Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 10 de junio de 1988
en San Francisco, California, Estados Unidos
Texto original: Stillness
Escucha el audio original aquí (en inglés): No disponible online
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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.
Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.
En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.
Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.
Todo se aclara cuando tu mente esta quieta.
Desarrollar la quietud es muy esencial para el cultivo del Conocimiento y para la resolución de las dificultades personales. No hemos hablado mucho de la quietud porque muchas personas todavía no están practicando la recuperación y el desarrollo del Conocimiento. La quietud es relevante porque te dará un enfoque para usar en el desarrollo de tus propias habilidades, y en el reconocimiento de los requisitos necesarios para que puedas utilizar tus mayores poderes mentales.
Las personas están muy ansiosas por tener respuestas muy grandes a preguntas muy grandes. Buscan la resolución de problemas a largo plazo, pero cuando llega el momento de hablar sobre la práctica, bueno, eso es otra cosa. Muchas de las cosas que son tus verdaderos objetivos en la vida requieren mucho desarrollo para poder lograrlas, porque no puedes estar satisfecho solo con explicaciones, filosofías o respuestas. Las respuestas no son suficientes. Debes cultivar las habilidades reales que son esenciales para una vida exitosa aquí. No hay manera de evitarlo. Se prometen muchos atajos, pero la metodología es secundaria a tu voluntad en la materia y tu deseo de verdad y resolución, que con el tiempo será mayor que todas las demás cosas.
¿Por qué la quietud de la mente es esencial? Si lo piensas, sus recompensas son bastante evidentes. Una mente inmóvil es una mente enfocada. Es una mente que está utilizando todos sus recursos. Se concentra en una cosa. Esta sin el fastidio de las pequeñas distracciones. Eres capaz de concentrar tu mayor fuerza de mente en un área, y esto te da una visión mucho más profunda de la que normalmente tendrías. Como tu mente está tranquila, no estás intentando dar respuestas o explicaciones a la situación, siendo capaz de presenciar las cosas como realmente son. Lo suficientemente simple, pero muy profundo.
Con quietud, puedes ejercitar los mayores poderes de tu mente, puedes tener una mayor capacidad de observación y discernimiento, y eres capaz de ver el camino necesario que debes seguir. En la quietud, se hacen obvias cosas que nunca serían evidentes para una mente que estuviera angustiada o en conflicto. Este poder de concentración te dará una tremenda habilidad en el mundo, pero esa es la menor de sus recompensas. Su mayor recompensa es que comienzas a discernir y a experimentar tu propio Conocimiento, que es la Mente verdadera que has traído desde más allá del mundo, para contribuirla aquí.
No todos desean la completa recuperación o descubrimiento del Conocimiento. Muchos solo quieren tener un problema resuelto. Aquí las recompensas menores de desarrollar la quietud de la mente también te darán lo que necesitas. Pero no queremos hablar solo de la increíble resolución y sentido de propósito, significado y dirección que este estado mental te dará. También nos gustaría hablar sobre lo que sucede en el camino.
Tú estás donde estás. No puedes estar en otro lugar de tu desarrollo. Puedes soñar, pensar o desear poder estar en un estado mental mucho más alto, con mayores habilidades para contribuir, con mayores poderes sobre las cosas mundanas y demás. Pero, lo más valioso es el camino para llegar allí. Llegar a un lugar de quietud, es aún más importante que el resultado, porque para lograrlo comienzas a tener las cualidades fundamentales de concentración, discernimiento, paciencia, perseverancia, fe, compasión y perdón —todas ellas muy esenciales.
Cuando estás preocupado por un problema y estás en conflicto con él, lo último que quieres es quedarte quieto. Estás muy ansioso por las respuestas. “Necesito las respuestas ahora mismo. ¡Estoy desesperado!” Y repasas todas las posibles respuestas que alguna vez has considerado o escuchado. Tal vez el problema es emocional. Quizá sea físico. Tal vez sea médico. Tal vez sea filosófico. Tal vez sea espiritual. Y así vas a través del inventario de respuestas y posibilidades, porque tienes miedo. ¿Cómo puedes permitirte la quietud de la mente? No parece producir ningún resultado.
