No basta con creer en Dios. No basta con adherirte a las enseñanzas de tu tradición, si tienes una tradición. No basta con seguir las prescripciones dadas en las escrituras. Estas cosas no garantizan la verdadera vida. Estas cosas no garantizan que estés en resonancia con el Poder y la Presencia que te ha traído al mundo. Esto no asegurará que descubras el Mayor Propósito que te ha traído aquí o aquellas relaciones claves que harán que la experiencia, la aceptación y la expresión de este propósito sea posible.
Porque Dios no obra en el mundo a través de las Escrituras tanto como obra a través de las personas, desde dentro hacia fuera. Es este gran servicio en el que jugarás un pequeño pero necesario papel lo que hará toda la diferencia en la calidad y la dirección de tu vida, en el significado de tus relaciones y en tu restauración como individuo.
No reces entonces a Jesús, Buda o Mahoma pidiendo que vengan y restauren el mundo, porque este es el trabajo de la familia humana. Porque Jesús, Buda y Mahoma tienen mayores tareas en el universo. Ellos no limpiarán el aire o purificarán las aguas o restaurarán los suelos. Ellos no repondrán los recursos vitales que han sido saqueados y perdidos a medida que la humanidad ha destruido la base misma sobre la que se asienta en este mundo. No van a deshacer los estragos de la guerra y la miseria. Este es el trabajo de las personas en el mundo, el trabajo vital, el trabajo necesario, la razón por la que has venido a jugar tu pequeña pero necesaria parte.
No busques satisfacción al margen de esto. No busques disfrute o relaciones significativas al margen de esto, porque no las encontrarás al margen de esto. Sólo Dios conoce la manera de restaurarte. Sólo Dios sabe lo que tienes que hacer aquí.
Y Dios ha puesto esta sabiduría, este poder y este significado en lo profundo dentro de ti,
más allá del alcance y los límites del intelecto, colocado en lo profundo de ti en una mayor inteligencia llamada Conocimiento, que representa la parte de ti que nunca ha dejado a Dios, y que puede recibir la voluntad y el propósito de Dios. Es esta dirección interna la que representa el canal más puro para la Revelación de Dios en el mundo.
Aquí no estás destinado a hacer grandes y magníficas cosas, sino a hacer tareas simples para proporcionar la entrega, el perdón y el servicio que son inmediatos y se centran en tu vida.
No pienses que Dios va a restaurar el mundo, porque tú has sido enviado a restaurar el mundo,
tú y todos los demás, y sólo el Conocimiento dentro de todos vosotros sabe lo que esto significa y cómo esto puede hacerse de tal manera que se restaure el mundo y que aquellos que lo restauren se restauren en el proceso, porque esta es la obra de Dios en el mundo.
Esto no es sobre ser bueno e ir al cielo.
Tu trabajo aquí sigue siendo el mismo: deshacer lo que has hecho que ha sido erróneo e incorrecto, ayudar y apoyar lo que has sido enviado a ayudar y apoyar, mantener la religión viva dentro de ti y no tratar de hacerla la regla del Estado, mirar el mundo con compasión, sabiendo que sin el Conocimiento más profundo para guiar a las personas, ellas están confusas. Tendrán equivocaciones. Producirán dolorosos errores. Así es como Dios y la Presencia Angélica miran a este mundo y a todos los mundos, y es por eso que no hay condenación.
Sólo existe la necesidad del Conocimiento. Sólo existe la necesidad de restaurar a las personas a su verdadero estado y capacidad. Y Dios ha dado ahora el camino para esto en los términos más claros posibles, sin siglos de adopción, corrupción y comentario humano,
para restaurar el verdadero significado de todas las grandes tradiciones y para llamar a las personas de buena voluntad a un mayor servicio en un momento en que las necesidades del mundo están aumentando con cada día que pasa.
Esta es la Llamada. Así es como Dios trabajará contigo y a través de ti, y esto será un misterio y será extraordinario. Y no lo comprenderás, porque está más allá de toda comprensión.
Este es el gran regalo que ahora se te da, pero el regalo más grande de todos fue el regalo del Conocimiento que Dios te otorgó a ti y a todos los que viven en separación, porque este asegura tu futura redención y mantiene tu conexión con Dios sin importar lo que haya sucedido en tu vida, sin importar lo que haya sucedido alrededor tuyo, sin importar lo que otros hayan te hayan hecho, para ti o contra ti.
Esta es tu redención. No puede ser destruida; sólo puede ser retrasada. No puede deshacerse, sólo puede ser olvidada, porque Dios reclamará a todos los que están separados en la Creación, pero en el proceso todos ellos serán restaurados por medio de la contribución y por medio de la verdadera relación que establecerán con otros y con el mundo.
Que esta sea tu comprensión.