Nuestro futuro y nuestro destino están en el espacio, dentro de una Comunidad Mayor de vida inteligente en el universo. Es a esto a donde nos estamos dirigiendo, es a esto a donde debemos ir.
No vamos a ir allí a través de nuestra exploración en el espacio. Vamos a entrar en la Comunidad Mayor debido a que otras razas están interviniendo en el mundo, están visitando el mundo y están activas aquí. Así es como encontraremos una Comunidad Mayor de vida inteligente.
Pero la realidad de este contacto debe servir a la humanidad. Debe ocurrir a favor de los mejores intereses de la humanidad. Debe ser ético desde nuestro punto de vista.
De lo contrario, simplemente estaremos siendo manipulados y minados por poderes extranjeros que no quieren revelar su presencia o intenciones con nosotros y que, en muchos sentidos, han estado dando una falsa impresión de quiénes son y por qué están aquí, prometiendo a las personas energía libre, prometiendo plenitud, prometiendo paz, prometiendo un liderazgo sabio, convenciendo a ciertas personas sobre las que se focalizan para que crean que sólo ellos pueden conducir a la humanidad hacia un futuro mayor.
El contacto que estamos experimentando hoy no es ético, porque representa una intervención, una entrada forzada en nuestro mundo sin el conocimiento, el permiso y el acuerdo humanos. No importa que algún individuo en el gobierno o alguna otra red de poder dieran su permiso, porque ellos no pueden hablar en nombre de toda la humanidad. De hecho, actualmente no hay nadie que pueda hablar en nombre de toda la humanidad.
Pero nosotros sabemos por naturaleza la diferencia entre un visitante y alguien que interviene en nuestra casa o, en este caso, en nuestro mundo de origen. Sabemos cómo es el engaño. Sabemos que cuando las actividades se llevan a cabo de manera clandestina ello quiere decir que se nos están guardando secretos, y que su impacto sobre nosotros está más allá de nuestro reconocimiento. Hemos aprendido con el tiempo a sospechar de este tipo de actividades y a no confiar en ellas.
La humanidad es la gente nativa de este mundo. La historia nos ha enseñado que la intervención se realiza siempre por el interés propio y que, cuando los pueblos nativos son descubiertos por la intervención de potencias extranjeras, casi siempre resultan perjudicados, siendo llevados a su sumisión y a veces a su completa destrucción. Esto es lo que la historia y la naturaleza nos han enseñado sobre la intervención.
Una intervención no es ética, es una entrada forzada, es una violación. Y los Discursos de los Aliados de la Humanidad revelan que todas las razas extraterrestres que están actualmente en el mundo interfiriendo en los asuntos humanos son parte de esta intervención.
No hay extraterrestres buenos y malos actualmente en el mundo, y la razón de ello es que si nuestros verdaderos aliados vinieran aquí ellos sabrían que no podríamos distinguir entre amigos y enemigos, y que su presencia aquí sólo podría confundirnos aún más acerca de cómo considerar estas visitas y cómo responder.
De esta forma, nosotros estamos tratando con una situación inequívoca. Toda presencia actualmente en el mundo que proceda de un planeta extranjero representa una parte de la intervención. Ellos están aquí por las mismas razones: para aprovecharse de una humanidad débil y dividida, para acceder a los inmensos y valorados recursos biológicos del mundo, para posicionarse como los líderes, los guías, e incluso los mentores de una humanidad en lucha e inconsciente.
Tomar personas contra su voluntad en un escenario de abducción, someterlos a experimentos crueles, hacer poderosos ejercicios de control mental sobre ellos, dejándolos psicológicamente dañados, dejándolos sin un sentido de autodeterminación, es realmente una forma poco ética de contacto. Y cuando empecéis a mirar las actividades de la intervención tal y como son reveladas a través de los Aliados de la Humanidad, empezaréis a ver que esto es realmente un intento de minar y controlar la consciencia y la comprensión humanas. Y que esto no se está haciendo mediante la fuerza militar, sino a través del poder de la persuasión, la inducción y la intimidación.
Las personas, o bien son alentadas a creer y a dar su poder a estas razas extranjeras y misteriosas que están interviniendo, o bien son intimidadas, pensando que no tienen ninguna posibilidad de resistir. De cualquier manera, la gente es llevada a ser condescendiente y a no ejercer su poder y autoridad como los pueblos nativos del mundo.
El contacto que estamos experimentando no es ético porque, para que sea ético, nosotros necesitamos establecer nuestras propias reglas de interacción y nuestra propia ética de contacto.
La Declaración de la Soberanía Humana, la cual es un bello documento que ha sido creado por personas que han sido inspiradas e iluminadas por los Discursos de los Aliados de la Humanidad, nos da una idea de lo que debería ser realmente una Declaración de la Soberanía Humana, una declaración donde estamos demostrando en qué consiste un contacto ético para nosotros. Y esto puede leerse en la página web de “Los Aliados de la Humanidad”. Es un documento muy importante, y nos da poder, autoridad y autodeterminación en el universo.
El mundo actual está disminuyendo la autoridad y la autodeterminación humanas. La desesperanza está creciendo en todos los lugares. Las personas se sienten disminuidas y sienten que no tienen poder para responder. Se sienten oprimidas y manipuladas por las figuras de autoridad humanas y por las instituciones de los gobiernos las religiones y el comercio.
Pero realmente, la humanidad posee un mayor poder y un mayor espíritu, y tenemos que reclamar ese poder y ese espíritu si queremos ser poderosos en el universo, si queremos ser reconocidos y respetados por otras naciones poderosas.
Actualmente nosotros somos unos administradores débiles y divididos de este planeta y no nos estamos ganando el respeto. De hecho, es nuestra destrucción del medioambiente lo que ha provocado esta intervención en nuestras tierras, y ahora tenemos que enfrentar esto y tratar con ello.
Se trata de una guerra de persuasión, una guerra de ideas y una guerra de voluntad. Es nuestra voluntad y poder lo que debe pasar a un primer plano si queremos ser personas autodeterminadas y libres y una raza soberana en este mundo. Debemos mantener eso, construirlo y asegurarlo en el futuro, a medida que atravesamos esta emergencia a esta Comunidad Mayor de vida inteligente en el Universo.