Muy pocos de los problemas que consideras requieren una acción inmediata. Así que el primer paso es retirarte de la situación. No intentes responder la pregunta. El primer paso es reconocer que debes adoptar un enfoque más amplio, en lugar de tratar simplemente de resolver la situación, poniendo una respuesta sobre la misma. Esto te separa del problema, y establece que eres más grande que el problema mismo, porque estás estableciendo los medios para su resolución.
A continuación, debes hacer un inventario de tus preferencias sobre el asunto. “¿Cuáles son mis preferencias con respecto a esta situación?” En la medida en que tengas preferencias fuertes, será más difícil para ti experimentar el Conocimiento, o saber qué hacer. Pensarás que sabes qué hacer. Pensarás que tienes la respuesta o las posibles respuestas, pero no has encontrado la verdadera respuesta, porque la mente más profunda dentro de ti todavía no puede hablar con tu mente consciente.
Por eso, retírate del problema y luego empieza a revisar tus preferencias o ansiedades sobre el mismo. Preferencias y ansiedades son muy similares. Ambas te distraen de centrarte en ese lugar dentro de ti mismo, donde puede surgir la respuesta.
Luego, debes ver si realmente deseas la resolución. “¿Realmente quiero resolución?” Se requiere un gran grado de honestidad para llegar a una respuesta genuina aquí. Si no estás seguro, es mejor decir que no. Si dices que sí, entonces para que sea genuino, debes estar dispuesto a seguir cualquier curso de resolución, incluso si se aleja del resultado preferido que buscas.
Verás, los problemas no son difíciles de resolver. El problema es que las personas no quieren resolver sus problemas. Lo que las personas buscan es una resolución, que les dé su resultado preferido y les alivie del malestar que están sintiendo. Aquí hay trama y conspiración. Aquí los resultados se consideran más importantes que la verdad, hasta que la verdad se vuelve más importante que los resultados. Cuando finalmente alcanzas la quietud de mente, no te importa nada de esto. Dejas de negociar.
Acercarse a la quietud —ese estado profundo de observación en alerta ante la dificultad o el dilema— implica que por lo menos estás dispuesto a aquietarte y observar, en lugar de luchar por la resolución o lograr algo.
Desarrollar la quietud es una de las cualidades esenciales en la sanación, en la evolución espiritual y en la resolución práctica de problemas. Pero, parece muy poco práctico, y esto te hace enfrentar tus propios conflictos personales. Esto es bueno, porque te hace enfrentar estas cosas para lograr la quietud, no para resolver las cosas. Si estás intentando tener una mente quieta y todavía estás intentando resolver algo o conseguir algo, no serás eficaz.
Otro subproducto del desarrollo de la quietud es que desarrollas confianza —una profunda confianza en tu verdadera naturaleza, una profunda confianza en Dios, y una profunda confianza en que hay fuerzas que trabajan en tu nombre—. Esto significa que no confías solo en tus pensamientos o sentimientos. Estás confiando en algo más grande dentro de ti y más allá de ti. Esta es una confianza inherente.
Las personas dicen: “Oh, tengo un problema terrible. Debes ayudarme “, y Nosotros decimos: “Bueno, el primer paso es la quietud”. “¿Quietud? ¿Y la respuesta?” Y Nosotros decimos: “La quietud es la respuesta”.
De todos modos, la mayoría de los problemas de las personas son hipotéticos. Existe el problema y existe la interpretación del problema, que puede ser muy diferente del problema en sí. Las personas dicen: “Quiero tener una relación en mi vida ahora”, lo que puede no ser el problema. Entonces, ¿por qué intentar resolver algo que no es el problema? El problema no es que no tienen una relación, sino que necesitan desarrollar algo más, que es más importante. Este es muy a menudo el caso, pero las personas no ven esto como el camino que deben seguir. Están solas, así que quieren un compañero. Pero Nosotros decimos “quietud”.
