente en este sentido. Más allá de seguir las “Recomendaciones para vivir en un Mundo de Grandes Olas” que se incluyen en este libro, será el Conocimiento dentro de ti, la fortaleza de tus relaciones con otros y el valor y la objetividad que puedas aportar a tus circunstancias lo que determinará el camino que debes seguir. Porque todo estará cambiando y habrá mucha incertidumbre.
Dónde vives, cómo vives y con quién estás tendrá todo una enorme influencia sobre el tipo de circunstancias que tendrás que afrontar. Y tendrás que ganar acceso al Conocimiento —la mente más profunda dentro de ti, la mente que Dios ha creado dentro de ti— para responder a estas preguntas. La respuesta no será necesariamente una explicación, sino una serie de pasos, cosas que debes hacer paso a paso. Porque un gran cambio requiere que uno se mueva gradualmente, paso a paso. La única excepción a esto es cuando uno se encuentra en una situación de emergencia extrema, tal como una casa en llamas o un barco que se hunde. Pero más allá de esto, debes seguir una serie de acciones que en el momento pueden no tener ningún sentido para ti, una serie de acciones que otros pueden considerar tontas o irracionales. Tú tendrás que seguirlas.
Pregúntate: “¿Dónde debería vivir?” Mantente preguntando, y los pasos comenzarán a aparecer si hay algún cambio que debas hacer al respecto. No puedes preguntar solo una vez. Debes hacerlo repetidamente. Debes permanecer con la pregunta. Debes vivir con la pregunta y estar abierto, realmente abierto, a lo que se te pueda presentar, especialmente si ya sientes que el lugar donde estás no es permanente o te preocupa su viabilidad como lugar para vivir en el futuro.
Debes estar muy abierto, como ves, porque el Conocimiento no te llevará simplemente al lugar que sea más seguro y más fácil. Te guiará al lugar donde tus mayores fortalezas puedan surgir, donde puedas lograr tu destino y donde puedas conocer a las personas realmente importantes en tu vida y participar en las actividades realmente importantes en tu vida.
Esto está enteramente más allá de estar tan solo seguro y protegido. Y esta es una de las razones por las que las personas no entienden la respuesta cuando la reciben. Ellas no entienden o no confían en sus inclinaciones más profundas, porque están haciendo la pregunta con un motivo oculto para conseguir lo que quieren: para enriquecerse, para protegerse, para conservar lo que tienen o tener más. Pero ese no es el énfasis del Conocimiento. El Conocimiento te protegerá, pero te protegerá y te salvará para un mayor propósito.
En cierto modo, las Grandes Olas de cambio proporcionan un ambiente muy óptimo para que el Conocimiento emerja, porque en realidad no hay lugar en el que puedas estar a salvo. No habrá lugar que sea realmente seguro, donde puedas disfrutar del tipo de beneficios que quizá has disfrutado en el pasado, donde puedas sentirte seguro e inmune ante las dificultades que surgirán por todo tu alrededor.
La supervivencia de tu personalidad no es la cuestión aquí, sino el cumplimiento de tu misión. Porque has elegido venir al mundo en un momento en que las Grandes Olas estarían golpeando el mundo. Has llegado en un momento en que la humanidad tendría que enfrentar la competencia de la Comunidad Mayor, de fuerzas invasoras del universo que os rodea. Has llegado en un momento de gran dificultad e incertidumbre, un tiempo de gran discordia y riesgo de guerra. Por tanto, no te quejes. No niegues o condenes las circunstancias del mundo cuando, en realidad, ellas encierran las mayores posibilidades para tu redención y tu realización aquí.
Tus grandes relaciones no vendrán a ti mientras te escondes en algún lugar pretendiendo estar feliz, a salvo y seguro, rodeado por todas tus posesiones innecesarias, involucrado en actividades simples, inocuas y tontas. Las grandes relaciones no vendrán a ti en estas circunstancias, solo las amistades inconsecuentes, solo las personas que comparten tus aficiones o aquellos que te quieren explotar o desean participar de cualquier riqueza que puedas tener.
