Permitámonos saber que hemos sido encontrados dondequiera que podamos estar, a pesar de estar a la deriva, por más escondidos que estemos en nuestras circunstancias. Dios sabe el camino para llegar a nosotros, si podemos ser alcanzados.
Deja que las palabras de la Revelación permanezcan contigo. Que hablen a tu miedo, a tu duda, a tu incertidumbre y a los grandes errores que la humanidad ha creado en el pasado.
Deja que te conforten y te desafíen, porque eres más grande de lo que crees.
Que la nueva vida sea un recordatorio de que viniste aquí para un propósito mayor y que ese propósito no se ha perdido, sino que espera el momento en que empieces el regreso.
Que la Revelación hable a las mentes y corazones que buscan esto ahora y a través de ellos llegue a aquellos que están menos certeros pero que no obstante están buscando.
Que las palabras de la Revelación y de la Voz de la Revelación nos recuerden que hemos venido de una realidad mayor a la que volveremos y que Dios no nos juzga o condena, sino que nos llama de nuevo a nuestro estado nativo y a nuestra llamada mayor que nos han traído aquí en primer lugar.
Permitamos que nuestras mentes se conviertan en los recipientes. Permitamos que nuestras vidas sean remodeladas por el Conocimiento, que es la fuerza más natural dentro de nosotros.
Que nuestra evolución natural se acelere a medida que el tiempo nos llama a preparemos.
Que la nueva vida sea la vida en la que nos enfocamos hoy, aunque poco parezca haber cambiado, porque esa es nuestra salida de la selva y los valles oscuros donde hemos vivido.
No estamos solos, y la Presencia de los Maestros está con nosotros.
Que esa Presencia nos bendiga a nosotros y a otros a través de nosotros mientras aprendemos a recibir y dar según es nuestro estado natural.
Nasi Novare Coram, lo cual significa la Presencia de los Poderes Invisibles está con nosotros en este momento.