En algunas situaciones, las personas no deben intentar la quietud, porque el problema que enfrentan es muy inmediato y deben tomar medidas. Pero en general, para reconocer lo que es el Conocimiento, para experimentar su poder y eficacia en el mundo, debes desarrollar cierto grado de quietud. Para lograr esto, debes perseverar y tener paciencia porque no obtienes resultados instantáneos. Debes fortificar tu fe, en que esto es genuino y que está a tu alcance.
No te sientas satisfecho con respuestas. Realmente lo que importa es la experiencia. Nosotros damos experiencia. La experiencia requiere participación, participación y confianza. Cualquiera puede jugar con las respuestas. Nosotros hemos dado muchas respuestas y son como semillas. Pueden ser plantadas en la mente y crecer con el tiempo. Pero aun así, lo más importante es tu preparación y tu experiencia.
Las personas suelen preguntar: “¿Cómo puedo estar en contacto con mis propios Maestros Internos?” Nosotros decimos “quietud”. Ellos están quietos, tú no lo estás. Por eso no puedes percibirlos. Aquí apresuras tu mente moliendo pensamientos en polvo, siempre intentando arreglar cosas, o de ver una nueva manera de evitar las cosas, siempre tratando de obtener el mejor ángulo, y tu Maestro está ahí. En la quietud, sentirás la presencia de toda tu Familia Espiritual. Están calmados. Tú no lo estás.
Por eso, a menos que se requiera una acción inmediata, la calma es a menudo el mejor primer paso. No una calma complaciente o pasiva, sino una calma con una gran intención. Una intención para la resolución, sin intentar resolver la situación por ti mismo.
En todas las eras, en todas las sociedades, incluso en todos los mundos, la quietud es uno de los principales desafíos. Incluso si vives una vida muy ocupada y tienes mucho trabajo y compromisos, esta sigue siendo relevante. Solo son necesarios unos minutos al día en quietud. No es apropiado decir: “Bueno, no tengo tiempo. No puedo encajarlo”. Si no puedes encajarlo, entonces deberías eliminar algunas cosas porque tu vida está fuera de equilibrio y no está acorde respecto a tus verdaderas necesidades.
Las personas en la sociedad moderna tienen muchísima información disponible. Te preocupas por muchas cosas y eres muy inteligente, pero no eres muy fuerte —ya sea física, mental o emocionalmente—. En parte es así, porque tu mente se ocupa de muchas cosas que no están relacionadas. Cuantas menos cosas enfoques, más poderosa será tu concentración, y mayores serán los resultados que lograrás, si es que se puede lograr un resultado. Por eso, para lograr cualquier grado de quietud o profundidad dentro de ti, debe haber una mayor simplicidad en tu vida.
Uno de nuestros temas principales es el cultivo del Conocimiento. Se trata de un profundo estado de saber, que puede aplicarse a problemas inmediatos y prácticos, así como a un mayor enfoque en la vida. El Conocimiento no es algo con lo que puedes simplemente jugar, si tienes alguna esperanza de éxito, porque es más importante que eso. Dado que sus recompensas son tan grandes, requiere una mayor inversión de tu parte. Por eso es muy importante establecerse en una forma de práctica, tarde o temprano. Ya has leído suficientes libros. Tienes suficientes problemas de los que preocuparte. Has visto todas esas técnicas. Ahora es el momento de practicar.
Es muy importante no intentar obtener resultados en la práctica. La mayoría de las formas de práctica espiritual —que entrenan tu mente y aplican tus habilidades— implican simple observación sin juicio. Eso es practicar la quietud. Aquí comienzas a dejar de lado la agenda que os está envolviendo a todos. Para los estudiantes del Conocimiento, hay diferentes tipos de práctica. Existe una práctica para cuando no puedes asentar tu mente. Existe una práctica para cuando puedes asentarla un poco. Y existe una práctica para cuando esta se asienta por sí misma. Hay una práctica para el estudiante aficionado. Hay una práctica para el estudiante semiserio. Por último está la práctica para el estudiante serio. Con semiserio, no estamos siendo críticos. Es solo que quieres algo de Conocimiento, pero no todo el Conocimiento. Y si eres un aficionado, solo quieres ver de qué se trata y mojarte un poco los pies. Si quieres todo el Conocimiento, bueno, ¡simplemente te lanzas! Así que tenemos tres categorías generales. No das prácticas similares a personas en diferentes categorías.