Las grandes relaciones vendrán al enfrentar grandes cambios y dificultades, porque es en este entorno donde la naturaleza más profunda y verdadera de las personas se hace patente. Y las personas tendrán que elegir una mayor lealtad dentro de sí mismas y una mayor lealtad a otros. Es aquí donde las grandes relaciones serán reconocidas, cultivadas y expresadas. Se acabaron los romances tontos e indulgentes. Se acabó el perder tu tiempo tratando de tener placer sin fin con alguien cuando, en realidad, no tenéis a donde ir juntos y nada realmente importante que hacer juntos. Se acabó el perder tu vida persiguiendo la belleza, el encanto y la riqueza, fantaseando acerca de ti mismo y de otras personas, tratando de verte bien, de ser aceptado y degradándote a ti mismo de todas las maneras posibles para ganar la atracción o la admiración de alguna persona. Ahora habrá poco tiempo para tales cosas.
Aunque estos tiempos son extremadamente peligrosos y arriesgados, ellos proporcionan el ambiente óptimo para que descubras tus mayores fortalezas y, con ellas, una serie de mayores relaciones. Aquí es donde el propósito mayor y el significado de tu vida pueden surgir, si puedes entender tu situación correctamente y aprendes a relacionarte con tu naturaleza más profunda y a confiar en ella cada vez más.
Aquí debes responder cuando otros no están respondiendo. Debes tomar precauciones cuando otros no las están tomando. Debes cambiar tus circunstancias cuando no parece haber ninguna razón inmediata para hacerlo. Debes seguir un impulso y una dirección internos, sin entender realmente lo que está sucediendo y cuál será tu futuro o el resultado. Si no tienes la fuerza o el coraje para hacer esto, te quedarás donde estás, cada vez más lleno de ansiedad y confusión, cada vez más preocupado, cada vez más frustrado y compulsivo, hasta que tus circunstancias se desmoronen y erosionen tu vida, como si estuvieras en una isla que lentamente disminuye o en un barco que cada vez hace más agua.
Vas a tener que estar preparado para actuar con contundencia, y es posible que tengas que actuar en solitario. No todos los que están contigo ahora —tus amigos o incluso tu familia— responderán necesariamente a las Grandes Olas de cambio o al poder y la influencia del Conocimiento en su interior. Tan solo estar preocupado no es suficiente. Tan solo ser consciente del problema no es suficiente. Debes estar preparado para actuar, no a toda prisa, no compulsivamente, no desde el pánico, sino dando pasos en tu preparación.
El Nuevo Mensaje ha proporcionado los Pasos al Conocimiento para que puedas empezar a construir esta conexión más profunda con el Conocimiento, una conexión en la que tendrás que apoyarte cada vez más en el futuro, según todas las demás fuentes de certidumbre sean desafiadas, perturbadas y caigan en conflicto.
Porque ¿a dónde acudirás y a quién recurrirás en tiempos de gran cambio e incertidumbre? ¿A tu gobierno? ¿A tus amigos? ¿A tu familia? ¿A tu religión? Y si no puedes encontrar ninguna certidumbre o claridad allí, ¿te escaparás a tus aficiones, a tus fantasías o a tus pasiones? Esta es una cuestión crítica, como ves.
Dios te ha dado el Conocimiento para guiarte, protegerte y conducirte a una mayor satisfacción en el mundo, tal y como este es. Por tanto, no pidas nada más de Dios. Si no puedes recibir este gran regalo —un regalo más allá de tu estimación, un regalo que te servirá todos los días y en todas las circunstancias—, si no puedes recibir esto, si no vas a confiar en esto, si no vas a seguirlo, entonces no pidas un milagro. Puede que lo pidas, pero vas a tener que confiar en lo que Dios te ha dado. Habéis creado un mundo en el que esto será cada vez más necesario, un mundo donde la fantasía, la especulación y la presunción serán cada vez más difíciles de crear y mantener.
Los tiempos se volverán más difíciles. Las personas se volverán más pobres. Todo será más caro y en algunos casos será inaccesible. ¿Cómo funcionarás en este entorno? Tendrás que recurrir a placeres simples —al placer del momento, a la belleza de la naturaleza, a conectar con otras personas de una manera significativa, al disfrute de las cosas simples—. Las relaciones ahora tendrán que ser sencillas y honestas. Aunque muchas personas usarán el engaño para obtener una ventaja sobre los demás, las relaciones tendrán que ser muy sencillas, directas y honestas.
