y bendecir y honrar el Poder y la Presencia que vive dentro de la familia humana. Ellos son todos sirvientes de Dios, al igual que yo.
Yo vengo ahora en este punto de inflexión de la evolución y la historia humanas para preparar a la humanidad para un mundo en declive, un mundo de disminución de recursos,
y de creciente riesgo de guerra y conflicto perpetuos.
He venido para preparar a la humanidad para la interacción con las fuerzas de vida inteligente en el universo, una interacción que ya ha comenzado de maneras que son perjudiciales para la libertad y el futuro de la humanidad.
He venido desde la Asamblea para traer la Nueva Revelación de Dios al mundo, dada ahora no solo para una tribu o un grupo o un pueblo elegido, sino para todos los pueblos del mundo.
Dada en la forma más simple posible. Dada ahora no en forma de anécdotas o en términos pastorales, sino en un lenguaje simple y directo, con mucha clarificación y repetición; dada ahora de tal forma que pueda ser traducida fácilmente a todas las lenguas del mundo; dada ahora de forma que pueda ser comprendida por todos los que buscan una conexión genuina con lo Divino, que se dan cuenta de que están en el mundo para un Mayor Propósito, que buscan conocer ese propósito y vivir ese propósito.
El cielo me ha enviado aquí. Aquí soy un hombre, soy imperfecto, pero traigo conmigo el poder y la voluntad del Cielo Y de la gran Asamblea que supervisa el mundo. Traigo la bendición del Cielo, pero también la advertencia de los tiempos difíciles por delante, porque cada persona debe prepararse tanto como pueda.
He venido a traer una revelación sobre la vida en el universo la cual nunca había sido presentada en el mundo antes, para que la humanidad pueda comprender el entorno mayor de vida en el que siempre hemos vivido aquí, y para el cual ahora debemos prepararnos.
Traigo la fuerza del Conocimiento, el cual representa el corazón de todas las religiones del mundo, el cual es el aspecto más profundo de cada persona, que aún está conectado a Dios. Y este conducirá a cada persona a una mayor redención y servicio en el mundo, si puede ser reconocido claramente y los pasos a este Conocimiento pueden ser establecidos
y puestos a disposición de la gente en todas partes.
Porque Dios no ha perdido de vista la necesidad de la humanidad y tiene más cosas que decir a un mundo en evolución. No hay nadie en el mundo, ni Escritura, ni maestro, ni siquiera la Asamblea Angélica, que pueda decir lo que Dios puede o no puede hacer a continuación.
Porque Dios habla cuando Dios quiere y Dios ha enviado ahora un gran mensaje al mundo para que todas las personas del mundo lo escuchen y lo comprendan.
Por tanto, que nadie niegue esto, porque hacerlo es tonto e ignorante. Y que las personas de buena fe en todas las tradiciones religiosas comprendan que la Nueva Revelación de Dios enriquecerá sus tradiciones y les dará un mayor futuro y destino en un mundo cambiante y también en la Comunidad Mayor de vida en el Universo. Aquí todas las revelaciones anteriores de Dios serán honradas, elevadas y cumplidas. Solo Dios sabe cómo esto es posible y lo que verdaderamente significa.
Por tanto, con compromiso y humildad te traigo una Nueva Revelación de Dios para el mundo.
Que puedas tener la humildad, la honestidad y la sinceridad para recibirla y considerarla para ti mismo y reconocer su gran fuente de sabiduría y el camino a la redención que ofrece, que es dado ahora en una forma pura, sin corromper ni cambiar por la adopción, la manipulación y la corrupción humanas.
Yo soy el mensajero de la Nueva Revelación de Dios. Es mi gran honor y carga traer esto en un mundo de disensión, desacuerdo y negación. A pesar de la dificultad en la realización de esta gran tarea es la voluntad del Cielo que así sea. Es la voluntad del Cielo que la humanidad enfrente el gran cambio que está viniendo y sea elevada y fortalecida en todas sus formas.