Cuando tu mente es muy ruidosa, practicas contando o respirando o escuchando tu pulso. Si tu mente está un poco perturbada y existe la posibilidad de que se asiente, entonces, practicas con el sonido. Si tu mente está calmada, bueno, ya estás practicando. Entonces guiamos tu mente directamente a la presencia de los Maestros. Los Maestros son como un reflejo del Cielo. Ellos llenan tu mente completamente de luz. No puedes entrar en el Cielo y seguir estando en el mundo, pero puedes experimentarte como un intermediario. En general, ese es el objetivo final. Cuando el Cielo, tu Antiguo Hogar, haya sido parcialmente establecido aquí, entonces serás capaz de servir en una capacidad más alta. Eso no significa que el mundo se vea mejor. Significa simplemente que estás llevando tu Antiguo Hogar dentro de ti.
Nuestras prácticas están a prueba de la mente. No importa lo inteligente que sea tu mente, las prácticas son más inteligentes. ¿Por qué? Porque hacen que el conflicto sea innecesario. Si decimos: “Mira el suelo durante treinta minutos”, ¿quién puede hacer eso? Si decimos: “Di esta palabra durante treinta minutos”, ¿cuántas personas pueden hacer eso? Podemos decir: “Di tu nombre por treinta minutos”, ¿cuántas personas pueden hacer eso? “¿Pero mi relación? ¿Qué puedo hacer al respecto?” Nosotros decimos, “Di tu nombre por treinta minutos. Nada más”. ¿Cuántas personas pueden hacer eso? No muchas. Poder hacer eso implica que tienes el poder de concentración y otras cualidades que son más beneficiosas para ti y para los demás.
Insistimos sobre esto. Las personas dicen: “¡Tengo tantos problemas con mi práctica!” Quietud. “No puedo”. Nosotros decimos que no quieres. Todavía estás intentando arreglar las cosas por tu cuenta. Observación y gran atención es todo lo que necesitas para la mayoría de la resolución de problemas. Para estar alerta, no puedes estar pensando en otra cosa. Tampoco puedes estar satisfecho con pensamientos o emociones. Estás buscando una sensación más profunda de resolución. Cualquiera que haya alcanzado incluso un pequeño estado gradual de quietud mental, es de gran valor para otras personas. Tú les das tu tranquilidad. La mayoría de las personas, ya sabes, simplemente necesitan un poco de seguridad de que todo irá bien, y de que tienen la capacidad de tomar medidas eficaces.
No importa a lo que te enfrentes en la vida, no importa lo que tengas o no tengas, desarrolla la quietud mental. No sabrás cuál será el resultado, pero incluso al principio sentirás un gran alivio y relajación, si tienes éxito. Si tienes dificultad, comenzarás a reconocer lo que se interpone en tu camino en todos los ámbitos.
Una mente que está desenfocada no puede percibir correctamente, no puede reconocer la resolución y no puede actuar eficazmente. Por eso a menudo recomendamos a los estudiantes del Conocimiento que simplifiquen sus vidas, para que puedan recurrir a mayores recursos de energía y concentración, y tengan tiempo para experimentar algo de paz. Ahora las personas quieren muchas cosas que no necesitan para nada. ¿No es verdad? Y a veces nunca piensan en las cosas que son absolutamente esenciales.