En cierto modo, tu vida tendrá que ser más auténtica, más saludable y más equilibrada, en vez de estar en esa búsqueda frenética para satisfacer tus fantasías y tus necesidades, tus expectativas y las expectativas de otros; esa vida frenética, desesperada e infeliz donde no tienes ningún sentido de ti mismo, de a dónde estás yendo o de lo que realmente eres.
Así que, incluso frente a las Grandes Olas de cambio, incluso frente a los peligros de la intervención y la competencia desde más allá del mundo, tienes la oportunidad de poner tu vida en orden, estableciendo una serie genuina de prioridades y dejando de perder tu tiempo, tu energía y tu fuerza vital en cosas que no tienen ningún significado, valor o propósito. Tienes la oportunidad de ser fuerte, integrado, equilibrado, objetivo, valiente y compasivo, mientras que antes eras simplemente un adicto a tu cultura, tratando de tener, de ser y de hacer cosas que no eran esenciales para tu naturaleza ni para el propósito mayor por el que estás aquí.
Aquí tu relación contigo mismo se vuelve crítica, fundamental, práctica y misteriosa. Cualesquiera que sean las dificultades que hayas tenido en el pasado y cualesquiera que sean los defectos o deficiencias que ahora tienes, será todo eclipsado por la necesidad del momento y la necesidad de prepararte para el futuro. Este es el antídoto perfecto a la obsesión contigo mismo y a la enfermedad mental, a una mala salud mental y emocional. Ahora tendrás que hacer cosas que nunca habías tenido que hacer, aprender cosas que nunca habías tenido que aprender y volverte ingenioso y observador.
No mires hacia el futuro pensando y preocupándote por lo que podrías perder. Reconoce que el futuro tiene el poder de elevarte, de devolverte a ti mismo, de restaurar tu verdadero propósito para venir aquí y tus verdaderas capacidades. Pero debes ganar acceso al Conocimiento, porque solo el Conocimiento sabe quién eres, por qué estás aquí y cómo podrás navegar los tiempos difíciles que se avecinan.
Si puedes prepararte con antelación estarás en condiciones de ayudar a otros. Si esperas, el cambio que tendrás que hacer será desesperado, caro y peligroso. Si lo pospones, lo cuestionas, dudas de esto o piensas que no es importante, te pondrás en un peligro cada vez mayor, y tus posibilidades de éxito disminuirán como resultado.
Esta no es una cuestión ociosa. No es una mera especulación. El Nuevo Mensaje te está diciendo lo que se avecina. Te está advirtiendo. Te está preparando. Pero aun así, que respondas y seas responsable depende de ti —que seas capaz de responder y aprender cómo seguir, paso a paso, las cosas que debes hacer, con coraje y determinación.
El tiempo es importante ahora. No tienes tiempo para languidecer. No tienes tiempo para distraerte, dejándote llevar por otras cosas o estando atrapado en las circunstancias de tu vida. No hay tiempo para eso ahora. Debes tomar tu vida en serio. Debes prestar atención a las señales del mundo, que te están diciendo que un gran cambio está llegando. Tienes que aprender a escuchar los movimientos del Conocimiento y la insistencia del Conocimiento dentro de ti.
Tu estudio de los Pasos al Conocimiento te enseñará cómo leer las señales del mundo y las señales del Conocimiento, porque éste es un tipo muy diferente de educación, diferente a cualquier cosa que el propio mundo pueda proporcionar. Esta educación carece de fantasía. Carece de prejuicio. No tiene una visión idealista del futuro. Está libre de la corrupción y la concesión humanas. Es pura y poderosa, y tú tienes que ser poderoso para relacionarte con ella, y ella de hecho te dará este poder.
Habrá mucha necesidad humana en el futuro. Muchas personas no tendrán suficiente comida o refugio. Habrá un gran malestar social en las grandes ciudades y también en las comunidades más pequeñas. Debes ser lo suficientemente fuerte no solo para ganar una posición segura para ti mismo, sino también para ayudar a otros, especialmente a los ancianos y a los jóvenes. Se perderán vidas a causa del conflicto y la privación. Esto dependerá de si las naciones y las culturas optan por compartir los recursos del mundo o tratan de adquirirlos para sí mismas.
Así que hay un rango de resultados aquí que van desde difíciles a terribles. No depende de ti determinar el resultado, sino prepararte para el futuro y vivir plenamente en el momento, con los ojos bien abiertos, prestando atención, siendo responsable y esforzándote adecuadamente. No necesitas leer muchos libros ahora. No necesitas ir a ver películas. No necesitas participar en interminables conversaciones sin sentido con la gente. No necesitas sumergirte en tus aficiones e intereses. Solo deberías centrarte en lo que es esencial y profundamente significativo para ti.
Tienes Cuatro Pilares en tu vida. Al igual que las cuatro patas de una mesa, ellos sostienen tu vida. Piensa en tu vida, entonces, en términos de tener Cuatro Pilares: un Pilar de las Relaciones, un Pilar de la Salud, un Pilar del Trabajo y el Aprovisionamiento y un Pilar del Desarrollo Espiritual. Tu vida es tan fuerte como lo es el Pilar más débil, la pata más débil de la mesa. Cuánto puedes ver, cuánto puedes saber y cuánto puedes hacer dependerá de la fortaleza de estos Pilares.
Los Pilares de la mayoría de las personas apenas están construidos. Tal vez ellas han puesto todo su énfasis en un área. Han centrado toda su vida en las relaciones, o la han centrado en su trabajo y su carrera, o se han obsesionado con su salud, y esto domina todo lo que hacen. O tal vez han escapado y tratado de sumergirse en su práctica espiritual y sus creencias religiosas, dejando mientras que el resto de su vida quedase subdesarrollada y desequilibrada.
Hay pocas personas que hayan construido dos Pilares. Pero muy pocas personas han construido adecuadamente los Cuatro Pilares de su vida. Hacerlo es un antídoto perfecto a la excentricidad y al extremismo. Porque si estás realmente construyendo y manteniendo los Cuatro Pilares de tu vida, no puedes ser extremista o excéntrico en ningún área. No puedes ser compulsivo. No puedes ser adicto, porque estarás tan ocupado cuidando de los Pilares fundamentales de tu vida que no tendrás tiempo para necedades o conductas autodestructivas. Qué bendición sería esto, y los resultados serían profundos, dándote una vida fuerte y un amplio conjunto de capacidades y competencias en todos los aspectos de tu vida.
Tu Pilar de las Relaciones debe incluir a personas capaces de responder a las Grandes Olas de cambio —personas que funcionan no desde miedo y la ansiedad, sino desde la certeza, la convicción y el deseo de apoyar y ayudar al mundo.
Tu Pilar del Trabajo debe representar un trabajo que sea sostenible en el futuro —un trabajo que provea bienes o servicios reales a las personas, un trabajo que te involucre de manera significativa con otros y que pueda proveer al menos las cosas básicas que necesitas para vivir en el mundo.
En tu Pilar de la Salud, tu cuerpo y tu mente deben funcionar como vehículos para el Conocimiento. Porque el cuerpo sirve a la mente y la mente sirve al Espíritu en la verdadera jerarquía de tu Ser. No tienes que ser bello, atlético o fantástico en ningún sentido, solo funcional. El Pilar de la Salud está representado por una buena salud, una buena salud mental, una buena salud emocional, honestidad contigo mismo, honestidad con los demás, la capacidad de apreciar y disfrutar el momento, la capacidad de reconocer y prepararte para el futuro, la capacidad de conectar con el Conocimiento y tener una base real en tu vida, y la capacidad de tener disfrutes y expresiones artísticas simples y gratificantes.
El Pilar del Desarrollo Espiritual trata fundamentalmente de tu conexión con el Conocimiento: de construir esta conexión, de confiar en esta conexión, de aprender la sabiduría para llevarla a cabo en el mundo, de aprender cómo aplicarla y reconocerla, de discernir el poder del Conocimiento entre todas las demás compulsiones o influencias en tu mente. Sea cual sea tu práctica espiritual, sea cual sea la fe religiosa que puedas tener, o incluso si no tienes una fe religiosa que puedas definir, es tu conexión con el Conocimiento lo que te conecta con lo que Dios te ha dado para protegerte, guiarte y conducirte a una mayor satisfacción y servicio al mundo. Este es tu Pilar del Desarrollo Espiritual.