Podemos enseñar quietud porque estamos quietos. Especialmente cuando no estamos en la pecera contigo, cuando estamos en Casa, estamos en quietud. No estamos corriendo, resolviendo los problemas del universo. Tú tienes tu propia pequeña vida para intentar manejarla. Nosotros tenemos mucho más que manejar. Pero no tenemos un horario ocupado con una secretaria, porque hemos aprendido en la vida, como tú estás aprendiendo ahora, cómo distinguir entre la acción y la contemplación. Hay un tiempo para actuar y un tiempo para no actuar y estar alerta, como un cazador que debe esperar mucho tiempo para actuar. Esta capacidad de acechar a su presa, ya sea un animal en la caza o el Conocimiento dentro de ti mismo, es algo que se ha perdido mucho en la sociedad moderna. Las personas están tan sobrestimuladas que no tienen sentido de proporción.
Todo se aclara cuando tu mente está quieta. Haz una lista de problemas, practica la quietud y las cosas vendrán a ti. No es necesario intentar resolverlos o crear un mejor ángulo. Si un problema requiere una resolución, una respuesta vendrá a través de ti. Llegará a través de ti en quietud o vendrá a ti cuando no estés pensando en ello. Por eso es bueno cuando las personas tocan instrumentos musicales, hacen deportes o algo así, donde no están tratando de arreglar nada. O si están tratando de arreglar algo, a menudo es tan completamente ajeno a sus dilemas, que existe la posibilidad de que la mente pueda tener una apertura y la resolución simplemente se deslice a través de esta, como alguien escapando de la prisión. ¡La respuesta llegó! ¡El mensajero atravesó las líneas enemigas!
La quietud está relacionada con liberarse del miedo. ¿Por qué es así? Porque no puedes estar quieto si tienes miedo. Así que debes cansarte de tener miedo o renunciar a este en cierta medida, para relajarte lo suficiente como para estar quieto. Aquí debes afirmar, consciente o inconscientemente, que tienes fe en un poder mayor y que tu Hogar no es este mundo. Cuando sabes, en verdad, que tu Hogar está más allá del mundo, entonces puedes comenzar a relajarte en el mundo. Entonces las consecuencias del mundo no son tan terribles. Esto no da lugar a la pasividad. Esto exige una mayor responsabilidad, lo que indica que has venido aquí con un propósito. Has venido aquí para contribuir algo. Esto requiere desarrollo y preparación, enfoque y verdaderas prioridades. Exige un enfoque mayor y mucho más sustancial en la vida, que apenas es pasivo. El lujo de poder relajarse y estar verdaderamente alerta, que no es estar durmiendo, es que te estás asentando en una realidad mayor, que tú mismo posees.
Tienes un mundo muy ruidoso. Un montón de ruido. ¿Por qué hay ruido? Porque las personas son adictas a la estimulación. Tienen miedo a la quietud y deben tener ruido constantemente. Deben tener un ambiente exterior que se correlacione con su estado interior, que es continuamente turbulento. La turbulencia es muy estresante y causa todo tipo de dolor y enfermedad. Por eso, para aquellos que reconocen que están buscando la paz más que la estimulación, la quietud es el camino.
Existen algunas premisas muy fundamentales para acercarse a la quietud. La primera premisa es que posees el Conocimiento y que tienes pensamientos. Estos son los dos aspectos de la mente dentro de ti. Está tu mente personal, que contiene todas tus creencias, suposiciones, demandas, requisitos, sentimientos, temores, deseos y demás. Luego está el Conocimiento, que has traído contigo desde más allá, y que está quieto, concentrado, y no puede ser contaminado. Está oculto dentro de ti hasta que te hayas desarrollado lo suficiente para que emerja.
Otra premisa, es que necesitas una gran ayuda para desarrollarte realmente, necesitas asistencia desde dentro del mundo y desde más allá del mundo. Una tercera premisa es que has venido aquí desde tu Antiguo Hogar para contribuir algo y que no estás haciendo esto para ti solo. La siguiente premisa es que en alguna parte existe Dios y que Dios siempre es visto como observador. La quinta premisa es que debes ser muy honesto, mucho más honesto de lo que pensabas. En lugar de saber lo que quieres, debes querer lo que sabes. Esa es la honestidad de la que Nosotros hablamos.