Necesitas construir estos Cuatro Pilares. Es algo esencial para el futuro, pues los tiempos se volverán difíciles e inestables. Cuanto más fuerte sea tu base, mejor equipado estarás para capear las tormentas del mundo y hacer frente al caos creciente a medida que aumenta la confusión, la angustia y la rabia de la gente a tu alrededor. Tendrás que saber a dónde ir, qué hacer, qué decir, qué no decir, dónde darte, dónde no darte, en qué involucrarte, en qué no involucrarte, dónde decir lo que piensas, dónde no decir lo que piensas, dónde viajar y dónde no viajar.
Debes tener esta base, de lo contrario las Grandes Olas te arrastrarán. Te sentirás abrumado. Tu vida será sobrepasada, y quedarás desamparado y sujeto a influencias muy oscuras en el mundo, e incluso de más allá del mundo. Una vez más, la dificultad de los tiempos es la oportunidad perfecta para que puedas reconectar con tu vida, construir tus Cuatro Pilares, restablecer tu integridad, actuar de manera decidida y aprender a ser valiente y objetivo.
Este no es un asunto de percepción, de si eres amoroso o temeroso. Realmente se trata de si eres sabio o eres imprudente, de si eres responsable o eres irresponsable. No te mantengas aparte pensando que es todo un asunto de percepción. Las Grandes Olas son mucho más poderosas que tú. No las alterarás con tus afirmaciones o tus declaraciones. Pero puedes aprender a atenuarlas, a adaptarte a ellas, a usarlas a tu favor y también para ayudar a otros.
La necesidad humana a tu alrededor será inmensa, mayor que en cualquiera de las guerras mundiales. Y tendrás que estar preparado para cuidar de las personas, tal vez de personas que ni siquiera conoces, y tendrás que estar preparado para asistir a otros en formas que serán nuevas e inesperadas para ti. Habrá gran escasez de alimentos y en algunos lugares gran escasez de agua. Vuestros recursos energéticos se volverán preciosos y el acceso a ellos será difícil y costoso. Habrá inestabilidad política y económica, y habrá mucho malestar social en muchos lugares del mundo.
Este es el mundo que has venido a servir, y cuanto más estés conectado con el Conocimiento dentro de ti, más adquirirás este reconocimiento, el cual calmará tus temores y tu ansiedad y afirmará tu fuerza y tu gran Fuente y todas las relaciones significativas que están aquí para servirte y ayudarte.
Has venido a servir a un mundo en transición, un mundo que tendrá que unirse en muchos aspectos para satisfacer las necesidades fundamentales de la familia humana, un mundo que tendrá que prepararse para enfrentar difíciles intervenciones de razas de más allá del mundo, que están aquí para aprovecharse de una humanidad débil y dividida.
Esta es el momento más importante para la humanidad, el mayor desafío, el mayor peligro y la mayor oportunidad para la unidad y la cooperación, donde los recursos de la humanidad y sus grandes talentos se unen para sostener la civilización, restaurar el mundo y prepararse para su futuro y su destino dentro de una Comunidad Mayor de vida inteligente en el universo.
Sin embargo, tendrás que tomar un rumbo muy diferente al respecto, un enfoque diferente. Tendrás que aprender cómo hacerlo y cómo ganar fuerza, y tendrás que aprenderlo rápidamente, porque el tiempo ahora es esencial. Cada mes y cada año son críticos para determinar si te estás volviendo más fuerte o más débil, más preparado o menos preparado, más certero o menos certero, más conectado a otros de una manera significativa o menos conectado.
La conciencia de las Grandes Olas de cambio es la gran llamada de Dios para ti y el gran regalo para aquellos que tienen la fortuna de leer estas palabras. Porque es un gran amor el que trae esta advertencia, esta bendición y esta preparación al mundo —un amor por la humanidad, un amor por las posibilidades de la humanidad y una preocupación por ofrecer a la humanidad lo que esta necesitará ver, saber y hacer para prepararse para vivir en un mundo que cambia radicalmente y prepararse para su futuro en la Comunidad Mayor, que representa ahora su mayor destino.
Recibe esta conciencia como un regalo de gran amor, porque es de gran amor. Recíbela como una confirmación de lo que más profundamente sabes, porque es una confirmación. Acéptala como un regalo de amor y respeto, porque tal es. Úsala y síguela al máximo de tu capacidad, porque esta es la forma de honrar tu relación con Dios. Y así es cómo cumplirás el gran propósito que te ha traído hasta aquí en este tiempo.