Dadas todas estas premisas, puedes comenzar a desarrollar la quietud. Para ello, debes iniciar una preparación formal en algún momento. Una persona que puede prepararse obtendrá resultados verdaderos. Eso es ser inteligente. Pensar en las cosas y no prepararse, no es inteligente. Si no puedes prepararte, entonces es mejor salir al mundo, ser una persona totalmente mundana, disfrutar de los frutos de este mundo y aceptar sus dolores y tribulaciones.
Si estás realmente interesado en cultivar el Conocimiento y en profundizar tu experiencia de Dios y tu sentido de propósito, entonces se muy activo en tu búsqueda. No te detengas y digas: “No sé. Tengo que pensarlo un poco más”. Actúa. Entonces tu vida se moverá, y no estarás detenido al lado del camino, pensando y ponderando y preguntándote. A veces es mejor ir por algún camino activamente que no moverse en absoluto. Muchas personas desean perseguir relaciones que no tienen ningún propósito o promesa. No pueden ser disuadidos, así que decimos: “Ve. Hazlo”. Y entonces lo hacen. Ellas regresan y dicen: “¡Me dijiste que lo hiciera!” ¡Bum! “Pero me dijiste que hiciera esto. No funcionó. ¿Por qué?” No teníamos otra opción. Solo hubo una respuesta a tu pregunta. “Debo tener lo que quiero tener. Debo hacerlo, debo hacerlo”. Ahora, si una persona es un poco más abierta, entonces decimos: “Practica la quietud. Cultiva el Conocimiento”. Si una persona es aún más abierta, decimos: “Oh, mejor no ir de esa manera. No hay nada ahí. Sin embargo, hay algo aquí”.
Si cultivas la quietud, cultivarás muchas otras cosas que van junto con ella. Si permites que el Conocimiento y tu verdadera realidad se levanten gradualmente dentro de tu mente y tu vida exterior, entonces tomarás el camino más conveniente para el verdadero logro. Por eso ponemos un gran énfasis en la preparación. Podríamos ser más dramáticos. Podríamos hablar de temas populares y metafísicos y estimularte mucho. Pero te diremos algo. La mayoría de la información metafísica no vale mucho. Son más cosas para jugar, algo más para que la mente mastique, más que hacer, antes de prepararse realmente.
¿Cuántas personas pueden tener verdadera intimidad con otra? No muchas. Pero muchas personas tienen una gran cantidad de información sobre el estudio de las relaciones —”La dinámica de las relaciones y la comunicación”—. Pueden hablar de las relaciones todo el día, pero ¿cuántas personas pueden tener verdadera intimidad? Muchas personas hablan de cosas espirituales, pero ¿cuántas personas pueden estar tranquilas mientras su mente se asienta? ¿Ves la diferencia? Tu tiempo es precioso en el mundo. Estar aquí es una oportunidad muy preciosa. Cuando realmente te preparas, moldeas un poco tu destino. Eso es bueno. Es bueno moverse en una dirección verdadera. Si estás cometiendo un error, lo sabrás muy pronto.
Por lo tanto, practica la quietud, permite que todas las cosas reposen, excepto la agudeza de tu mente. Aquí tu mente está mirando y no pensando. Tus oídos están escuchando. Tu cuerpo está todo él sintiendo. De todas las prácticas, la quietud es la más grande y la más inútil. Decimos esto porque para tú mente personal, será la más inútil, aunque para tu verdadera Mente, será la más útil. La mente que esta quieta puede penetrar cualquier cosa en la vida física.
La vida del Conocimiento es una vida mayor. No podemos compararla favorablemente con tu vida aquí, porque posee grandísima alegría. Está quieta. Es por eso que Nosotros practicamos el estado mental que replica tu verdadero estado mental. Entonces el puente entre tu estado personal y tu estado mayor se vuelve tan pequeño que te deslizas fácilmente sobre él. La brecha se ha reducido y ahora se produce la transición.